En todo el mundo se festeja el Día de la Madre, aunque las fechas y las razones para su elección varían de acuerdo a cada país. En la Argentina se dispuso que la celebración tenga lugar el tercer domingo de octubre.
"Me enseñaste a respirar, y tus entrañas acariciaban mi frágil cuerpo. Soñaba con colores y te imaginaba hermosa. Fueron nueve meses en un mundo rosa", dice un poema. Y esto vale para María (de 34 años), quien tiene la cara inundada de felicidad cuando mira a su bebé mientras lo sostiene en sus brazos. "Ahora todo es hermoso: voy a festejar mi primer Día de la Madre", expresa. "La sonrisa de mi hijo es lo más sublime que hay en la vida. Sueño con que sea en el futuro un hombre de bien y que viva feliz. No se me ocurre qué puedo pedir para mí. Y si pido algo será para que él lo disfrute", dice sin apartar la vista de una carita rosada y regordeta.
"Que sea sano"
"Se hizo la luz una mañana de febrero; mamá, ahí estabas tú, tan maravillosa y tan dulce como te había imaginado", continúa el poema. Susana (de 33 años) camina por la peatonal Muñecas junto a su marido mientras lleva en sus brazos a Bautista, de dos meses. La joven dice que su ilusión es que "el bebé crezca bien, que sea sano y poder criarlo como uno se imagina. Vivo el presente con felicidad, pero me asusta el futuro que le espera: la violencia, la droga, la delincuencia. Espero estar siempre a su lado para protegerlo". Con respecto a sus ambiciones, Susana, que es licenciada en Enfermería e instrumentista, se ilusiona con ejercer algún día esa carrera para mejorar sus ingresos, ya que hoy vive con lo que gana como empleada pública.
Por otro lado, Rosa (29), madre de Malena y Joaquín, aspira a que sus hijos "tengan un buen estudio y sean personas de bien; que sean responsables y cariñosos y sigan el ejemplo de sus padres". Y agrega: "desde que uno se convierte en madre, se dejan de lado muchas cosas; por ejemplo, las coqueterías. Pero también hay premios: es tan hermoso verlos a los dos cuando están durmiendo". La joven teme, como muchas madres, que los chicos "salgan a la calle y no vuelvan nunca más. Por eso hay que protegerlos constantemente", aconseja.
"Afortunada"
Y el poema agrega: "Aprendí con el correr del tiempo, y en mis andanzas peligrosas, de cada uno de tus consejos". Nancy (27) es madre de Josefina, de un año y medio. Dice que uno de los temores que la asaltan es que su beba sea afectada por la gripe A o el dengue. "Soy ama de casa y me gusta serlo", expresa con orgullo, a pesar de querer tener más tiempo para dar rienda suelta a una inclinación artística: pintar cuadros. La joven considera que es "una afortunada porque tengo una familia bien constituida y un marido a la par que me ayuda con la crianza de ’Jose’". Para el domingo sólo espera una fiesta familiar en armonía, "aunque un regalito no vendría mal", dice con picardía.
Laura (26) está acompañada por su esposo. Muestra con orgullo entre la multitud que busca regalos para el domingo a Agostina, de un año y cuatro meses. "La llegada de ella me cambió totalmente la vida. Esta es una felicidad que sólo se la experimenta cuando se es madre. Se ama a nuestra madre, pero cuando uno llega a la maternidad recién se la entiende en toda su dimensión", ilustra. La mujer dice que cuando va a su trabajo en el Siprosa "me cuesta horrores dejarla con la empleada, pero en la casa no se puede prescindir de ese dinero". Su plan futuro gira en torno de Agostina: "le daré todo a mi hija hasta que ella decida qué hacer con su vida; por supuesto que lo principal es que estudie para que tenga un porvenir", señala.
Lunes, 19 de octubre de 2009