Bs. As. (29-1-25): En La Libertad Avanza creen que Javier Milei sembró en Davos el terreno para que se arme un frente "antifascista" en su contra luego de comparar a los gays con pedófilos en un foro dedicado a las inversiones y los negocios. El discurso del presidente contra los gays provocó una marcha que se prevé multitudinaria. Qué dicen los analistas.
Por Javier Laquidara
Desde hace meses los libertarios que no se suben a todos los episodios de la batalla cultural vienen temiendo que la oposición arme un eje "republicano" ante la amenaza autoritaria de Milei de gobernar por decreto y por encima del Congreso. Evocaban el fantasma del "Grupo A" que se armó en 2009 conta Cristina Kirchner durante su segundo mandato ante el riesgo del "vamos por todo" que Patricia Bullrich y compañía compararon entonces con el chavismo.
Lo que no imaginaban era que la resistencia no vendría por el cuidado de las instituciones, una categoría imprecisa para el grueso de la población, sino a la defensa de las libertades individuales. En cuestión de días Milei dijo que iba a perseguir a los "zurdos hijos de puta" -su jefe de gabinete aclaró que sería sólo para debatir- y luego atacó a los homosexuales.
El presidente quedó atrapado en su propio discurso, empujado por Santiago Caputo y Rodrigo Lugones, que mueven la maquinaria de la batalla cultural y estuvieron detrás de las salvajadas que dijo ante un auditorio al que tiene que seducir para que invierta en la Argentina.
A diferencia del discurso disruptivo del año pasado, en el que se centró en las críticas al "comunismo", esta vez Milei no cosechó los elogios de personajes de la derecha mundial como Giorgia Meloni y Steve Bannon. Elon Musk fue el único de ese espectro que salió a defender al libertario. "Amo a Javier Milei", dijo el dueño de Tesla, que le debía un favor al argentino luego de que lo defendiera por su saludo nazi en la asunción de Donald Trump.
Lo que consiguió Milei esta vez, además de indignar al CEO del fondo de inversión más grande del mundo, fue provocar una marcha "antifascista" en el centro porteño y en otras ciudades del país para el próximo sábado. La primera respuesta se había dado el sábado en Parque Lezama, en donde se realizó una asamblea multitudinaria que logró notoriedad porque el influencer libertario Marco Palazzo se tuvo que ir escoltado por la Policía, como otros seguidores de Milei que fueron a "cubrir" marchas opositoras.
Una vez convocada la marcha, Milei decidió profundizar en vez de bajar un cambio, como suele hacer ante cada crítica, y sugirió mediante sus retuits que él no es el fascista sino que son los gays. "El verdadero acto de fascismo es que, contra todo principio democrático, el 0,12% de la población pretenda imponerle su agenda al 99,88%", fue el tuit de Dannan que difundió Milei en su cuenta.
Aemás de una movilización en contra que se prevé multitudinaria, Milei sólo logró espantar votantes de manera transversal y a cambio de nada. El encuestador Hugo Haime dijo a LPO que el discurso de Milei en Davos es un error político no forzado que le da una oportunidad a la oposición de construir consensos en torno a valores como la igualdad.
Según Haime, los deslices de Milei abren la puerta para que sectores de diversas posturas políticas encuentren puntos en común, aunque considera que la idea de un frente antifascista está todavía lejana. "Lo planteó Jorge Macri por derecha, y obviamente hay una respuesta por izquierda y esto puede de alguna forma ir construyendo una idea en la oposición. Ahora de ahí a que se plantee un tema que tenga que ver con fascismo o antifascismo, yo lo veo un poquito lejos todavía", dijo a LPO.
Para Haime, la antinomia entre fascismo y antifascismo no caló profundamente en la sociedad argentina y podría ser más relevante en ámbitos específicos como la Ciudad.
Para Haime, la antinomia entre fascismo y antifascismo no caló profundamente en la sociedad argentina y podría ser más relevante en ámbitos específicos como la Ciudad
Para el politólogo Marcos Novaro, adoptar una postura "histérica" basada en etiquetar a Milei como fascista es un error estratégico que puede fortalecerlo políticamente. Esta reacción, según el analista, refleja experiencias recientes como las de Trump en Estados Unidos y movimientos de derecha en Europa. En estos casos, según Novaro, las respuestas "escandalizadas" de la oposición no hicieron más que amplificar los argumentos de quienes criticaban las políticas progresistas.
Novaro sugiere que la clave para enfrentar a Milei radica en discutir seriamente las demandas sociales. Según el analista, algunos reclamos, especialmente vinculados al "wokismo" y las políticas de discriminación positiva, han derivado en privilegios injustificados que generan desigualdades y abusos.
En su opinión, aunque las posiciones de Milei pueden ser absurdas, ignorar estas discusiones o rechazarlas frontalmente refuerza el tipo de confrontación que Milei busca provocar. "Es lo que hizo la izquierda demócrata frente a Trump y así le fue, así que sería bueno aprender de ella", dijo Novaro a LPO.
Miércoles, 29 de enero de 2025