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Política Persecución
Caso Vialidad: quiénes son los jueces de Casación que fallarán en contra de Cristina Kirchner
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Miércoles, 13 de noviembre de 2024

Bs. As. (13-1-24): Se trata de los camaristas Gustavo Hornos y Mariano Borinsky, quienes como reveló El Destape visitaban a Mauricio Macri en secreto en la Quinta de Olivos y la Casa Rosada durante su presidencia. El primero dijo ante sus pares que mantenía una relación social con el entonces mandatario y fue denunciado por su expareja por violencia de género. El tribunal se completa con el magistrado Diego Barroetaveña, designado en Casación por Macri y quien favoreció a al primo Calcaterra en la causa Cuadernos.

Por Franco Mizrahi

La red de relaciones de quienes impulsaron la causa Vialidad en instrucción, de quienes juzgaron a la expresidenta Cristina Kirchner en un juicio sin pruebas y de quienes revisarán esa sentencia este miércoles en la Cámara de Casación expone el verdadero motivo por el que se creó esta causa emblemática del Lawfare: para perseguir a CFK.

Los camaristas de Casación Gustavo Hornos, Mariano Borinsky y Diego Barroetaveña son quienes revisarán la condena a Cristina Kirchner a 6 años de prisión e inhabilitación a ejercer cargos públicos, dictada en la causa Vialidad. Este miércoles a partir de las 11 darán a conocer si anulan esa condena, si la disminuyen, la amplían o la confirman. A juzgar por las filtraciones en los medios de comunicación hegemónicos, la confirmarán. No sorprende. Los tres jueces tienen en común un vínculo directo con Mauricio Macri. En un tuit de este martes, CFK se refirió a lo que sucederá este miércoles y definió a esos tres camaristas como "Los copitos de Comodoro Py", en un paralelismo con la banda que intentó asesinarla. "Mañana a las 11hs verás nuevamente en acción a 'Los Copitos de Comodoro Py' cumpliendo la orden impartida por el Grupo Clarín en la tapa publicada días después de que intentaran asesinarme en la puerta de mi casa. ¿Te acordas? 'La bala que no salió y el fallo que sí saldrá' era el título de la nota del editor del diario Clarín de ese día. O sea; si no me mataron, tengo que estar presa", tuiteó.

Los camaristas Hornos y Borinsky, como reveló El Destape, visitaban asiduamente a Macri en secreto en la Quinta de Olivos y la Casa Rosada durante su presidencia. Lo hacían en fechas cercanas a cuando fallaban en contra de dirigentes kirchneristas. Cuando se conocieron sus escandalosos encuentros con el entonces mandatario, Hornos fue interpelado por sus pares, a quienes les dijo que mantenía una relación social con Macri. Borinsky y Macri confirmaron que jugaban al paddle o tenis, es decir, que se encontraban fuera de los ámbitos institucionales. Barroetaveña, por su parte, fue designado en Casación por el propio Macri, está mencionado en los chats del caso “Vuelo a Lago Escondido” y falló a favor de sacar del juicio del caso Cuadernos y enviarlo a la justicia electoral al primo Ángelo Calcaterra bajo la excusa de que no pagó coimas sino aportes de campaña irregulares, decisión por la que fue denunciado ante el Consejo de la Magistratura.

Esta red de vínculos explica el fallo que se conocerá este miércoles. Al que hay que darle un contexto mayor. Es que los camaristas que se reunían con Macri en Casa de Gobierno y Olivos confirmarán el fallo de quienes jugaban al futbol en la quinta Los Abrojos, de Macri. El juez del juicio Rodrigo Giménez Uriburu –quien firmó la condena contra CFK junto a Jorge Gorini y Andrés Basso- y el fiscal Diego Luciani –el acusador del debate- jugaban juntos en el equipo de jueces y fiscales Liverpool y hay fotografías que los muestran participando de eventos futbolísticos en la quinta del expresidente.

Como si esto fuera poco, el juez que instruyó la causa en primera instancia fue Julián Ercolini, uno de los jueces que viajó en un vuelo privado a la mansión de Joe Lewis en Lago Escondido, junto a otros magistrados, funcionarios porteños y un ex espía, todos invitados por dos ejecutivos del Grupo Clarín. Entre los pasajeros de ese vuelo selecto estuvieron el camarista Carlos Mahiques (nombrado en Casación por Macri) y su hijo Juan Bautista (exoperador judicial de Macri y ahora Fiscal General porteño). ¿Por qué este último dato es relevante? Porque el fiscal ad hoc junto a Gerardo Pollicita en la instrucción de la causa Vialidad fue Ignacio Mahiques, hijo de Carlos y hermano de Juan Bautista.

Recordemos: el impulsor del caso Vialidad, en 2016, fue Javier Iguacel, quien entonces era director de Vialidad nacional. Al día siguiente de asumir al frente de ese organismo, Iguacel ordenó una auditoría solo para las obras viales de la provincia Santa Cruz. Fue su primera decisión como director de Vialidad. Lo que pudo armar con ese estudio lo envió a Comodoro Py. El caso fue bien recepcionado en los tribunales federales de Retiro por Ercolini. La tesis era que CFK, supuestamente, había favorecido al empresario Lázaro Baez con obras y que luego el empresario le pagaba un “retorno” a través del alquiler de hoteles de la familia Kirchner en el sur.

La acusación de los fiscales de juicio Diego Luciani y Sergio Mola se tomó de la presentación de los denunciantes y sostuvo que se dieron diversas irregularidades en 51 obras adjudicadas a Báez. Las dos más relevantes: el incumplimiento en las tareas o demoras injustificadas, por un lado; y supuestos sobreprecios, por otro. Ambas cuestiones fueron derribadas por los diversos testigos que prestaron declaración en el juicio. Por ejemplo, Justo Pastor Romero, uno de los dos ingenieros que firmó el informe de auditoría de Vialidad en el que se basa la denuncia de Iguacel que dio inicio a la causa, demolió la acusación cuando atestiguó: “De nuestro informe no se desprende que haya rutas paradas y no construidas. Tampoco que haya defectos constructivos de importancia. Y tampoco se desprende que haya desvíos en certificaciones. Mucho menos el informe habla de sobreprecios”, aseguró el especialista, quien también dijo que jamás consideró que el trabajo que hizo iba a ser usado para una acusación penal.

¿De qué se la acusó a Cristina en instrucción? De ser la jefa de una asociación ilícita que asignó supuestamente de forma irregular recursos para solventar obras adjudicadas a Báez en Santa Cruz y que este luego le pagaba por ello. Es decir, se consideró que los gobiernos kirchneristas fueron una asociación ilícita. Finalmente, la condena en juicio no dio crédito a la asociación ilícita e hizo foco en una presunta administración fraudulenta. Por eso a CFK la condenaron a 6 años de prisión y no a 12 como pedía la fiscalía. Lo que mantuvieron los jueces fue lo que verdaderamente motivó el avance de esta pesquisa: la inhabilitación perpetua para que Cristina ejerza cargos públicos, es decir, su proscripción.

"¿Por qué me condenan 'Los Copitos de Comodoro Py'? -preguntó CFK en su tuit de este martes-. Por un delito que como Presidenta nunca pude haber cometido: el de administración fraudulenta en obras viales, aprobadas por el Parlamento en los presupuestos nacionales, licitadas, ejecutadas y pagadas por el gobierno de la Provincia de Santa Cruz y aprobada su rendición de cuentas por la Auditoria General de la Nación y el Congreso de la Nación desde el 2003 al 2015. Tan es así, que ningún Jefe de Gabinete de la Nación -constitucionalmente responsable de la ejecución del presupuesto y la administración del país- fue acusado y que el propio Ministro nacional responsable del área durante nuestros tres gobiernos, fue absuelto", explicó. "Se vuelve de cualquier lugar menos del ridículo", agregó.

Según filtran los medios hegemónicos de comunicación, Casación confirmará la condena del juicio por 2 votos contra 1. Borinsky y Barroetaveña seguirían la línea del tribunal de juicio mientras que Hornos la de la fiscalía, es decir, la de condenar a la también exvicepresidenta a 12 años de cárcel.

Hornos: su “relación social” con Macri y la denuncia por violencia de género

En febrero de 2021, cuando se conoció que Hornos había visitado en al menos 6 ocasiones a Mauricio Macri en Casa Rosada en secreto, es decir, sin darlo a conocer a sus pares, el entonces presidente de la Casación fue interpelado por sus compañeros de tribunal, para que brinde explicaciones. ¿Qué dijo entonces Hornos? Que mantenía una relación social con Macri de hacía años y que tenía diálogos con él sobre variados temas judiciales pero no sobre fallos puntuales. Esa fue su insólita defensa. Con esa explicación no hizo más que confirmar que se reunía a escondidas de sus colegas con el entonces presidente de la Nación. Aquellos encuentros valieron que algunos de sus colegas le pidieran que renuncie a la presidencia del máximo tribunal penal del país, algo que no hizo.

Luego de conocidas esas visitas – que publicó este medio-, El Destape reveló en abril de 2021 que tanto Hornos como Borinsky visitaban a Macri en la Quinta de Olivos y la Rosada. Hornos sumó 2 encuentros “secretos” más con el expresidente. Por esta publicación, fue denunciado pero en Comodoro Py decidieron blindarlo y le cerraron la causa de forma escandalosa.

Recientemente, Hornos fue denunciado por violencia de género por su ex pareja. Esto motivó que la Cámara de Casación impulsara una investigación en su contra por este tema en el Consejo de la Magistratura y que la expresidenta lo recusara en la causa Vialidad, una vez más. “Resulta imprescindible que la injusta condena impuesta a la ex Presidenta de la Nación sea revisada por magistrados que cuenten con una sólida formación en materia de género y, por sobre todas las cosas, que ofrezcan ante toda la sociedad garantías suficientes en cuanto a que su conducta se ajusta estrictamente a los estándares fijados por la comunidad internacional con relación a los derechos de las mujeres”, sostuvieron los abogados de CFK, Carlos Beraldi y Ary Llernovoy en su planteo de recusación. Pero los colegas de Hornos finalmente rechazaron apartarlo por esa razón.

Una vez que se hizo público que Hornos fue denunciado por su expareja, la Casación volvió a manifestar su “preocupación institucional” por el tema y tomó la decisión de informar sobre el tema al órgano de selección y sanción de jueces, donde ahora hay un expediente abierto. Hornos tiene una perimetral en una causa civil, una denuncia penal en los tribunales porteños y una causa archivada en Comodoro Py por estos hechos, que incluyen acusaciones de hostigamiento, abuso y amenazas. El expediente que se abrió en el Consejo de la Magistratura contiene información que compromete al camarista de Casación.

Como publicó El Destape en abril de 2021, Borinsky estuvo al menos en 16 ocasiones en la Quinta de Olivos durante la presidencia de Macri. Se trataron de encuentros que no informó a sus pares y que temporalmente coincidieron con fallos que perjudicaban a dirigentes kirchneristas, es decir, que favorecían políticamente al entonces primer mandatario. Por esa razón fue denunciado junto a Hornos. El juez Marcelo Martínez de Giorgi favoreció a los acusados y cerró la causa prácticamente sin investigarlos. Lo hizo a pesar que los propios protagonistas de esas rees, Hornos y Borinsky, dieron cuenta de su existencia. Borinsky las ratificó cuando fue consultado por El Destape. Solo acotó que no fueron tantas veces como las que surgen de los registros que obtuvo este medio. Hasta Macri dijo en una entrevista en TN: “Fue un juez que arrancó porque tenía un compromiso con el Código Penal, hizo una propuesta muy buena, y fue a jugar al tenis, varias veces conmigo, porque teníamos amigos en común”.

Las rees de Macri con Hornos y Borinsky constan en los registros de acceso a la quinta de Olivos, que este medio obtuvo mediante un pedido de acceso a la información pública. Son documentos oficiales, incluso validados en la causa por el Memorándum de Entendimiento con Irán.

Ahora Borinsky suena como uno de los candidatos del gobierno de Javier Milei para conducir la Procuración General de la Nación. Es el puesto de jefe de los fiscales que está vacante desde finales de 2017 cuando Alejandra Gils Carbó dejó el cargo presionada por el macrismo. Desde entonces, ejerce como interino Eduardo Casal. Para poder nombrar al Procurador General se necesitan dos tercios de los votos en el Senado como sucede con un ministro de la Corte. Es de esperar que el voto de Borinsky no lo ayude a sumar votos peronista en la Cámara alta.

El juez Diego Barroetaveña fue designado en Casación por Macri en julio de 2018. Fue uno de los 5 camaristas que el entonces presidente designó en el máximo tribunal penal del país.

En agosto pasado Barroetaveña quedó envuelto en un escándalo político-judicial (uno más) luego de fallar a favor de sacar del juicio del caso Cuadernos y enviarlo a la justicia electoral al empresario Ángelo Calcaterra, primo de Macri, bajo la excusa de que no pagó coimas sino que realizó aportes de campaña irregulares. Había votado junto a los camaristas de Casación Carlos “el huemul” Mahiques –como se dijo, uno de los jueces que viajó a Lago Escondido- y Daniel Petrone –íntimo amigo del exministro de Justicia Germán Garavano-. Esto llevó a que los 3 camaristas fueran denunciados por diputados de la Coalición Cívica y la ONG Será Justicia –lejos de poder ser considerados K- ante el Consejo de la Magistratura. A finales de octubre, el órgano que selecciona y sanciona jueces decidió blindarlos y rechazó la acusación en su contra. Hasta el Tribunal Oral en lo Federal Nº 7 (TOF) a cargo del juicio del caso Cuadernos había criticado la resolución de la Casación.

La red de relaciones de quienes intervinieron en el armado de la causa Vialidad en instrucción (Julián Ercolini, viajero de Lago Escondido, y los fiscales Gerardo Pollicita e Ignacio Mahiques); de quienes luego condenaron a CFK en juicio (jueces y fiscales que jugaban al fútbol en la quinta de Macri); y de quienes ahora confirmarán esa sentencia deja en evidencia que el caso Vialidad se creó para perseguir a la expresidenta. No es azaroso que la denuncia que abrió la causa la realizó el entonces funcionario macrista Javier Iguacel.

Con este contexto –y diversas señales-, la confirmación de la condena a CFK es la esperada por quienes pergeñaron esta causa. El caso Vialidad se armó para terminar de la forma en que lo hará este miércoles: para ser usado como instrumento de proscripción de la expresidenta.

No obstante, como lo que resuelva Casación será recurrido a la Corte Suprema la condena no quedará firme. Es decir, no será ejecutable. Recién entra en vigencia cuando el Alto Tribunal la ratifique. Obviamente, la Corte también podría anularla. El Tribunal Supremo no tiene plazos para expedirse por lo que se descuenta que el caso se utilizará como una herramienta de presión política sobre CFK, quien tendrá sobre sí esta condena, que podrá ser gatillada para dejarla afuera de una competencia electoral en cualquier momento.


Miércoles, 13 de noviembre de 2024

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