El país vecino celebra las elecciones con la batalla entre el oficialista Mujica y el conservador Lacalle. El primero es el favorito, aunque su triunfo no le alcanzaría para evitar la segunda vuelta. Muchos uruguayos que viven en Argentina cruzaron el charco para participar de los comicios.
Foto: Mujica - Lacalle

Unos 2,5 millones de uruguayos votarán mañana en las sextas elecciones presidenciales desde el retorno a la democracia en 1985, en las que las encuestas dan como triunfador al frenteamplista José Mujica sobre el conservador Luis Lacalle, pero sin la mayoría suficiente para evitar el ballotage del 29 de noviembre.

La jornada electoral de mañana, que será seguida por una veintena de observadores internacionales, incluye también la realización de dos plebiscitos: uno para anular la ley de Caducidad, que amnistió al grueso de los represores de la dictadura (1973-85), y otro sobre el Voto Epistolar para permitir que voten por correo los uruguayos radicados en el exterior.

El favorito candidato a presidente en todas las encuestas aparece el ex tupamaro, ex ministro y ex senador del centroizquierdista Frente Amplio, José "Pepe" Mujica, con un caudal que oscila, según las consultoras, entre 45 y 49 por ciento de los votos.

Ese caudal de votos le permite a Mujica un cómodo triunfo sobre su principal contendiente, el ex presidente (1990-95) del Partido Nacional (Blanco), Luis Lacalle, que reúne entre 28 y 32 por ciento de las preferencias, pero pone en duda en casi todos los sondeos que pueda superar el 50 por ciento necesario para evitar una segunda vuelta.

Lacalle se manifestó seguro de que enfrentará en el ballotage a Mujica y allí espera reunir al grueso de los votantes del también conservador candidato presidencial del Partido Colorado, Pedro Bordaberry, que suma entre 11 y 15 por ciento de los votos, según distintas encuestas, para triunfar sobre el oficialismo.

Todo el año las principales consultoras -Factum, Radar, Cifra, Equipos Mori- mantuvieron a Mujica con una ventaja de entre 15 y 20 puntos sobre Lacalle.

Mujica ha comprometido, si gana, una continuidad del gobierno de Vázquez, que goza de una alta popularidad al final del mandato, secundado además como candidato a vicepresidente, por su "arquitecto" económico, Danilo Astori; en tanto Lacalle alienta un regreso al poder después de 20 años.

Los frenteamplistas, con los dos integrantes de la fórmula, esperarán los resultados mañana apostados en un hotel céntrico de la capital, mientras otro tanto harán los blancos en la también central Plaza Matriz.

Las calles de la capital, donde vive aproximadamente la mitad de la población total del país, lucen mayoritariamente embanderadas con los colores del Frente Amplio, lo que hace presumir que este distrito se consolidará como bastión del centroizquierda que gobierna desde 1990.

Los simpatizantes de la coalición gobernante están confiados de que se ganará nuevamente esta elección, aunque las dudas persisten sobre si será en primera o en segunda vuelta.

En la elección de mañana, de carácter obligatorio, competirán Mujica-Astori; Lacalle-Jorge Larrañaga, mientras Bordaberry irá acompañado por Hugo de León.

También competirán Pablo Mieres-Raúl Rodríguez por el centrista Partido Independiente y la izquierdista Asamblea Popular, con Raúl Rodríguez y Delia Villalba.

Con más de medio millón de connacionales en el exterior, nuevamente llegaron muchos uruguayos para la jornada electoral, sobre todo de Argentina, pero también desde Brasil y Paraguay.

Fuentes del Frente Amplio confirmaron que se contabilizaban al menos 17.000 personas que viajaron con pasajes bonificados de la empresa de catamaranes Buquebús, además de los pasajeros comunes, que llegaron tanto a los puertos de Montevideo como al de Colonia.

Y por vía terrestre se contabilizaron 280 ómnibus que ingresaron desde Argentina por el puente que une Colón con la ciudad uruguaya de Paysandú.

Uruguay cumplirá su sexta elección desde el retorno a la democracia. Desde entonces el país tuvo tres gobiernos colorados, uno Blanco y el actual de la centroizquierda.

Las elecciones de 2009 encuentran al país, de algo más de 3,2 millones de habitantes, con un PIB de 32.207 millones de dólares, una desocupación de 7 por ciento y una inflación anual de 6,89 por ciento, según los últimos datos disponibles.

El candidato que resulte electo asumirá el gobierno el primero de marzo de 2010 para un período de gobierno de cinco años.

Sábado, 24 de octubre de 2009