“Tenemos que trabajar muy fuerte para revertir la desconfianza de la gente en algunos organismos”, dijo el jefe de Gabinete. Primera admisión de que nadie cree en el indec. No más confianza ciega
En el día de su debut como jefe de Gabinete, a Sergio Massa le tocó ser el primer funcionario kirchnerista en admitir públicamente la crisis del INDEC. Lo hizo mientras desde la Casa Rosada echaban a rodar la versión de que en las próximas horas se renovarían las autoridades del cuestionado ente estadístico, independientemente de la suerte que corra el ideólogo de su intervención, Guillermo Moreno.
“Me preocupa que no tengamos la capacidad de transmitir confiabilidad a la sociedad sobre cómo está funcionando cada una de las instituciones”, dijo Massa por radio. Y agregó que hace falta “construir una muy fuerte confianza del ciudadano en todas las instituciones del Estado, y eso obviamente incluye al INDEC”.
“En todos los estamentos y ámbitos del Estado hay que trabajar muy fuerte para que en aquellos organismos en que la gente confía aumente la confianza, y en aquellos en que la gente desconfía aumente aun más la confianza”, remató el jefe de ministros.
Recuperar el control del INDEC de manos de Moreno fue un objetivo confeso pero inalcanzable para Felisa Miceli, Miguel Peirano, Martín Lousteau y Alberto Fernández. Pero ni los tres ex ministros de Economía ni el ahora ex jefe de Gabinete llegaron a ponerlo en palabras siendo funcionarios.
Lejos de admitir que había que “trabajar muy fuerte” para devolverle credibilidad al organismo, Alberto Fernández se puso en mayo pasado al frente del lanzamiento del nuevo índice de precios al consumidor (IPC), al que intentó presentar como el fin de las manipulaciones.
Una ilusión que se diluyó a los pocos días, cuando se supo que la nueva calculadora admitía aumentos de precios incluso menores que la anterior. Massa disparó los primeros tiros mientras otros voceros oficiales apuntaban sus cañones por lo bajo contra la directora del INDEC, Ana Edwin.
Junto con Beatriz Paglieri (quien tiene a su cargo medir la inflación), Edwin conduce el organismo desde mediados del año pasado bajo las órdenes de Moreno. El 16 de marzo cumplió 60 años y desde entonces puede jubilarse. Le ahorraría al Gobierno una nueva renuncia en un área sensible.
Si se va, apuntaron las fuentes, la acompañarían Hernán Brahim, Rubén Zampino y José Luis Blanco. Todos ocupan puestos de poder en los sectores clave del INDEC, todos reportan a Moreno y, a su vez, todos son investigados por el Poder Judicial por hostigar a técnicos opositores. Las manipulaciones son denunciadas por ATE, el gremio que agrupa a la mayoría de los trabajadores desplazados por la intervención. Los dirigentes del gremio oficialista UPCN, en cambio, fueron fotografiados varias veces codo a codo con la patota del secretario de Comercio.
“Nos vamos”, avisó Patota a sus colaboradores
Guillermo Moreno ya les dijo a sus colaboradores que empiecen a guardar sus cosas. “Nos vamos”, contó a sus poquísimos íntimos en el segundo piso de Julio A. Roca 651, donde está su despacho. Lo mismo había anticipado al menos tres veces a empresarios que lo visitaron en las últimas semanas.
Entre ellos, a los de la salud, con quienes Moreno se reunió para discutir el aumento a las prepagas del 40 por ciento. Cuando el encuentro terminaba, Patota avisó que se alejaba del cargo, cosa que no sorprendió a nadie. Lo que sí llamó la atención fue la frase con la que se despidió: “No se olviden de mí”.
El recurso de anunciar su renuncia no era nuevo. Siempre lo hacía para que lo reprodujeran los medios y así la Presidenta se veía obligada a ratificarlo para no aparecer cediendo ante los empresarios y los medios.
Sus enemigos internos en el Gobierno se entusiasmaron esta vez ante el origen oficial de la versión. Lo mismo ocurrió el miércoles, cuando la decisión de despedirlo se ventiló en Olivos, una vez renunciado Alberto Fernández.
En medio de la crisis por la salida del ex jefe de Gabinete, Néstor Kirchner hizo llegar a su tropa (vía su ex chofer Rudy Ulloa) el dato de que Moreno ya estaba afuera y que no lo reemplazarían Mercedes Marcó del Pont ni con Ricardo Echegaray, como se especuló.
La presidenta del Banco Nación y el titular de la oficina encargada de controlar el comercio exterior se quedarán en sus puestos. Cerca de Alberto también desmintieron que la ausencia de Moreno en el acto de asunción de Massa haya sido una condición suya para asistir. Según el albertismo, el pedido fue del propio Massa.
El joven jefe de Gabinete también intentó sin éxito forzar un desplazamiento del guardián de los precios en simultáneo a su designación. Lo único que obtuvo de los Kirchner fue la garantía de que se lo removerá. Pero sin fechas.
Sábado, 26 de julio de 2008