Por Gabriel Link
Al igual que lo hecho el año pasado, con la bailarina Eleonora Cassano, la dirección de cultura de la municipalidad volvió a despilfarrar fondos públicos en un espectáculo dirigido exclusivamente a un reducido público de elite, con el agravante de que en esta oportunidad los “despreciados” por el gobierno municipal fueron nuestros chicos. Ayer se presentó en nuestra ciudad el famoso payaso “Piñón Fijo”, para el deleite de muy poquitos chicos (los que tuvieron 55 pesos para pagar la entrada) y el deseo insatisfecho de muchos otros que no están a la altura de las circunstancias. Al menos de las circunstancias planteadas por Mirtha Bertone, quien parece, las tiene muy altas.
Tan altas plantea las circunstancias Mirtha Bertone como tiene altas las ínfulas, está claro que no es una mujer de la cultura, es más bien alguien que, por aburrimiento, se acercó a ella. Resultados a la vista, su gestión al frente del área desencanta y enoja a cada integrante de la comunidad cultural de la ciudad, claro, esa comunidad es tan reducida que no tiene la fuerza necesaria para protestar y ser escuchada y entonces Bertone sigue conduciendo sin lineamientos lógicos un área que debería dedicarse a despertar la intelectualidad de la comunidad toda, en vez de buscar satisfacer los caprichos de su directora y de la anodina “burbuja culturosa” que la rodea.
Más allá de las mentiras que contó Bertone en los medios “amigos” el espectáculo fue organizado, difundido y subvencionado por la municipalidad. Las entradas se vendían en una dependencia municipal, la misma dependencia municipal en la que se desarrolló el espectáculo, el Cine Ópera, que fue comprado con fondos del estado provincial y luego transferido al estado municipal. Y es con fondos de ese mismo estado municipal que el cine Ópera se sostiene. Y no pareciera ser lo ideal que el estado invierta esas sumas de dinero para que luego se monten shows a los que solamente tendrán acceso 300 o 400 chicos ricos en desmedro de otros 20.000 que no pudieron entrar.
De manera alguna es admisible lo que hace esta administración en términos culturales y en ese sentido nos reiteraremos hasta cansarnos (y cansarlos) porque no tienen derecho a realizar estos actos de discriminación con el dinero de los contribuyentes.
No deben y no pueden ser utilizados los recursos municipales para espectáculos que no sean públicos y populares, no debe y no puede el municipio subvencionar espectáculos dirigidos exclusivamente a sectores de alto nivel adquisitivo, el estado no está para eso, el estado está para garantizar la igualdad de posibilidades y no para generar divisiones sociales basadas en hechos culturales. Es una verdadera locura que esta gente insista en este sentido, y, como en todo, tanto los medios como los concejales están siendo cómplices de estos hechos de barbarismo culturoso en nombre de una cultura a la que insultan.
Los vecinos más pobres también pagan impuestos, también son contribuyentes y esos fondos recaudados en los barrios pobres son empleados para estas tilinguerías de clase que impulsa Mirtha Bertone con la anuencia del intendente municipal.
No es Bertone una mujer con alto nivel cultural, a eso uno puede averiguarlo con solo escucharla hablar, tampoco es una persona con marcada sensibilidad, virtud esta, que debería ser excluyente a la hora de pensar en el nombre del secretario de Cultura, normalmente los artistas la tienen, los buenos artistas, claro.
La cultura es la sonrisa…
Con su ya clásico estilo Bertone insiste en separar a los ricos de los pobres ejerciendo para ello en un área que solamente debe ser utilizada para unir, la cultura. Con sus decisiones, esta mujer no hace más que demostrar sus limitaciones intelectuales y sus ansias por formar parte de un sector de la “sociedad” libreña que no la incluye. Figurando en caros espectáculos, Bertone se mete, aunque sea un ratito (y “por la ventanita del baño”) a compartir el lujo de las familias ricas de Paso de los Libres.
Mirtha Bertone, cabe recordarlo, es la principal culpable de la desaparición de la Feria del Libro de Paso de los Libres, hecho cultural relevante, si los hubo, que con mucho esfuerzo un grupo de gente con buenas intenciones y con un correcto concepto del término “cultura”, capitaneado por Isidoro Schejter, supo promover sin mayor intención de lucro que la de contribuir a la formación de un pueblo que, en términos artísticos, no tiene mucho de valor.
Kermese por Feria
La idea original, plasmada en varias versiones durante el tiempo en que la organizó la Casa de la Cultura, fue ampliamente superadora de las expectativas, la feria establecía un ámbito artístico que Libres no posee, con la idea de que se instale en los más jóvenes la costumbre de leer y también de despertar en ellos alguna inclinación hacia las diferentes áreas artísticas, que el estado municipal jamás promovió. Pero la mediocridad de esta mujer, que formaba parte de ese núcleo inicial que parió la Feria, pudo más que su sentido común y ni bien tuvo un poco de poder se encargó de desarticular la organización de la gente de la Biblioteca Sarmiento y, asumiendo que tenía la capacidad necesaria para llevar adelante tan importante evento, dejó de lado a Schejter y Cia, convenció al intendente de que la apoyara financieramente y se largó sin paracaídas. El fracaso fue rotundo, la “Feria” de Bertone fue un papelón que pareció más una kermese, y el resultado fue el esperado. La Feria del Libro de Paso de los Libres pasó definitivamente a “mejor vida”.
Lo saco porque no me gusta
La misma suerte corrió el “Pre Cosquín”, al parecer a Bertone no le gusta el folclore y consideró que era un gasto innecesario montar la subsede del festival de raíces populares más importante de toda América latina, que con tanto esfuerzo consiguió traer a Libres Laly Giorgio cuando ocupaba el cargo que hoy desperdicia esta señora. Mirtha decidió que no se hacía más… y no se hizo más.
Está claro que la dirección de cultura municipal adolece de la peor enfermedad que podría mostrar, la ignorancia, una ignorancia que lleva a quien conduce el área a demostrar que es lo que uno no debe hacer desde el poder, una ignorancia que lleva a convertir hechos culturales importantes, como lo son la llegada de prestigiosos artistas a nuestra ciudad, en actos cuasi delictivos.
Nivelar para abajo
Probablemente Bertone intente “nivelar”, como hacen habitualmente, y en los próximos días organice algún “espectáculo” callejero con dos o tres de sus laderos disfrazados de payasos para entretener a los chicos pobres, tal vez en la costanera, para que su jefe pueda sacarse una foto inaugurando la nueva cuadra de pavimento. Y creerá “la señora” que fue “justa”, con unos y con los otros. Alimentando esa repugnante práctica de dividir a la sociedad que vienen manteniendo desde que gobiernan.
Utilizar los impuestos pagados por los pobres para entretener a los ricos es malversar fondos, y negarles a los chicos que no tienen plata la única posibilidad que tendrán en su vida de conocer a un ídolo como Piñón Fijo es malversar la confianza de quienes los votaron, y el tándem Vischi/Bertone lo sigue haciendo, como malversan también el significado de la palabra cultura, significado este que “creen” conocer y demuestran ignorar.
Jueves, 12 de noviembre de 2009