No conoció a su padre pero lo tiene con él en lo más profundo de su ser. Estaba en la panza de su madre cuando el crucero General Belgrano en el que viajaba su padre marinero fue hundido por los mortales torpedos de la feroz guerra de hace 27 años. El nació cuatro meses después de la tragedia y a poco de concluido el conflicto bélico, en un día especial en el que seguramente también lo miraba su papá desde algún lugar. Disfrutando al bebé, como en algún momento lo habrá soñado en sus viajes por los mares.
Así creció, con el orgullo familiar por el héroe de Malvinas, y mañana le rendirá honores en el cementerio de las islas. Salió el miércoles de su ciudad, Paso de los Libres, hacia el Sur y no lleva en el viaje objeto alguno para el tributo formal, apenas una oración para ofrendarla apenas se arrodille junto a la tumba en frío suelo malvinense. Pero el muchacho entregará al padre un cúmulo de sentimientos invalorables de su madre y sus hermanos.
Restituto Ortíz, de él se trata, viaja por estas horas a las Malvinas integrando el contingente de familiares de argentinos caídos en la guerra que mañana aterrizará en las islas para participar de la inauguración de un monumento en el cementerio de Darwin. Es la primera tanda de familiares que llegará al lugar, en tanto que la segunda comitiva lo hará en exactamente una semana. El muchacho de 27 años es uno de los siete familiares de correntinos caídos en combate que salieron ayer hacia Capital Federal para emprender el viaje al Sur del continente.
Herencia
Apenas llegado a la ciudad de Corrientes desde Libres, donde vive con su familia, en la noche del miércoles Restituto habló con El Litoral y contó su historia. Lleva el nombre de su papá, como herencia familiar y como homenaje al caído en la guerra. Restituto Ortíz padre era libreño y en 1982, con 32 años, estaba en la marina como cabo primero prestando servicios en el crucero General Belgrano cuando submarinos británicos lo hundieron.
En esos años vivía en Bahía Blanca, cerca de la base de Puerto Belgrano, junto con su esposa embarazada por tercera vez y otros dos hijos, de 6 y 5 años.
Tras la muerte de su esposo, la mujer y sus tres pequeños regresaron a su Paso de los Libres natal para continuar con su vida. Años después tendría otro hijo, que hoy tiene 20 años. Siempre estuvo el recuerdo de Restituto y la familia es asidua participante de los homenajes de cada 2 de abril. Hoy, 27 años después, uno de sus hijos viaja a las islas. “Cuando nos enteramos de esta posibilidad y que sólo un familiar por caído podría viajar, nos reunimos en familia y ahí se decidió que yo vaya”, contó en principio Restituto Ortíz hijo en diálogo con El Litoral.
“A mi viejo lo recordamos siempre, tenemos fotos de él y particularmente por lo que nos describió nuestra vieja. En especial, le gustaba hacer cosas de navegante y mucho la cocina. Fabricaba ollas, jarras y tablas de madera, como también le gustaba cocinar para los colimbas”, indicó. En cuanto a las expectativas generadas por esta visita a Malvinas, el muchacho dijo que es algo que no se puede describir con palabras. “Lo primero que haré al llegar será rezar, como ofrenda para él y para todos los caídos en la guerra y los que volvieron con vida”, dijo Restituto, quien vive en Libres, es comerciante y hace un año y medio se casó y tiene un bebé.
“A veces nos sentamos con mi madre a hablar de Malvinas, y es una cosa que no se puede describir y despierta sentimientos como bronca, alegría, tristeza, impotencia y orgullo, sobre todo orgullo”, indicó. Mañana espera estar frente a la tumba de su padre para rendir el tributo de tantos años extrañándolo, de un sentido homenaje para decirle que es la extensión de su vida, como lo fue su nacimiento después de la muerte del marino libreño.
Viernes, 2 de octubre de 2009