Corrientes (30-6-24): La imprevista -y supuestamente, esclarecedora- declaración de Laudelina Peña, la tía de Loan, el chico desaparecido hace más de dos semanas en la localidad de 9 de Julio, le imprimió un giro inesperado a la investigación judicial que ahora está en manos del fuero federal y, de paso, puso otra vez al Gobierno y a la Justicia de Corrientes en el centro de la escena. De ninguna manera se trata de un acto casual, involuntario, el reingreso a la causa que había cedido por "incompetencia" se dio como una irrupción estrepitosa que sacudió no sólo el ámbito tribunalicio sino el espectro mediático. Fue el tema del día en todo el país. Las derivaciones que tendrá esta maniobra, más allá de la información sustancial que supone aportar a la pesquisa, todavía es difícil de calcular. El resultado se medirá con la moneda que usa la política.
POR LUIS SOSA
Mientras tanto hay algunos aspectos que merecen ser revisados con cierto detenimiento.
* Lo importante: Laudelina dijo que el nene de 5 años fue atropellado por la camioneta que conducían el ex marino Carlos Guido Pérez y la ex funcionaria municipal María Victoria Caillava, quienes además se lo llevaron. De allí se desprende una especulación sobre la vida de Loan ya que no se lo volvió a ver. La tía Laudelina es hermana del papá de Loan y es la pareja de Benítez, uno de los seis imputados del caso que está detenido. Según confesó, se mantuvo en silencio todo este tiempo porque Caillava la amenazó. También implicó con su relato al comisario Walter Maciel que habría ayudado a montar una pantalla para desviar la investigación.
* Lo accesorio, y no menos importante: Laudelina viajó el viernes a la noche hasta Corrientes amparada en una logística aparentemente dispuesta por la Provincia y brindó testimonio ante un equipo de fiscales de la Justicia correntina. La audiencia, dicen, estuvo encabezada por el fiscal Nº 6 de esta Capital, Gustavo Alejandro Roubineau; también habría participado el fiscal de Goya Guillermo Barry. La declaración se extendió hasta la madrugada. Roubineau es una de las espadas de más confianza del fiscal general del Poder Judicial, César Sotelo, quien seguramente estaba en conocimiento de todo lo que se estaba llevando adelante.
* Lo insólito: casi el mediodía de ayer, una seis horas después de que se habían apagado las cámaras en la Fiscalía, el gobernador Gustavo Adolfo Valdés usó su red social para colgar un mensaje. "Se ha dado un gran paso en la resolución del caso Loan". Enigmático al principio, el mandatario evidentemente no pudo contener la ansiedad y removió el avispero mediático. A los pocos minutos los canales porteños se llenaron de títulos y el rating se disparó a las nubes con el Gobernador correntino nuevamente en la cresta de la ola; si era lo que se buscaba, lo lograron.
Un rato más tarde cuando buena parte de los hechos relatados al principio -con más o menos detalles- ya circulaban a toda velocidad por la autopista de las noticias, Valdés reapareció con otra publicación: "Laudelina declaró tanto ante la Fiscalía General como ante la Fiscalía Provincial de Corrientes, y habría narrado cómo fueron los hechos del Caso Loan. Todo lo actuado está remitiéndose ante la Justicia Federal para que proceda conforme a derecho".
Dicen, esos mismos medios que daban información tras los posteos del Gobernador, que Laudelina fue convencida de dar testimonio por su abogado, el doctor José Codazzi, a quien ubican como "amigo" del gobernador Valdés. En el canal de noticias TN aseguraron que "por la presión" de Valdés, el abogado Codazzi consiguió aflojar la resistencia de la tía de Loan.
El mandatario correntino apareció también en la pantalla de TN, pero no le preguntaron sobre esta sugestiva intermediación. Lo dejaron hablar, Valdés afirmó que "todo se hizo dentro del marco judicial, con su abogado defensor presente".
Se ocupó además de resaltar: "Estamos trabajando codo a codo con el Ministerio de Seguridad; es lo que venimos haciendo desde un primer momento para arribar a una resolución". Desde la Nación no dijeron lo mismo. Bullrich, que ya se había ido malhumorada de Goya, apenas rompió el silencio.
Si bien el Gobierno nacional es aliado del provincial, la administración de Javier Milei demora un pronunciamiento público sobre lo que sucede en Corrientes. Por lo bajo hay apreciaciones negativas, pero el Presidente no opina. Bullrich y Valdés, de buena relación en otros tiempos, se eludieron mutuamente, y la ministra de Seguridad durante su estadía en Goya se dedicó a dejar bien en claro las diferencias. Por ejemplo, ordenó que ninguna información se filtre durante la investigación. Tanto es así que emitió una resolución prohibiendo a los funcionarios de Seguridad tomar contacto con los medios de comunicación, "sobre cualquier materia", sin ser autorizados por Carlos Cortés, el responsable del área.
Claramente, lo de ayer descolocó a Pato, a Milei y a todo el fuero Federal. ¿Cómo tomarán esta contribución correntina?
El caso Loan ha provocado un enorme daño a la tranquilidad de Gustavo Valdés. La lentitud en la investigación por impericia de los fiscales locales, la sospecha de corrupción de la Policía provincial compuesta por comisarios con denuncias de abuso sexual, tal el caso del detenido Walter Maciel, el repiqueteo de los medios porteños con preguntas incómodas, pusieron al Gobierno provincial en una situación de vulnerabilidad. Con una interna abierta en el Comité, los inquilinos de 25 de Mayo y Salta ven conspiraciones alimentadas desde adentro por un enemigo que es experto en el juego de la "embopa".
No es descabellado suponer que frente a este escenario negativo, Valdés, su entorno o quizás desde la Justicia provincial, se imaginó una reivindicación, y en ese caso el aporte de un testimonio clave para dilucidar el paradero de Loan daría el efecto deseado.
"Un gran paso...", como anunció ayer. El problema es que el terreno está muy resbaladizo.
Con independencia de la verosimilitud que podría tener la declaración de la tía Laudelina, hay hechos que son insoslayables. Un testimonio en paralelo a una causa federal y producido prácticamente en reserva. La posibilidad de un forzamiento a declarar. La llamativa "desaparición" de la testigo. Y lo más inconveniente de todo, un gobernador oficiando de vocero de una investigación judicial. Si hubiese sido un fiscal, o el jefe de los fiscales, sería más digerible, pero el jefe del Poder Ejecutivo propalando novedades que deberían estar bajo secreto de sumario, a través de su cuenta de la red social resulta incordiante con la división de poderes. Quizás no lo advirtieron, pero en el entusiasmo de dar buenas noticias, la actuación gubernamental podría interpretarse como una intromisión en el rol de otra jurisdicción. Es verdad, está en juego la vida de un niño, pero la institucionalidad igual se puede preservar. No obstante, todo esto quizás quede en el olvido si la versión Laudelina resulta certera, entonces -de verdad- habrá sido un "gran paso". Mejor no conjeturar qué podría pasar si la pista conduce a otro callejón sin salida.
Como colofón de un día agitado, algo bueno dejó tanto trajín, al menos la ministra Bullrich no insistió con la idea de tomarle radiografías a la panza de los animales.
Domingo, 30 de junio de 2024