El Concejo Deliberante aprobó una ordenanza que prevé un decibelaje de 30 de noche y 35 de día. Sin embargo, la sesión se realizó en medio de una agria polémica entre algunos concejales, una ONG contra los ruidos molestos y un grupo de personas que aparentemente estaban en contra de la ordenanza.


Algunos ediles, como Carlos Alonso quien aprobó la norma, dijeron que “una cosa son los ruidos molestos y otra el problema de convivencia”.

Acusó ala ONG contra los ruidos de “actitudes patoteriles” y "aprietes", respaldado por un grupo de vecinos, a quines se les atribuyó actuación política.

La Capital se rige ahora por una nueva normativa en materia contaminación sonora que toma consideraciones de la Organización Mundial de la Salud y que actualiza la ordenanza 1472 sancionada en 1984. Los límites máximos para cualquier clase de ruidos han sido sensiblemente reducidos y regulados de acuerdo a zonas de aplicación

A estas modificaciones se suma una ordenanza también reciente que crea una oficina de contralor con participación mixta de autoridades municipales y vecinos.

Las enmiendas, impulsadas por una coordinadora vecinal contra ruidos molestos y presentadas por el concejal Manuel Cuevas, fueron aprobadas anoche en el Concejo Deliberante por unanimidad de sus miembros

Los límites autorizados en las llamadas zonas residenciales son ahora de 30 decibeles para horario nocturno y de 35 para el diurno.

Pero la autorización es todavía inferior para zonas de influencia de hospitales y bibliotecas públicas donde rige 25 y 30, respectivamente.

Zonas de enclave de comercios o industriales, los límites en cambio se extienden entre 50 y 65 decibeles.

Los niveles máximos "no podrán ser excedidos dentro de cualquier predio vecinos

El exceso de ruidos es cuantificable con recomendaciones de al OMS y también con legislaciones vigentes en ciudades como Rosario, Sante Fé,, Mendoza y la Capital Federal, entre otras

La ordenanza persigue el propósito de evitar " y reducir la degradación del ambiente y los perjuicio sobre al salud y el bienestar de la población"

Señala que la ordenanza debía ser actualizada para "la convivencia urbana" y porque hoy la población reside mayoritariamente "en viviendas de construcciones económicas"

El "conglomerado de estas viviendas, sumado al tipo d e construcción que revisten y la proximidad de la mismas, requieren una regulación específica en cuanto a la contaminación sonora".

Añade que "los ruidos que exceden la normal tolerancia -especialmente la música de alto volumen- traspasan con mayor intensidad los ocales, viviendas o ambientes físicos que los originan, causando daños a la salud de las personas e intranquilidad pública"

Agrega que "no sólo producen afectaciones el volumen de los ruidos, sino también las vibraciones y la reiteración de los mismos , aún cuando no alcancen los límites permitidos"•

Concejales dijeron en el espíritu de la ordenanza es el de fomentar la convivencia entre vecinos de la Capital

"Debe entenderse que el límite está en el respeto al derecho del otro",s e señaló.

Viernes, 23 de octubre de 2009