La reunión, presidida por el titular del cuerpo, Julio Cobos, se inició con un minuto de silencio en homenaje a Mercedes Sosa. Estiman que el debate se prolongará hasta las primeras horas del día sábado.
La sesión, prevista para las 10, comenzó con atraso debido a que se complicó la llegada al Congreso por estar cortadas algunos acceso al lugar como Avenida Corrientes y Callao.
Un vallado perimetral al Congreso y un palco fueron instalados en la Plaza Congreso para las movilizaciones que a partir de las 17 se realizarán en apoyo a la aprobación de la ley.La chicharra que llama a los senadores sonó por algunos minutos y se espera que en minutos arranque la sesión en la Cámara alta para tratar la ley de medios K. El debate se dará en un clima enrarecido por las sospechas que generaron en las últimas horas los cambios de voto intempestivos y las acusaciones de la oposición.
En el kirchnerismo hay confianza. El jefe del bloque del Frente para la Victoria, Miguel Pichetto, se animó a dar números optimistas: estimó que el oficialismo alcanzará a completar la sanción con "entre 40 y 42 votos" para la aprobación en general y "entre 38 y 39" para la sanción en particular.
La sesión estaba convocada originalmente para las 10. Tendrá una modalidad algo más rápida que lo habitual, pero igual se prevé que sea maratónica. Los jefes de bloques y miembros informantes tendrán media hora para exponer y cada senador raso contará con 10 minutos. Esto implica que la discusión en general puede durar más de 12 horas, con un plus de unas 3 horas para el debate del articulado en particular.
Habrá dos ausentes seguro de los 72 senadores. No estarán los senadores Roberto Urquía (PJ), que está tratándose un glaucoma en los Estados Unidos y Norberto Massoni (UCR) enfermo. Aunque también está convaleciente la senadora misionera Elida Vigo, en el bloque oficial anticiparon que si su salud lo permite estará presente en los tramos decisivos del debate.
El ambiente ya tenso desde del debate en Diputados se enrareció en las últimas horas tras conocerse el abrupto cambio del voto de dos opositores que habían anunciado su rechazo a la ley y ahora votarán a favor. El más escandaloso es el caso de la cobista correntina María Dora Sánchez, cuyo viraje quedó envuelto en sospechas de estar ligado a la muerte de un empresario vinculado al gobernador provincial Arturo Colombi. El otro es el del bussista tucumano Carlos Salazar, que de todos modos anticipó que hará objeciones a algunos artículos, como reveló ayer Clarín.
La senadora correntina admitió que cambió su voto por favores: "Es para favorecer a mi provincia, en un contexto que no puede ser recortado", confesó.
Además anoche trascendió que apoyarán en general y en particular el proyecto oficial los fueguinos José Martínez y María Rosa Díaz, quienes responden a la gobernadora del ARI, Fabiana Ríos, y negocian con el oficialismo la sanción -sería en la próxima sesión- de la ley de electrónicos que beneficia a la industria de Tierra del Fuego. Con todo, el resultado de la votación en particular es incierto y se definirá recién a sobre la hora.
La oposición salió a vapulear duro al Gobierno por negociar el canje de votos de senadores opositores. Aunque también sospechan que hicieron lo mismo con kirchneristas que dudaban en apoyar la ley. El jefe de la UCR, Gerardo Morales, acusó al gobernador correntino Arturo Colombi de buscar "impunidad", en alusión al cambio del voto de su senadora. Y advirtió, desparramando sospechas sobre supuestos arreglos económicos: "Cuidado con los senadores que se van el 10 de diciembre. Esto pinta para terminar muy mal".
Otro indicio del tono que tendrá el debate lo dieron los senadores del PJ disidente, que hicieron severas críticas durante una rueda de prensa, junto al diputado electo Felipe Solá.
Viernes, 9 de octubre de 2009