Los cortes de energía se dan en forma constante en esta ciudad, al igual que en el resto de la provincia, pero lo llamativo del caso libreño es que los mismos ocurren cuando hay tormenta, cuando se terminó la tormenta, cuando hay sol, cuando hay viento, en cualquier momento y se tornan imprevisibles, por ende los daños ocasionados por los mismos son innumerables, y nadie da soluciones por los mismos. A quien debemos quejarnos?

Los libreños ya perdimos la cuenta de cuantas veces se corta la luz por día, ya no es necesario que llueva o que haya tormenta, ahora sucede a cualquier hora y ante cualquier condición climática, los argumentos por parte de la DPEC son ya hasta irrisorios para ocultar el desmantelamiento y la desinversión al que el ente provincial fue sometido por esta y las anteriores administraciones.

Siempre el culpable es otro, o es Transnea, o problemas en Chajarí, caída de torres, cortes en Salto Grande, o cualquier otra causa que se pueda ocurrir, cuando la realidad concreta es que gran parte de las causas son por el obsoleto sistema de distribución y por la desinversión total en este sentido, para muestra basta decir que extraoficialmente se supo que la Dirección de Energía en Paso de los Libres no recibe elementos mínimos para el mantenimiento desde hace varios meses.

La indignación de la gente ya se volvió impotencia y corremos el serio peligro que nos vayamos acostumbrando a los cortes continuos sin tener a quien quejarnos. La bronca a veces se quiere materializar hacia los empleados de la empresa, quienes por cierto son tan afectados como el común de la población, pero la falta de comunicación de los directivos y la constante intención de esconder las causas de los cortes hace que haya un malestar general. Nadie en la DPEC se anima a decir lo que ocurre puntualmente, siempre son excusas.

Agregado a las molestias que causan los cortes, tenemos que agregar que la tensión generalmente es por debajo de los 190 V, lo que genera inconvenientes diversos en los aparatos eléctricos, inconvenientes de los cuales la Dirección de Energía no se hace cargo. Los cortes y las subas de tensión cuando vuelve la luz ocasionaron desde la quema de equipos de transmisión de Radio FM Sur en dos oportunidades en una sola semana, como también la quema de heladeras, computadoras y un sin fin de artefactos, ante esta situación la comunidad, los ciudadanos, nos encontramos totalmente desprotegidos, ¿Quién se hace cargo de los elementos quemados?, la respuesta es fácil, nadie, la DPEC exige un peritaje en el aparato quemado y un sin fin de trámites por demás engorrosos, para luego si los mismos técnicos de la Dirección deciden que la culpa es de la DPEC, le restituyen el valor del bien afectado “en energía”, el colmo de los absurdos, ya que si se quema una heladera, que vale $ 1500, el usuario recibirá por parte de la DPEC energía por el valor de la misma, pero deberá sacar de su bolsillo el dinero para comprar un nuevo refrigerador, aunque por varios meses no pagará las facturas, absurdo por el lado que se lo mire. A esto debe agregarse los daños y perjuicios ocasionados por los cortes en los comercios por las pérdidas de mercaderías, ¿Quién se los paga?, ¿Quién pagará el perjuicio a FM Sur?, la respuesta sigue siendo la misma, nadie. Se tendrán que entablar demandas judiciales y si prosperan después de mucho tiempo y si no se encuadra dentro de la emergencia de la provincia posiblemente se cobre algo, pero ¿y mientras tanto?.

Lo que sucede en Paso de los Libres, seguramente está sucediendo en toda la geografía correntina, pero alguien debe hacerse responsable civil y patrimonialmente por este atropello al que nos vemos sometidos.

No es normal que los ciudadanos tengamos que andar sufriendo por adelantado, ante cualquier nube que asome en el horizonte, por un corte de energía, y que tendremos que pasar la noche con calor sofocante y a merced de la voracidad de los mosquitos, cuando por pocos días de atraso en el pago de la factura, de la energía mas cara del país, desde la Dirección dan la orden de corte.

Definitivamente los ciudadanos estamos a la buena de Dios, rogándole que no se corte la luz ante las temperaturas extremas que estamos soportando.

A modo de ejemplo mientras este cronista estaba escribiendo esta nota la energía se cortó en dos oportunidades, y la UPS de la computadora en forma constante marca la baja de la tensión, vaya uno a saber a quien echarán la culpa en esta oportunidad.


Viernes, 20 de noviembre de 2009