Curuzú Cuatiá (6-7-23): La familia Griselda Blanco asesinada el pasado 20 de mayo en su casa de Curuzú Cuatiá pide investigar una venganza mafiosa. Su entorno cuestiona a la fiscalía por “retacear pruebas” e insiste con el cambio de carátula.
Claramente se ve que existe una protección política judicial para que no salgan a la luz pruebas de las denuncias que efectuaba Griselda Blanco sobre diversos delitos en los que altos funcionarios policiales estarían involucrados. “Ya no sabemos en quién confiar. Es muy turbio todo”, comenta Fabián Cesani, hijo de la víctima, en conversación con TN.
Sus sospechas -dice- tienen que ver con el accionar de la fiscalía a cargo. “Nos niegan información que nos permitiría dar en la tecla y saber toda la verdad sobre quién mató a mi mamá. No sabemos por qué lo hacen”, acusa.
Hasta el momento, el único acusado por el crimen es Darío Holzweissig (46), un empresario de la noche con quien la víctima mantenía una relación, y que está cercado por un manojo de pruebas que lo incriminan. En las últimas horas, surgió una nueva prueba que lo incrimina, el hallazgo de restos de sangre humana en su casa. “No descartamos que al acusado lo hayan mandado a matarla”
Sin embargo, el entorno de Griselda cree que los márgenes de la investigación son más amplios. Sospechan que el crimen está atado a su rol como periodista, a su estilo basado en la denuncia y a la información que revelaba en sus transmisiones. La familia intuye también que Holzweissig, en caso de ser culpable, no actuó solo y que hay otras personas implicadas en el hecho. “Griselda no tenía miedo y se expuso. Creemos que hay mucha más gente metida en esto, y no descartamos que a esta persona (el acusado) lo hayan mandado a hacer lo que hizo”, evalúa Andrea Tribbia, abogada de la querella, y cuestiona a la fiscalía a cargo de María José Barrero Sahagún: “¿Qué están queriendo tapar? ¿Por qué no se puede llevar una investigación limpia?”.
Tribbia sostiene que los responsables de la investigación “retacean pruebas”. “Un policía eliminó el contenido de una cámara pegada a la casa de Griselda porque a él le pareció que no había nada relevante”, asegura, y sigue: “Hay otra cámara que muestra a un hombre dirigiéndose a lo de Griselda. Se podía ver si entró o no a la casa, y tampoco la tenemos”.
Los cuestionamientos van más allá: “No nos dan el contenido del celular de Griselda ni del imputado. Para nosotros es información que puede ser esencial para conocer más, por ejemplo, sobre las conexiones de este hombre. Nosotros tenemos la sospecha de que (Holzweissig) actuó con alguien más”.
En la misma línea, profundiza: “No tenemos la autopsia. Pedimos informes sobre un buzo ensangrentado y no recibimos respuesta. También consultamos sobre un análisis de sangre y de contenido gástrico -para saber si la drogaron-. Pedimos el informe sobre los hisopados nasales, bucales, vaginales. No tenemos nada”.
Según Tribbia, “los elementos probatorios son suficientes” para que Holzweissig sea condenado, pero que los informes resultan necesarios para pedir el cambio de carátula de homicidio simple a femicidio agravado por alevosía, cuya única pena en expectativa es la prisión perpetua.
Jueves, 6 de julio de 2023