Por Carlos A. Pérego
Nuevamente la violencia política empaña a nuestra provincia, lo que se vio en esta campaña electoral, nunca se dio en Corrientes, el grado de barbarie mantenido en la disputa entre los dos primos Colombi derivó en el cruce de denuncias y agravios entre los mismos, y hoy lleva nuevamente a que haya un muerto derivado de esta situación, se “suicidó” el titular de Agencia Corrientes, Hernán González Moreno, quien había denunciado penalmente a Ricardo Colombi por enriquecimiento ilícito.
¿Hasta donde estamos los correntinos dispuestos a tolerar toda esta maraña de conflictos y engaños?, ¿hasta donde están dispuestos los candidatos, Arturo y Ricardo, a llegar con esta violencia, que no hace mas que poner en letras de molde que se quiere el poder por el poder mismo?, y ¿hasta donde se va a aguantar?, son los grandes interrogantes que hoy tenemos.
El grado de conflictividad a que los ciudadanos estamos sometidos es ajeno completamente a nuestro ser ciudadano, nunca se vio algo igual, donde los medios se compran, es decir que las ideas y las noticias se compran, y nos presentan una realidad totalmente distorsionada por los intereses partidarios o particulares o financieros. Desde un lado el gobierno de Arturo con gastos millonarios en publicidad y compra de comunicadores, por el otro lado Ricardo con varios otros medios tratando de contar exactamente lo opuesto y generando un círculo virtuoso de desinformación a la que nos vemos sometidos diariamente los ciudadanos.
Este es el segundo “suicidio” en el que la campaña de Ricardo se ve envuelto, aunque el mismo no tenga nada que ver en el hecho, pero es de recordar que allá por el 2001 se “suicidó” el intendente electo de Mercedes, Santiago Prado, el hecho fue caratulado como suicidio, como para que la investigación terminara por ahí nomás, ya que nunca se supo fehacientemente que es lo que sucedió, hoy nuevamente la muerte de González Moreno, su “suicidio” aparece en la escena política correntina.
Alguien tiene que terminar con esto, los correntinos no nos merecemos estar en esta situación, paradójicamente hoy viajan a Malvinas, y es motivo de gran orgullo, los familiares de quienes regaron con su sangre generosa aquella tierra irredenta, pero el hecho se vio empañado ya que en nuestro Taragüy también la sangre cubrió el suelo, pero sangre de la barbarie política correntina, e independientemente de las acusaciones que se puedan efectuar contra el fallecido, alguien apretó el dedo sobre el gatillo del arma y es en ese sentido que la justicia tiene que investigar.
Es verdaderamente lamentable que dentro de tres días tengamos que optar entre la violencia o la barbarie, entre el atropello o la impunidad, definitivamente y desde mi muy humilde punto de vista es solo el pueblo el que puede terminar con esta situación que nos llevan a vivir, pero realmente, hoy no se cual es el camino.
Viernes, 2 de octubre de 2009