El éxito depende de la práctica y de la paciencia, en un principio es mejor comenzarlos en solitario; después la ayuda de la pareja será muy importante para que éstos funcionen.
Escribió Rafael Robledo en el diario mexicano El Universal: La excitación sexual masculina es como una escalera, en la que cada peldaño está más próximo a la eyaculación. Cuando se llega al último escalón, el nivel de excitación es tan alto que salta automáticamente el reflejo de ella sin que se pueda evitarlo, perdiendo después la excitación y la erección.
Por eso, para evitar la eyaculación se debe frenar la subida antes de alcanzar ese nivel máximo de excitación. Si la estimulación se detiene en el peldaño anterior, ésta no se realizará.
Ese último punto de control es la fase de meseta y hay aprender a distinguirlo para utilizarlo como límite en los ejercicios de entrenamiento. En cada paso de éste, el estímulo es más intenso y se necesitan más repeticiones para alcanzar un control suficiente antes de pasar a la fase siguiente.
Es importante que los ejercicios se realicen con la idea de disfrutar y se comprenda que la masturbación es una parte muy importante para alcanzar mejores resultados.
1er. ejercicio: masturbación en solitario.
La atención debe centrarse en las sensaciones del pene y estar pendiente de su excitación. Se comienza la masturbación y cuando se note que está cerca del orgasmo (pero antes de llegar a la eyaculación) debe detenerse el movimiento de la mano y apretar el pene con el pulgar y el índice, por debajo del glande, con fuerza durante cuatro segundos. Después apretar el pene con fuerza en la base otros cuatro segundos.
Asimismo se deberán hacer descender los testículos. La excitación disminuye y al cabo de unos momentos, sin haber perdido la erección, se inicia de nuevo el ejercicio. Poco antes de eyacular, se aprieta de nuevo el pene arriba y en la base. Así hasta cuatro veces, después de esta cuarta ocasión se permite la eyaculación.
Este ejercicio es básico y debe repetirse dos veces a la semana hasta que se adquiera control de la eyaculación y las diferencias entre las tres etapas sean muy claras. El período para lograrlo es de 6 a 8 semanas
2do ejercicio: masturbación realizada por la pareja.
El ejercicio es básicamente el mismo que el anterior pero realizado por la pareja. Él indicará con la voz cuando se deba detener la estimulación manual. A continuación se oprimirá el pene arriba y abajo como en el primer ejercicio y repetirse cuatro veces antes de permitir la eyaculación.
Si se utiliza lubricante alrededor del pene, la sensación puede ser más parecida a una penetración y por lo tanto más placentera para él.
3er ejercicio: penetración con la mujer en posición superior.
Una vez conseguida la erección, pero sin que el juego sexual sea muy prolongado, para evitar que el nivel de excitación sea muy alto la mujer se sienta sobre el hombre y se realiza la penetración.
Los movimientos deben ser muy lentos y dirigidos por el hombre, que tiene que avisar a su pareja el momento en que deba detenerlos. Los dos quietos esperan que el nivel de excitación disminuya sin perder la erección, antes de iniciar de nuevo el movimiento. Después de cuatro repeticiones se permite la eyaculación. Los mismos ejercicios se realizan en posición lateral.
4to ejercicio: Por último, con el hombre en posición superior
Es la más difícil desde el punto de vista del control eyaculatorio. Se basa también en la disminución del ritmo de los movimientos de penetración y sin llegar a pararse completamente, se deben modificar sólo la velocidad y la fuerza de los movimientos.
Durante este período es conveniente realizar un ejercicio de parada y arranque a la semana.
Sábado, 14 de noviembre de 2009