En el marco de la tragedia de la perdida de una vida como la del joven Héctor Caballero, por las cuestiones que sean que ello haya ocurrido, llama poderosamente la atención como en todos los medios provinciales se hace hincapié en la prohibición para ingresar a las aguas del río Uruguay, cuando en realidad dicha regla nada tiene que ver con los hechos acaecidos.
¿Deslindando responsabilidades?
En el marco de la tragedia de la perdida de una vida joven como la del joven Héctor Caballero, por las cuestiones que sean que ello haya ocurrido, llama poderosamente la atención como en todos los medios provinciales se hace hincapié en la prohibición para ingresar a las aguas del río Uruguay, cuando en realidad dicha regla nada tiene que ver con los hechos acaecidos.
Llamó la atención como en los medios provinciales se ponía énfasis en la prohibición de ingresar a las aguas del río que rige en la costanera, como si alguien o algo quisiera deslindar algún tipo de responsabilidad que nadie al día de hoy reclamó.
La prohibición que rige en la costanera libreña para bañarse es motivada exclusivamente por la contaminación de las aguas ya que justo en ese lugar desagüa el arroyo Esperanza, lugar a donde siguen conectadas las cloacas de la gran mayoría de las casas del centro y de la zona mas alta de Paso de los Libres, por lo tanto la contaminación es evidente y llevó a que el municipio prohibiera el baño en ese lugar por los peligros de contraer enfermedades y bajo ningún punto de vista por que en la zona existiera otro tipo de peligro que no sea general o común a otras playas de río.
El desgraciado hecho motivado vaya a saber uno si por irresponsabilidad, desgracia, inexperiencia, pero incomprensible al fin, tiene que llamar a la reflexión a las autoridades y a entender que el paseo además de ser bonito tiene que ser seguro y esa seguridad tendría que venir desde la comuna, poniendo cuidadores, bañeros o lo que sea con autoridad suficiente para intervenir en determinadas situaciones y tratar de evitar otras tragedias, que no hacen mas que enlutar a toda una comunidad.
El énfasis sobre que el hecho sucedió en aguas donde estaba prohibido bañarse provino, curiosamente, desde medios oficialistas locales desde donde levantaron la noticia los demás medios provinciales que erróneamente difunden una prohibición que no era tal, o en el mejor de los casos no era el motivo la peligrosidad física del lugar.
Roguemos que este sea el último caso que se tenga que llorar en la comunidad y que el tan promocionado paseo ribereño tenga una seguridad acorde a las circunstancias que no es solamente el hecho del ingreso a bañarse, sino también la seguridad contra la delincuencia que impera en el lugar, a la vista de todos y que nadie ha hecho nada hasta el momento.
Sábado, 24 de octubre de 2009