La preocupación creciente por el drama del alcohol en la juventud está movilizando a las autoridades de distintas ciudades argentinas, inclusive en varias de las correntinas se están tomando fuertes medidas para comenzar a solucionar dicho flagelo. Contrariamente a los que se esperaba Paso de los Libres sigue siendo tierra de nadie, la venta de alcohol a menores, menores fuera de horario en los boliches, automovilistas en total estado de ebriedad, son algunas de las situaciones que se viven en la noche libreña sin que haya el mínimo control por parte de las autoridades. Esto no es una cuestión alarmista, como se tenderá a hacer creer desde la comuna, sino un hecho de la realidad cotidiana de nuestra ciudad, basta con dar una vuelta a las 6 o 7 de la mañana para corroborarlo.
La ausencia de las autoridades comunales en la calle durante la noche es alarmante en esta ciudad, el abandono es total en lo que respecta a controles por venta de alcohol a menores y la presencia de los mismos en los boliches, aunque desde el Concejo mostraron hace un par de meses preocupación por el tema y pomposamente se publicitó que se harían controles en conjunto con la Policía de Corrientes, no pasó del hecho de alguna entrevista por radio como para aplacar la preocupación de los vecinos de Paso de los Libres que ven con alarma el profundo deterioro de la juventud y el descontrol que se vive durante los fines de semana.
Indefectiblemente los viernes a las 6 o 7 de la mañana, mucho después del horario de cierre estipulado, luego del “pagode” salen cientos de jóvenes muchos de ellos en total estado de ebriedad, con el agravante que la mayoría son mujeres, se pueden ver menores de 14, 15 y 16 años que salen en estado lamentable, sin que haya una sola autoridad para que efectúe algún tipo de control, ni cuando ingresan totalmente alcoholizados ni cuando salen de los locales bailables. Esto se repite los sábados y los domingos, y con la llegada de las vacaciones seguramente se dará prácticamente durante toda la semana.
Cuando los Concejales se reunieron con autoridades policiales y con los propietarios de los boliches se llegó a hablar de implementar un horario para los menores tipo matinee, pero solamente quedó en palabras, y no se volvió a hablar del tema. Los propietarios de los locales argumentan, al igual que en todas las localidades, que la gente entra ya en estado de ebriedad porque consume alcohol afuera de los boliches, en “la previa”, y que comienzan a ingresar pasadas las 3 de la madrugada.
Es de destacar que el flagelo que se vive con el alcohol en los menores no es solo responsabilidad de las autoridades, sino que los mayores responsables son los padres que en muchos casos se desligan de la atención de sus hijos, ya que es inentendible que un padre o madre vea que su hija llegue cayéndose de ebria a las 7 u 8 de la mañana, y no haga nada al respecto y el fin de semana que viene suceda exactamente lo mismo.
Pero la responsabilidad de las autoridades es algo necesario, el papel que deben tener es clave en la lucha de este problema, pero si se sigue permitiendo la venta de alcohol a menores durante toda la noche en kioscos, que no están habilitados para ello por cierto, en los boliches se permite la entrada a dichos menores y también se les vende bebidas, no se controla la cantidad de personas que tienen permitido los locales, ninguno se encuentra habilitado para mas de 400 personas y en oportunidades llegan a entrar mas del doble, ante la mirada cómplice de las autoridades municipales.
La falta de control del tránsito es alarmante durante la madrugada, las calles céntricas, Colón, Madariaga y Coronel López son virtuales pistas de carrera, sin que se efectúe ningún control, los inspectores trabajan en horario comercial, ya que a la salida de lo boliches brillan por su ausencia, aunque desde la comuna se diga que se hacen controles los mismos no existen. Al respecto vale recordar que se publicitó, hasta por los diarios provinciales, la compra de varios alcoholímetros por parte de la Dirección de Tránsito, los mismos nunca se utilizaron ya que se dice que no tienen las “pipetas” necesarias, es indudable que la compra de los aparatos fue un gran negocio para quien los vendió y uno pésimo para los contribuyentes, ya que no sirven para nada.
Afortunadamente en Paso de los Libres no ocurrieron casos de coma alcohólico como están sucediendo en otras ciudades. Al problema hay que atacarlo antes que suceda, pero a tenor de las actitudes de complacencia y desinterés del gobierno comunal se está esperando, como siempre, a que ocurra alguna desgracia para comenzar con operativos y controles que duran solamente pocos días solo para aplacar las críticas de la sociedad. Es una curiosidad que en esta ciudad en que suceden durante los fines de semana más de una docena de accidentes por noche, en su mayoría involucrando a motocicletas y a conductores ebrios, los mismos no pasen de algunos golpes o quebraduras, lo que constituye un verdadero milagro, pero no siempre será así, y tendremos que salir a llorar sobre la leche derramada. La cantidad de accidentes corrobora lo antes dicho sobre la falta total y absoluta de controles por parte de la Dirección de Tránsito.
Eliminar el flagelo del alcohol de las calles, principalmente en los menores, no es una tarea sencilla, ni exclusiva de Paso de los Libres, es un problema nacional, pero para lograrlo deben estar involucradas ambas partes de la sociedad, los padres y las autoridades, si alguno de ellos falla el problema es insoluble, lo lamentable de todo esto es que en Libres fallan ambas partes. Padres complacientes y desligados de la realidad de sus hijos, municipio totalmente ausente con una falta de controles alarmante, una Policía que no hace cumplir leyes específicas sobre la venta de bebidas alcohólicas y menores fuera de horario en lugares públicos, y autoridades judiciales que no actúan, ni siquiera de oficio, ante hechos de violación a las leyes vigentes en la Provincia de Corrientes y de la Nación, son los ejes principales sobre los cuales gira el descontrol de la noche libreña.
Es de esperar que el sentido común prime en algún momento solamente así podremos ir forjando un futuro mas digno para nuestros jóvenes, pero mientras se piense solamente en cuestiones económicas, políticas, personales, nada se podrá hacer, hasta que alguna desgracia nos despierte por un rato y se salga corriendo a tratar de efectuar controles por una o dos semanas, hasta que nos olvidemos de la desgracia y todo seguirá igual.
Sábado, 19 de diciembre de 2009