Por Carlos A. Pérego
Allá a principios de agosto escribía una nota editorial sobre las salud en nuestra ciudad, “El negocio de la salud en Paso de los Libres” se titulaba, en ella describía las falencias de las clínicas privadas, principalmente Clínica Madariaga, ejemplo vergonzoso del mercantilismo de la salud en Paso de los Libres. Mi ingenuidad me llevó a pensar que por lo menos dicha nota llevaría a que hubiera al menos un mínimo estallido de cordura y responsabilidad en los propietarios, pero nada mas lejos de la realidad, nada cambió, las críticas y denuncias fueron en aumento.
En aquella oportunidad daba cuenta que durante el turno noche quedan tan solo dos enfermeras para atender a mas de 20 pacientes, y que generalmente no había médico de guardia ya que los propietarios de dicha entidad no se avenían a pagar a los profesionales. La situación sigue exactamente igual.
Recibí innumerables mails contando de situaciones similares a las que se denunciaba en la nota, mucha gente vio reflejada en la misma y demostraban la profunda impotencia ante el avasallamiento de los propietarios de la clínica Madariaga que no generan la contraprestación por lo que se está pagando. Varios fueron quienes vinieron a mi domicilio a dar muestras de apoyo en lo que se relataba, pero lo lamentable es que nada se hizo, nadie mas levantó una voz.
Comentábamos en la misma sobre el estado edilicio calamitoso de dicha clínica, es verdaderamente insólito que el municipio no se constituya en el lugar a fin de constatar las serias irregularidades, los techos y paredes llenas de hongos, baños que no funcionan, y si es así lo que está a la vista, uno se pregunta como serán las dependencias en las que el público no tiene acceso.
Además no cuenta con un grupo electrógeno adecuado con lo que esa situación acarrea de peligrosidad para los internados, al igual que aires acondicionados que no funcionan o ventiladores que oscilan peligrosamente, lo que determina una falta total de responsabilidad por parte de los propietarios, agregándose a estas falencias las de colchones en mal estado, sabanas que ya cumplieron su ciclo hace mucho tiempo, entre otras.
Alguno de los propietarios de Clínica Madariaga serían el Dr. Néstor Alicio, Hector Avdeichuk, Clara Bence, Elena Chiappano, “Yiyi” Mongiat, Mirian Mongiat, Jorge Orsetti, Mary Ponce de León, Sra. De Gallesio, entre otros, quienes privilegian ante cualquier situación la faz monetaria en detrimento de los servicios que deberían prestar, por esa razón es que no son pocas las denuncias de cobro de medicamentos que no se aplican, oxígeno que no se usa, entre otras irregularidades, hechos que ya determinaron denuncias ante obras sociales por las falencias en los servicios que luego son muy bien facturados a las mismas.
La atención médica se encuentra dentro de lo razonable, aunque las imprudencias de algunos profesionales al no observar las indicaciones del médico de cabecera del enfermo llevan a que se generen situaciones irremediables, que muchas veces quedan ocultas por la ignorancia propia del paciente y/o familiares que confían en los médicos. Como el caso que me involucra personalmente en el que la Dra. Clara Bence, como médica de guardia, medica a mi padre contrariando las indicaciones del médico que lo atendía, seguramente por no haber leído las mismas, hecho que podría haber sido una de las causantes del empeoramiento del estado de su salud de mi padre y que determino su fallecimiento, nunca se va a saber, pero el hecho concreto es que la imprudencia devenida de la soberbia seguramente muchas veces han causado situaciones irreversibles que uno no sabe. Este es un caso, sería muy ingenuo pensar que es el único.
Nuevamente la salud de los libreños está en el ojo de la tormenta, los inescrupulosos lucrando con la desgracia ajena, entendiendo a los pacientes como clientes y no como enfermos.
Es una realidad que todo emprendimiento comercial debe ser lucrativo, la Clínica Madariaga es un emprendimiento comercial y por ende debe dar ganancias, pero bajo ningún punto de vista la misma debe ser generada en forma inescrupulosa, quitando servicios o brindándolos mal, amparándose en el hecho que nuestra ciudad adolece de la cantidad de camas necesarias para atender a una población de mas de 60000 habitantes, hecho que por cierto genera que guste o no siempre haya gente haciendo cola para atenderse.
Es algo así como un monopolio de la salud, que se encuentra en muy pocas manos, esta situación tenderá a revertirse con la concreción del tan mentado hospital nuevo, o con la refacción total del actual, hecho que determinaría que muchos de estos atropellos terminaran.
Hay un concepto equivocado en nuestra población con respecto a las clínicas privadas, se piensa que la atención es mejor que en el Hospital San José, nada mas lejos de la realidad, la única diferencia es el servicio de hotelería, ya que en el nosocomio local no existen habitaciones privadas, situación que podría revertirse con la construcción del nuevo Hospital, la atención médica y de enfermería es constante y por sobre todas las cosas siempre hay médicos de guardia.
La nota escrita en aquella oportunidad terminaba con las siguientes consideraciones que siguen teniendo absoluta vigencia:
“Esta situación que se vive generalmente queda oculta por la clase médica por el espíritu de cuerpo, por la gente por el temor a una improbable “venganza” si tiene que atenderse y por las autoridades competentes por la falta de controles eficientes, con el agravante que desde el municipio no existe tampoco el control y la justicia no atiende de oficio a las denuncias que se pudieran dar.”
“Definitivamente la salud en Paso de los Libres esta enferma y nadie la quiere curar, estamos en manos de inescrupulosos que lucran con la salud de la gente.”
Martes, 27 de octubre de 2009