Los familiares celebraron una misa en el Cementerio de Darwin como parte de la ceremonia de inauguración del cenotafio. Los familiares de los soldados caídos en la Guerra de Malvinas ya retornaron a Río Gallegos en un vuelo desde Mount Pleasant, tras una emotiva ceremonia en el cementerio de Darwin donde se inauguró un cenotafio y se realizó una misa en memoria de las 649 víctimas del conflicto bélico con el Reino Unido en 1982.
El contingente de 170 deudos retornó en el vuelo de LAN Chile que hizo escala en Río Gallegos de manera excepcional, por un acuerdo logrado entre la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el premier británico Gordon Brown, en una experiencia que se repetirá el próximo sábado.
Recién llegados, a las 9.30, los familiares partieron al cementerio de Darwin donde recorrieron las tumbas con los restos de sus seres queridos. Minutos después, participaron de una misa religiosa que dio por inaugurado un cenotafio -sepulcro vacío, simbólico- en homenaje a los caídos.
Con la misma mística que recorrió las butacas y pasillos del avión de LAN, entre abrazos, llantos y gestos de emoción, los familiares recorrieron el cementerio en busca de la pequeña cruz blanca de sus seres queridos. En medio de un intenso frío y fuertes ráfagas de viento depositaron flores, fotos y rosarios en una urna empotrada frente a la cruz que se encuentra en el medio del cementerio. Allí, permanecieron varios minutos hasta el inicio de la misa religiosa que se llevó a cabo este mediodía.
En una ceremonia muy emotiva, el titular de la Comisión de Familiares, Héctor Cisneros expresó su "gratitud al gobierno argentino y británico por permitir este homenaje y también a los isleños que hicieron de lado las heridas del pasado".
Junto a funcionarios de la cancillería y ex combatientes, los deudos fueron despedidos en Río Gallegos por la presidente Cristina y el canciller Jorge Taiana, quienes encabezaron el acto oficial que se realizó a las 7 en el aeropuerto de esa ciudad.
Algunos familiares dieron su testimonio antes de embarcar, como la mamá del soldado José Honorio Ortega, Sonia Cárcamo, quien enfatizó que "este viaje significa todo un logro de la comisión de familiares que estuvieron esperando tantos años para inaugurar ese monumento que nos dio tanto trabajo poder construirlo".
"Será muy emocionante, me reuní con muchos familiares que ya han estado en las islas y es todas emociones. Son muchas ganas de volver, de estar y de reencuentro", recordó la mujer en su cuarto viaje a las Islas Malvinas, para homenajear al único soldado conscripto de Santa Cruz que falleció en el conflicto.
También viajó Rosa Rodríguez, hermana del soldado conscripto Juan Domingo Rodríguez, en su primera visita a las islas luego de que su madre viajara en 1999 y su otra hermana años después.
Aseguró que "la emoción es llegar a Malvinas, estar allá y ver que sensaciones tendremos porque nuestra sangre quedó allí".
El avión de LAN Chile que hizo escala en Río Gallegos para trasladar a los deudos de los soldados aterrizó a las 9.30 en la base aérea de Mount Pleasant entre aplausos y gestos de gran emoción. Minutos más tarde, partieron en una caravana de diez micros hacia el cementerio de Darwin, donde participaron del acto de inauguración de un cenotafio en homenaje a las 649 víctimas argentinas del conflicto bélico de 1982 con el Reino Unido. Fueron recibidos por el vicegobernador isleño Paul Martínez y el comandante responsable militar de las islas, Gordon Moulds.
EL LLANTO DE CRISTINA. Muy conmovida, la Presidente expresó a los familiares que "ustedes no solamente van a ver a sus muertos, sino a los muertos de todos, porque los muertos de ustedes son también nuestros muertos".
Cristina, emocionada hasta las lágrimas, y abrazada a familiares de los fallecidos que se encontraban a su lado, dijo: "Quiero que vayan con mucha fuerza, con mucha entereza, y que sepan que hay 40 millones de argentinos que les rinden homenaje junto a ustedes".
Agregó que "un día de este siglo un presidente argentino va a ir a rendir homenaje a sus muertos, en nombre de los derechos legítimos que tenemos sobre esas islas, en nombre del derecho de la comunidad internacional, porque deberán entender que no pueden existir enclaves coloniales en pleno siglo XXI".
La mandataria expresó finalmente: "Yo prefiero esperar, en nombre de ese derecho internacional, en nombre de ese derecho sobre Malvinas y en nombre de la paz que debe reinar en todo el mundo. Gloria y honor a los caídos en Malvinas".
RECUERDOS DE LA GUERRA. Más tarde, en una improvisada rueda de prensa, Cristina Kirchner recordó la vivencia del conflicto del Atlántico Sur junto a su familia en la capital santacruceña.
“Me acuerdo los que vivíamos acá en Santa Cruz en aquella época. Acá en el año 82 vivimos la guerra de una forma diferente, a 700 kilómetros de las islas. A la noche, los autos circulaban con los faroles apagados y Río Gallegos quedaba totalmente a oscuras, para que no pueda ser identificada”, comentó.
“Hoy me quedé a dormir en la casa de mi hijo, que era la nuestra. Pasé la noche en el mismo dormitorio y me acordaba de Máximo, que era muy chiquito y en el lugar donde estábamos desayunando hoy él jugaba con los soldaditos”, rememoró.
“La verdad de esto es una lucha inclaudicable de todos los argentinos por las islas, que deben retornar a lo que es nuestro, por derecho internacional y por lo que marcan las resoluciones de Naciones Unidas, que es precisamente sentarnos a hablar de soberanía”, expresó la Presidente.
“Hoy hemos asistido a un gesto humanitario que permitirá ir a los deudos a llorar a nuestros muertos, con mucha emoción, con mucho respeto y con mucho honor”, agregó Cristina.
“Esta es la gran aspiración que tenemos que tener como ciudadanos argentinos y como ciudadanos globales en un mundo civilizado. Mientras no se respeten estas normas, lo de civilizado va a ser una aspiración. Muchas gracias a todos y viva la Patria”, dijo la jefa de Estado, como despedida.
ORGULLO Y EMOCIÓN. Familiares de caídos en la Guerra de Malvinas a punto de partir a Puerto Argentino manifestaron su "orgullo y emoción" por participar del tributo que se realizará esta tarde en el cementerio de Darwin.
Regina Mayor, de la localidad salteña de Campo Quijano, visitará el camposanto malvinense por primera vez para rendir homenaje a su hijo Marco Lama, suboficial voluntario de la Marina muerto en la isla en 1982.
"Estoy orgullosa porque mi hijo haya dado la vida por la Patria", dijo nerviosa a Télam antes de subir al avión que la llevará junto 170 familiares a Puerto Argentino.
Regina expresó que "es la oportunidad que tengo de participar en un homenaje donde se mezclan muchas cosas, pero yo particularmente, tenía la necesidad de estar aquí hoy, abrazar al resto de madres y hermanas porque puede ser la última para cualquiera de nosotras".
Gladys Albarracín, llegó desde Córdoba para rendir homenaje a su hijo Eduardo Sosa, que integró el comando de Infantería 8 de Comodoro Rivadavia.
Esta madre señaló su "orgullo y emoción" de participar en el homenaje a los caídos en Malvinas y señaló que "si bien es la segunda vez que viajo, hoy vengo a despedirme porque no estoy bien de salud".
GESTIONAN MÁS VIAJES. Anoche, en un breve acto que se realizó en la Base Aérea Militar del aeroparque metropolitano el titular de Cascos Blancos, Gabriel Fuks, manifestó: "Estamos muy contentos por este esfuerzo realizado para lograr este viaje humanitario".
En la oportunidad, Fucks señaló que "están dadas las condiciones para que estos viajes se repitan en el tiempo" y les dijo a los familiares que visitan la isla "en representación de todo el pueblo argentino".
Por su parte, el titular de la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas, Héctor Cisneros, expresó su "eterno agradecimiento al gobierno nacional y expresó a los familiares que "cada uno debe ser embajador en las tierras malvinenses".
Sábado, 3 de octubre de 2009