Bs. As. (14-2-25): La expresidenta pidió ser absuelta y presentó un informe en el que expuso las operaciones que montaron el macrismo y el Poder Judicial durante el juicio. El fiscal Mario Villar también recurrió el fallo y pidió aumentar la pena.
Por Raúl Kollmann
La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner presentó este jueves el recurso extraordinario para que la Corte Suprema trate el caso Vialidad y su condena a seis años de prisión. Por supuesto, pide la absolución. En las 40 páginas del escrito de sus abogados, Carlos Alberto Beraldi y Ary Llernovoy, se comprime un listado asombroso de las irregularidades del proceso: un delito imposible porque ella no tenía ninguna atribución sobre las obras viales en Santa Cruz; que los jueces del tribunal fueron parciales y jugaban al fútbol en la quinta de Mauricio Macri, que los jueces de Casación también visitaban a Macri a escondidas; que pusieron un perito (Eloy Bona) que twiteaba contra CFK, que metieron por la ventana pruebas que no se exhibieron en el juicio, que las rutas no se peritaron como correspondía y una extensa e interminable enumeración de maniobras y omisiones que se fueron concretando a lo largo de los casi nueve años que lleva el proceso iniciado, justamente, por funcionarios de Macri.
El recurso se presentó ante la Cámara Federal de Casación Penal que tiene que darle el pase a la Corte. En caso de rechazo, se llegará al máximo tribunal a través de un recurso de queja. El escrito impacta porque exhibe la cancha inclinada en contra de CFK que significa la justicia en general y Comodoro Py en particular. Más todavía teniendo en cuenta que a la expresidenta no se le encontraron ni cuentas ni sociedades ocultas en el exterior ni bienes no declarados ni alquileres a precios que no fueran del mercado.
En el detallado listado de argumentos contra el fallo que condenó a CFK, Beraldi y Llernovoy resumieron:
*Cristina no tenía ninguna competencia sobre las obras que se realizaron en Santa Cruz. A lo largo de tres años no hubo un solo testigo que señalara que ella hubiera intervenido de alguna manera. Las obras fueron votadas en las leyes de presupuesto, las licitaron y controlaron en Santa Cruz y fueron supervisadas por Vialidad Nacional, que era un organismo descentralizado. La Auditoría General de la Nación verificó los presupuestos y no hizo objeciones.
*En el juicio, todos los jefes de Gabinete de la gestión de CFK -Alberto Fernández, Aníbal Fernández, Juan Manuel Abal Medina, Jorge Capitanich- señalaron que nunca dio ninguna instrucción sobre esas obras.
*El propio Rodolfo Barra, exministro de la Corte y exprocurador del Tesoro del actual gobierno, presentó un dictamen señalando que Cristina no podía tener ninguna responsabilidad sobre las obras de Santa Cruz porque carecía de facultades.
*La causa se basó en 51 obras adjudicadas a Lázaro Báez, de un total de 81 que se hicieron en la provincia sureña. En el juicio declararon otros empresarios señalando que era normal que empresas locales ganaran las licitaciones porque tenían ventajas comparativas -el personal y las maquinarias en el lugar, experiencia en el manejo de las condiciones climáticas- y esas ventajas se traducían en ofertas más bajas. Ocurría en todas las provincias, pero más todavía en las alejadas, porque es caro trasladar personal a mil o 1500 kilómetros.
*La defensa pidió que se hiciera un relevamiento de las obras a nivel nacional para demostrar eso mismo, la preeminencia de las constructoras locales. Fue denegado.
*En el fallo de condena se da a entender que Báez ganaba las licitaciones porque las otras empresas simulaban competir, pero no competían. O sea, que fueron cómplices. Sin embargo, no acusaron a ninguna.
*También la defensa pidió que se peritaran las 51 obras cuestionadas. El Tribunal Oral sólo aceptó que se estudiaran cinco, elegidas por la fiscalía. Pero los peritos no se pusieron de acuerdo y, lo más irregular, ni siquiera se reunieron para hacer las evaluaciones.
*El perito oficial, Eloy Bona, twiteaba contra Cristina. La defensa pidió su remoción, algo que también fue rechazado.
*Como los peritos no se pusieron de acuerdo, el Tribunal hizo su propio cálculo: “no fue más que una especulación”, sostienen Beraldi y Llernovoy.
*En el razonamiento del fallo condenatorio, se sostiene que CFK era la presidenta, estaba por encima de todo, y por ello tiene responsabilidad. La defensa dice que en el mismo fallo fue absuelto correctamente el ministro del área, Julio De Vido, porque no aparece con ninguna intervención. Menos intervención todavía tuvo CFK.
*La expresidenta dictó el decreto 54/2009 que permitió que las obras se pagaran con un fideicomiso en base al impuesto al gasoil. Los jueces sostuvieron que en base a ese decreto se le pagaron las obras a Báez. La defensa afirma que el decreto sirvió para hacer 100 obras distintas, en todas las provincias, y ese decreto sigue vigente hasta hoy.
*Un punto central es que Beraldi-Llernovoy sostienen que CFK no fue juzgada por magistrados imparciales. Jugaban al fútbol en la quinta de Macri, iban a Casa Rosada incluso durante el juicio, viajaron a Lago Escondido y un sinfín de hechos que demuestran vínculos con Macri, cuyo gobierno era el querellante.
*Este diario siguió el juicio a lo largo de tres años, todas las audiencias. Al final, el Tribunal Oral incorporó pruebas que no se trataron en ningún momento, no formaron parte de la acusación y no permitieron evaluación ni respuesta. Entre esas pruebas, transcripciones del celular de José López, el secretario de Obras Públicas que tiró millones de dólares en un convento en General Rodríguez. Los mensajes no decían nada concluyente, pero la fiscalía los usó como prueba privilegiada. Cristina pidió volver a declarar para contestar a esa prueba metida por la ventana. No se lo permitieron.
*En base a esas pruebas introducidas a última hora, se sostuvo que Cristina se reunió con José López cuando ya estaba a punto de dejar el gobierno y concretaron un supuesto plan borrar todo que consistía en un pago a Báez de 500 millones de pesos. La defensa sostiene que tal reunión en Río Gallegos no ocurrió, porque CFK estaba en Río Negro. Y el pago nunca se hizo. Pese a ellos se utilizó en la condena.
*En el fallo se sostiene que Cristina obtuvo un beneficio económico que se tradujo en alquileres de las causas Hotesur-Los Sauces. La defensa pidió que eso se tratara en el juicio, o sea que se juntaran ambos expedientes. El Tribunal Oral lo rechazó. Pero después usó ese argumento en la condena.
La sala de la Cámara de Casación -Mariano Borinsky, Gustavo Hornos, Diego Barroetaveña- es la que debe resolver si acepta o rechaza los recursos. En éste último caso, de todas maneras se accederá a la Corte por vía del recurso de queja. Por su parte, el fiscal Mario Villar también recurrió el fallo y pidió aumentar la condena de Cristina, llevándola a 12 años por el delito de asociación ilícita. Y todos los demás condenados -exfuncionarios de Vialidad Nacional y de Vialidad Provincial de Santa Cruz- también presentaron recursos.
Como es obvio, será muy difícil que la Corte Suprema resuelva el caso en 2025, porque en la actualidad hay sólo tres supremos. A esto se suma la postulación de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla, todo lo cual hace pensar que las cosas se van a demorar. Es eso lo que explica la jugada de intentar aprobar la ley de Ficha Limpia, para proscribir a Cristina sin que la Corte se expida. Sin embargo, el máximo tribunal tiene un antecedente nítido: Carlos Menem estuvo en la misma situación, condenado en juicio, ratificado por la Casación en la causa del contrabando de armas. Lo mismo que Cristina en la actualidad. La Corte decidió que Menem podía ser candidato porque se lo consideraba inocente hasta que el fallo estuviera firme. De hecho, Menem se postuló a senador y obtuvo la banca.
Viernes, 14 de febrero de 2025