Bs. As. (23-9-24): A horas de hablar ante la Asamblea de la ONU, Javier Milei recibió desde Roma el discurso más duro que el Papa Francisco pronunció en contra de un gobierno argentino desde que llegó a las alturas vaticanas. La amarga ironía sobre un gobierno que invierte en gas pimienta para blindar el ajuste sobre los jubilados, la definición del recurso estratégico del litio como sinónimo de “colonialismo”, las denuncias de “coimas” en Argentina, la reivindicación de la justicia social, la crítica a la inequidad y el aval a un “pueblo pobre” que no se resigna son el mensaje más explícito del líder jesuita sobre su país, en más de una década como jefe global de la Iglesia Católica.

Por Diego Genoud

El presidente suplica por inversiones, mientras el Fondo vuelve a presionar por una devaluación. El Papa habló con información privilegiada. La disputa de La Cámpora con Kicillof.

El contexto del encuentro con los movimientos sociales del que participó Juan Grabois fue parte de un guion que Jorge Bergoglio pensó hasta en el más mínimo detalle, como hace siempre. Es la demostración de que la bienvenida de sonrisas y abrazos que el Papa le dio en febrero no sirvieron para atenuar la brutalidad del plan Milei. A 11000 kilómetros de distancia del lugar en el que vivió durante 76 años, Bergoglio tal vez esté sintonizando con el viraje que experimenta una parte de la sociedad, incluida la que creyó en las profecías de Milei.

Todo indica que empezó una nueva etapa. A más de 9 meses de haber asumido como presidente, Milei se confirma como mejor candidato que presidente y su cátedra pierde alumnos todos los días. Lo sugieren el fracaso de la cadena nacional para no anunciar nada y los números de las encuestas que encarga la extrema derecha. Hay que ser uno de sus fanáticos para tener ganas de escucharlo.

“Todo lo que dijo Francisco sobre la centralidad del pobre, la acusación de comunistas a los que reclaman y la represión, son cosas que siempre plantea. Lo que sí me sorprendió es lo de la corrupción porque es evidente que el Papa tiene pruebas. Hay que empezar a mirar la corrupción de este gobierno, que hizo campaña con el tema, pero también tiene mucho que explicar”, dice un hombre de absoluta confianza del Papa, habituado a ir y venir desde Argentina a Roma. Francisco habló durante casi una hora, pero decidió comenzar su discurso con la confesión que le hizo un emprendedor internacional que lo visitó en el Vaticano y estaba negociando la extensión de una obra. El secretario de un ministro le pidió coimas, aseguró. Cuando la economía se hunde, la corrupción suele agigantarse entre los temas que indignan a la sociedad.

Aunque no viva en Buenos Aires, Francisco también tiene pruebas de que la realidad social se agrava minuto a minuto. Recibe información diaria de obispos y curas villeros que responden a un liderazgo que se mantiene inalterable, en un contraste fenomenal con la dirigencia política argentina. Cuatro días antes del encuentro en Trastevere con los movimientos sociales, ya había recibido a los sindicalistas de la CGT en el Vaticano. Entre ellos estaban Pablo Moyano y Juan Carlos Schmid, dos dirigentes que el jueves se sentaron a coordinar una estrategia común con Pablo Biró.

La mala imagen de algunos sindicatos del transporte en la clase media convive con su inigualable capacidad de fuego: son los que pueden paralizar el país de Milei. Afectados por el regreso del Impuesto a las Ganancias, los integrantes de la antigua CATT hoy están unidos por el espanto. Ven una ofensiva de la ultraderecha que parte de la esencialidad de los servicios para prohibir el derecho a huelga. “Quieren resolver el conflicto social con el Código Penal. La política del gobierno nos pone en peligro a todos”, dice uno de los dirigentes que participó de la reunión del jueves pasado. La defensa de Aerolíneas puede ser el punto de partida de una unidad mayor ante Federico Sturzenegger, el ideólogo del plan para desfinanciar a los sindicatos con la eliminación de la cuota solidaria y los aportes a las obras sociales.

Como pasa con otras organizaciones sociales, los líderes sindicales tienen diferencias que los separan del cristinismo y apuntan también contra gobernadores y legisladores. Los jefes afirman que la CGT mostró de entrada mayores reflejos que durante el gobierno de Mauricio Macri y prometen salir a pelear en defensa propia. Enfrente tienen, según piensan, a un presidente que asumió con mayor poder que Macri gracias al fracaso de la unidad peronista.

El 12 de junio pasado, mientras Milei festejaba la aprobación de la Ley Bases en el Congreso, Bergoglio ya había posado con una bandera de Aerolíneas Argentinas junto a Juan Pablo Brey, el secretario general de Aeronavegantes. Milei quiere privatizar la aerolínea de bandera, pero no tiene los votos en el Congreso y solo podría hacerlo por decreto que terminaría impugnando en la Justiicia. El encuentro del Papa con la CGT incluyó una foto que Sandra Pettovello no pudo exhibir. La ministra de Capital Humano tuvo que esperar para ser recibida en un segundo turno y de la conversación no hubo ni foto ni información oficial. La tensión con Francisco aumentó en los últimos días, cuando Agustín Romo ensayó la respuesta más violenta al mensaje del Papa. El diputado bonaerense de La Libertad Avanza lo definió como “cipayo traidor a la patria al servicio de los peores intereses” por la crítica de Francisco a la campaña del desierto de Julio Argentino Roca. Romo integra la misma cofradía que el secretario de Culto Nahuel Sotelo y el diputado nacional Santiago Santurio. En las cercanías del Papa, los señalan como representantes del Frente Joven y la Fraternidad de Agrupaciones Santo Tomás de Aquino (FASTA), una poderosa agrupación católica que se inspira en la falange española. Los tres dirigentes de la extrema derecha están vinculados a Pettovello y fueron los que arrimaron a Pablo De la Torre al megaministerio que tiene 5 millones de kilos de alimentos arrumbados en galpones.

Con poco para ofrecer a sus propios votantes, Milei y su mesa ampliada ensayan movimientos que pueden resultar un bumerán para sus pretensiones electorales. Como la corrupción que denuncia Francisco, el asado público para festejar el ajuste sobre los jubilados dejó al presidente asociado con la fiesta del poder que prometía erradicar.

Los números de empleo que dio a conocer el INDEC muestran que todos los indicadores empeoraron. El investigador del Instituto de Estudios y Formación de la CTA, Luis Campos, destaca que subieron la desocupación, la subocupación, la demanda de empleo y la ocupación por cuenta propia. No solo hay casi un millón 100 mil desocupados. Además, la presión sobre el mercado de trabajo -que incluye a los que buscan o quieren trabajar más- se elevó del 27,9% al 29,7%.

Además, según el informe del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas, el 74% de los puestos de trabajo que fueron destruidos en los primeros seis meses del mandato de Milei eran asalariados formales. Hoy el 62% de las personas que están sin trabajo son nuevos desocupados, hijos de la motosierra y la recesión. La caída del salario real no generó un aumento proporcional de los puestos de trabajo y los problemas de empleo conviven con el derrumbe de los ingresos. Esa realidad impacta directo en un electorado que vio en Milei una ilusión.

Los datos del segundo trimestre de 2024 muestran una recesión que se extiende y va camino a cumplir un año. Aunque el gobierno festeja que la caída fue menor (1,7%) en relación al primer trimestre, en seis meses la actividad se derrumbó 3,4%. En la comparación interanual, la construcción cayó 22% y la industria 17 %. Pero el dato que delata el fracaso de los fundamentalistas de mercado es el derrumbe de la inversión privada, que cayó un 29,4% interanual.

El gobierno entra en un estado de desesperación por la falta de dólares. Las suplicas del ministro de Economía en la Bolsa de Rosario para que los empresarios inviertan y saquen los dólares del colchón van en línea con el vaticinio de José Rolandi, 10 días atrás, en el aniversario de Shell: “Si el sector privado no da un segundo paso, esto se cae”.

Las versiones de que Petronas dio de baja la inversión de 30 mil millones de dólares que evaluaba hacer en Río Negro son un golpe letal para las proyecciones de La Libertad Avanza. Dañan la autoridad de Milei y la del presidente de YPF Horacio Marín, el ex Tecpetrol que se involucró en la operación para arrebatarle el proyecto a la provincia de Buenos Aires.

Ni el veranito financiero ni los dólares del blanqueo ni la propaganda libertaria alcanzan para despejar el combo de inestabilidad económica e incertidumbre política. La Libertad Avanza tiene por delante un campo minado. El último informe de la consultora Equilibra sobre las proyecciones oficiales muestra la fragilidad que está detrás del dibujo presupuestario. Si en 2025 pretende evitar la devaluación y crecer 5%, dice, el gobierno de Milei financiamiento adicional porque el presupuesto ya incluye un pronóstico optimista de ingresos del sector privado. “Mantener el dólar blend no sería viable en ningún escenario porque el estado no puede resignar ingresos por 20000 millones de dólares”, señala el trabajo de la consultora que dirigen Martin Rapetti y Diego Bossio. Con un esquema que tiene como único objetivo reducir la inflación, el gobierno elige no acumular reservas y acentuar su debilidad. Sin acceso al mercado ni plata del Fondo, afirma, el gobierno es un perro que se muerde la cola.

Al margen de las rees con fondos de inversión que tendrán este lunes en Nueva York, Milei y Caputo rezan para que Donald Trump los salve del mismo escenario que el superministro Sergio Massa intentó evitar por todos los medios, hasta que se vio obligado a devaluar al día siguiente de perder las PASO. Los que conocen la logica que prima en el Fondo insisten en que la salida de Rodrigo Valdés dejó sin excusas a Milei. Salvo que Caputo logre el préstamo que prometió hace tiempo o que Milei esté pensando en aumentar las retenciones al agronegocio, todo lleva a la extrema derecha a subordinarse a la lógica de un poder financiero que quiere garantías de que no habrá dolarización sino devaluación. Wall Street exige lo suyo.

La reaparición de Máximo Kirchner en el estadio Atenas vino a ratificar un dato de la Argentina de Milei. Aunque el deterioro económico y social se acentúa cada mes, nadie capitaliza el descontento. La oposición busca resolver en público las diferencias que no se discuten puertas adentro. No solo La Cámpora la que canta contra el gobernador Axel Kicillof. también Cristina comparte las objeciones que su hijo biológico le hace al más destacado de sus hijos políticos. Pero para los que están afuera de la interna, la interna es incomprensible y, si existen, las diferencias programaticas son impercetibles.

La presencia de Kicillof en el acto de Cristina en Merlo no resolvió nada. Al gobernador se lo vio incomodo y algunos -que le recomendaban que no fuera- dicen que se sintió ninguneado. Entre la ex presidenta y el gobernador, hay una negociación pendiente, una conversación durísima o un duelo que obligaría a Kicillof a enfrentar a Cristina como hizo Kirchner, cuando doblegó a Eduardo Duhalde. Mientras el desconcierto, la orfandad y el enojo con la dirigencia se apodera de los que votaron contra Milei, Massa sigue en boxes. Sería una paradoja que, a la vuelta de los años, la interna del viejo kirchnerismo ponga a los incondicionales de Cristina del lado de Massa y en contra de Kicillof.

Lunes, 23 de septiembre de 2024