Todocorrientes, un medio digital de la provincia, recorrió Colonia Carlos Pellegrini y recogió las denuncias que sus autoridades y pobladores hacen sobre el impacto ambiental, en la sanidad y en la economía que generan dos arroceras que plantaron más de 2.000 hectáreas de granos en el corazón de los Esteros de Iberá.
Colonia Carlos Pellegrini está ubicada en el corazón mismo de los Esteros del Iberá. Está asentada en una península de 100 hectáreas que se recuesta sobre la Laguna Iberá, el segundo reservorio de agua más grande del humedal correntino. A 350 kilómetros de la Capital y a unos 115 de Mercedes, Pellegrini es, por ahora, la única entrada que poseen los visitantes de los Esteros.
Este año la Colonia recorrió las tapas de los matutinos de Corrientes por la polémica que se desató entre sus pobladores y autoridades, contra algunos productores de arroz de la región. Viendo las bondades comerciales, que desde el 2005 el mercado internacional le ofrece al grano, dos empresas se instalaron a la vera del pueblo y este año planean cosechar unas 2.000 hectáreas de arroz.
Desde que la legislación correntina convirtió 1.300 millones de hectáreas de los Esteros del Iberá en Reserva Natural, hace 25 años, Colonia Carlos Pellegrini se dedicó a generar ingresos a través del ecoturismo. El avistage de flora y fauna en un ambiente natural y cultural bien conservado permitió la visita de unos 25 mil turistas, el 60 por ciento extranjeros, en el 2007 a la Colonia. De este modo Carlos Pellegrinni se convirtió en el destino ecoturístico número uno de del país.
Impacto Económico
Las actuales autoridades indicaron a todocorrientes.com que el 85 por ciento de la población, de forma directa e indirecta, generan sus ingresos a partir del ecoturismo. Una realidad absolutamente diferente hace dos décadas atrás, cuando la gente vivía de la caza comercial, la ganadería y la actividad arrocera, las cuales actualmente representan solamente el cinco por ciento de los ingresos para los habitantes.
La Cámara de Turismo del Iberá, que nuclea a más de 25 hosterías y varios prestadores de servicios en Pellegrini, dijeron a este medio que las arroceras atentan contra la actividad ecoturística porque pone en riesgo la calidad del servicio que venden en el mercado internacional.
“Ponen en peligro la relación entre lo que vendemos y lo que después ofrecemos. Nosotros vendemos ecoturismo y cuando el visitante llega acá debe encontrar una ambiente sano y natural. Imagínese que va a pensar un turista belga o inglés que llega a Pellegrini y ve una avioneta que recorre parte de la reserva natural tirando pesticida. Ese turista no viene más y su operador en el exterior le va a cerrar la cortina al Iberá como destino ecoturístico, y no va a recomendar lugar a nadie más. Entonces las arroceras también están poniendo en riesgo el trabajo que durante muchos años hicieron de Pellegrini el lugar número uno de ecoturismo del país”, dijo a todocorrientes.com Valeria Verdaguer, presidenta de la Cámara de Turismo del Iberá.
Impacto Ambiental
Las fotos satelitales y los sobrevuelos muestran como las empresas arroceras partieron el suelo y realizar dos canales, de tres metros de ancho y unos 600 de largo, extrayendo agua directamente de la Laguna Iberá para regar el cultivo.
El agua dulce es extraída del humedal y regada en el campo a través de bombas eléctricas. Durante los tres meses en que se regaron las plantaciones de arroz se utilizaron unos 1.500 metros cúbicos de agua por metro cuadrado; unos 15 millones de litros por hectárea. Se estima que durante la última temporada de plantación, las dos arroceras de Pellegrini chuparon unos 22.000 millones de metros cúbicos de agua de la Laguna Iberá.
Parte del agua que se riega en las arroceras se infiltra en el suelo; otra parte es evaporada y transpirada por el cultivo, aumentando artificialmente la superficie de evapotranspiración del Iberá. Antes de la cosecha el agua restante regresa a las lagunas y arroyos del humedal, arrastrando consigo todos los componentes químicos con que se fumigan las plantaciones.
Las autoridades, los especialistas y los ecologistas de Pellegrini indicaron a todocorrientes.com que durante la última temporada de regadío de las plantaciones de arroz, la Laguna Iberá bajó unos 25 centímetros en su caudal de agua. A ello se le debe sumar la temporada de sequía que atraviesa la zona, lo que indica que el reservorio de líquido disminuyó un total de casi un metro en su cuenca hídrica.
El sobrevuelo y las fotos satelitales de la Laguna Merceditas, que con unas 500 hectáreas de superficie abastece de agua a una arrocera de 900, mostraron a todocorrientes.con que la extracción de agua para el regadío, entre el 2004 y el 2007, le produjo una playa de 200 metros a la laguna, lo que grafica la gravedad y la velocidad del daño ambiental que se está genera en el corazón de los Esteros del Iberá.
Los operadores turísticos indicaron que la disminución en el nivel de agua de las lagunas y arroyos dificulta la navegación durante el avistage de fauna y flora del ecoturismo, además de alterar las condiciones ecológicas del sistema.
Impacto en la salud animal y de la Población
Los pesticidas, plaguicidas, fertilizantes y todos los venenos agroquímicos utilizados antes y durante el cultivo en las arroceras de Pellegrini, vuelven la Laguna Iberá, a la Laguna Merceditas, a los arroyos y se filtran en el suelo alcanzando las napas subterraneas de agua.
Los estudios realizados por el Instituto Correntino del Agua y el Ambiente -ICAA- y por la Asociación Correntina de Plantadores de Arroz -ACPA-, en febrero de este año, detectaron una contaminación del el agua por glinfosato – químico principal del Randup-, pero dentro de los límites permitidos por la ley.
Desde la Municipalidad de Colonia Carlos Pellegrini y de la Asociación Ecologista Esteros Hesai dicen que estos muestreos, en principio, fueron mal tomados. En segundo lugar, que estos resultados no indican que no se haya producido una contaminación ambiental de los Esteros por el uso de agroquímicos, anterior a la toma de las muestras. Y mucho menos que no haya impacto ambiental derivado y a largo plazo por el uso agroqímicos.
La arrocera más próxima al cordón poblacional de Pellegrini está a unos 400 metros de distancia del límite del pueblo. Las autoridades sanitarias del centro de atención del pueblo, indicaron a todocorrientes.com que desde el 2005 -época en que recomenzaron los sobrevuelos con agroquímicos en las plantaciones- y hasta la fecha las enfermedades alérgicas y respiratorias por exposición ambiental aumentaron en un 25 y 50 por ciento respectivamente, sobre todo en niños.
Juan de la Cruz Fraga, intendente de Carlos Pellegrini, denunció ante el Ministerio de Salud que el incremento en la aparición de enfermedades alérgicas, respiratorias y de la piel, sobre todo en niños de 0 a 14 años, es proporcional al aumento de hectáreas de arroz plantados en la Colonia desde el 2004 al 2008. Ahora volvió presentar una demanda, esta vez una acción sumaria de amparo contra el ICAA y la empresa arrocera Rogelio Zampedri S.A. Entiende que esta última es ilegal, extrae agua de la Laguna Iberá en forma desmedida y arroja pesticida sobre la población en forma irracional atentando contra la salud y el ambiente.
Los pobladores, la Cámara de Turismo del Iberá, la Asociación de Guías, la Asociación Esteros Hesai y la Municipalidad de Colonia Carlos Pellegrini aseguran que las 2.000 hectáreas de arroz plantadas alrededor del pueblo generan impacto ambiental directo; atentan contra la flora y la fauna de los Esteros del Iberá; contra la salud de la población y piden a las autoridades provinciales que detengan, de forma inmediata, la actividad de las dos empresas arroceras.
Aseguran además que la actividad industrial de la plantación de arroz dentro de la Reserva Natural Iberá produce intensas y perdurables modificaciones en el suelo, en el agua y, fundamentalmente, no es compatible con los criterios de sustentabilidad que deben tener las producciones dentro de la Reserva Natural, para que no dañen los objetivos de conservación de la flora y la fauna.
Por esta suma de denuncias públicas y sin respuestas del Estado Provincial, los pobladores y las autoridades de Colonia Carlos Pellegrini dijeron a todocorrientes.com que están dispuestos a salir a las calles y a las rutas para exigir a ministros y legisladores que: Se suspenda la concesión de aguas de la Laguna Iberá para la actividad arrocera; se prohíban las fumigaciones aéreas sobre y alrededor de la Laguna Iberá y Carlos Pellegrini; y se detengan las actividades de las dos empresas arroceras que están dañando la imagen del lugar como destino ecoturístico, que están poniendo en peligro la flora, la fauna, el agua y atentan contra la salud de la población.
Martes, 3 de junio de 2008