Por Carlos Pérego
Los dichos de Ricardo Colombi sobre el apoyo a una eventual candidatura K para el 2011 hicieron que los radicales de un lado y del otro sacaran a relucir las mas ingeniosas y rebuscadas interpretaciones para justificar, para atacar o para desmentir las palabras del futuro gobernador correntino.

Luego del encuentro con el ex presidente y de lanzar la frase del apoyo a una candidatura K para dentro de dos años, el electo Gobernador Ricardo Colombi convulsionó puertas adentro de la UCR. Desde el Comite Nacional, Gerardo Morales, salió a pedir definiciones concretas sobre los dichos so pena de pedir la expulsión del radicalismo de Colombi, la ratificación o rectificación nunca llegó, el Interventor de la UCR correntina Luis Bellia llegó al absurdo de culpar de lo dicho por Ricardo a Nestor Kirchner en un hecho de irracionalidad absoluta.

Desde las usinas ricardistas se ensayaron hasta las mas disparatadas explicaciones, cuando era imposible explicar lo inexplicable. Los esfuerzos por tratar de justificar lo sucedido llevó a que salieran los laderos de Ricardo a manifestar que era necesario el acercamiento con la Nación, que se tenía que gobernar para todos los correntinos, que por fin se terminó el aislamiento de Corrientes y cuanta “sanata” se les ocurría para llevar la discusión hacia otro lado y no a lo que realmente molestó a los radicales, que era la frase del apoyo a la candidatura K en 2011.

Pero lo lamentable de todo esto es que nadie salió a decir que ocurrió verdaderamente, que Ricardo Colombi se acerque a la Nación es una actitud correcta y sumamente responsable, que trate de arreglar los problemas financieros es una actitud madura, que se reúna con ministros, secretarios y la Presidente son cuestiones que nadie en su sano juicio puede criticar, aunque hubieron críticas por la reunión, pero fueron las menos, el hecho que “borocotizó” la figura de Ricardo Colombi fue el apoyo implícito a una candidatura K.

Esa frase es la que causó malestar, no el acercamiento institucional con la Nación, y la misma es la que desvela a los figurones de siempre que rodean a Ricardo como a los medios que se jugaron por su candidatura, como también al propio futuro Gobernador, para tratar de demostrar que no se dijo lo que se dijo, para muestra Ricardo Colombi manifestó a medios nacionales que no había brindado un apoyo “taxativo” para candidatura alguna, lo que en buen criollo significa que la mención al apoyo es tan solo “relativo”, pero que la mención existió no cabe ninguna duda, no hubo ninguna desmentida concreta al respecto.

Por lo demás es de esperar que las diligencias que se encuentra efectuando el gobernador electo lleguen a buen puerto, serán en beneficio de todos los correntinos, y los hechos demuestran madurez política, donde lo partidario debe quedar relegado momentáneamente hasta tanto encausar institucionalmente a nuestra provincia.

Las manifestaciones de Morales, de Bellia, de Alfonsín, de Josefina Meabe y de cuanto gorila anda suelto sobre la inconveniencia de un acercamiento de Corrientes a la Nación, corren por cuenta de ellos. Las declaraciones de los ricardistas tratando de desviar el eje de la cuestión queriendo minimizar algo que de por sí es mínimo, se relativizaba diciendo “si lo dije” o “no lo dije”, pero vaya uno a saber por que cuestión eso no ocurrió.

En definitiva lo positivo son las acciones encaradas por el gobernador electo para insertar en el contexto nacional a la provincia, lo que no debe significar relegación alguna de identidad partidaria si uno se hace cargo de sus dichos. Y lo negativo es escuchar las cavernícolas declaraciones de opositores por oposición misma en el sentido que ven solo el color partidario en detrimento de políticas serias.

El acercamiento de radicales correntinos con el gobierno justicialista no debe asustar a nadie, por el contrario, pero es llamativo como muchos de los que salieron a criticar la actitud del electo gobernador correntino formaron en alguna época parte del radicalismo K.

La única sugerencia que se puede hacer sobre este tema, menor por cierto, es que la responsabilidad comienza por saber lo que se dice, cuando se dice y aceptar lo que se dijo.


Jueves, 19 de noviembre de 2009