El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, pronosticó hoy que el conflicto gremial en la empresa Kraft-Foods, la ex Terrabusi, tenderá a “normalizarse definitivamente”, ya que la compañía “no va adoptar ninguna modificación en las condiciones laborales, ni realizará despidos”.
Además, Tomada volvió a negar que en el Gobierno haya preocupación de radicalización de las protestas sindicales como pasó en el caso Kraft, al sostener que durante estos últimos seis años y medio de su gestión “hubo muchos” conflictos laborales similares a los de la ex Terrabusi.
“Tiende a normalizarse definitivamente, no perdemos el optimismo. Nos vamos a reunir mañana a la tarde”, indicó Tomada, quien explicó que en la “propuesta colectiva se clarifica el hecho de que la empresa no va a adoptar ninguna modificación laboral, ni habrá nuevos despidos”.
Ayer, representantes de Kraft-Foods propusieron reincorporar a otros 20 trabajadores de los 160 despedidos semanas atrás, aunque como condición pidieron a los delegados gremiales un período de “paz social” de dos meses y terminar con los cortes de tránsito.
En diálogo con radio Continental, Tomada remarcó: “Hemos intervenido activamente en muchos conflictos en esta última etapa, por eso no lo descuidamos y tenemos que seguir trabajando muy duro, y siempre con la posibilidad del diálogo para acercar a las partes”.
Respecto al incremento de protestas laborales, Tomada expresó que “conflicto como el de Kraft, ha habido en estos seis años y medio muchos, donde una parte importante del conflicto son las diferencias que puede haber entre el sindicato y la comisión interna”.
“Es algo natural en estos tiempos de las relaciones laborales. Obvio que lo de Kraft es un conflicto preocupante y nos importa a todos, pero estamos mediando y conciliando”, puntualizó.
Para Tomada, éste “no es un conflicto que está expresando una reiteración sistemática” de radicalización de protestas.
Durante la reunión realizada ayer en la cartera laboral, los empresarios de Kraft dijeron que autorizarán “medianamente” el funcionamiento de la comisión interna dentro de la fábrica, pero no permitirán la realización de asambleas ni otras medidas de fuerza, inclusive fuera de la planta, lo que fue aceptado por los delegados.
Además, la empresa se comprometió a mantener los planteles de trabajadores, las condiciones de trabajo, la jornada laboral y los turnos actuales, sin alteración de ningún tipo.
En ese aspecto, Kraft-Foods propuso reincorporar a partir del lunes próximo a otros 20 trabajadores, lo que eleva la cifra total a 40 de los 160 que recibieron el telegrama de despido.
Jueves, 15 de octubre de 2009