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Sexualidad
Mujer sexual
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Martes, 22 de diciembre de 2009

El cansancio, el estrés, la incertidumbre laboral, la depresión generalizada, hacen que se manifieste en algún momento de la vida, en la mayoría de las mujeres, falta de deseo, disminución del interés sexual, falta de excitación o imposibilidad de llegar al orgasmo.

No hay dudas que en estos días, en los que la crisis no da tregua, se ha afectado notoriamente la motivación sexual.

Seguramente, a los pudores habituales de la mujer para consultar a un especialista, se ha sumado un conformismo perjudicial que parece decir “es difícil pensar en disfrutar del amor en esta coyuntura económica y social”.

Las estadísticas reflejan que el 45% de los problemas se resuelven en un plazo que va entre los 30 y 45 días. Y para analizar mejor las cosas se debe partir de la base que la disfunción sexual no es un castigo para padecer sino una dificultad para superar. Y que es posible alcanzar una solución.

La detección del problema
Cuando se detecta y se indica un tratamiento para la disfunción sexual, este debe siempre revestir un carácter integral, es decir que todos los aspectos de esa mujer deben ser considerados.

La sexualidad es una parte integral de la personalidad de todo ser humano, es dinámica y cambiante, y está presente en todas las épocas de la vida.

Es cierto que en una etapa de su vida la mujer queda como “parada y empantanada”, por obstáculos “vitales” inesperados por mala o falta de información. Algunos de éstos pueden llegar a ser imprevistos y negativos por su gravedad y porque inducen a un malestar fisico, poniendo entre paréntesis-y/o cortando el ciclo vital-evolutivo. Es el momento de la intervención terapéutica.

Para ello, se vuelve imprescindible realizar un diagnóstico médico y psicopatológico, para abordar convenientemente el problema.

Como parte de este tratamiento es necesario hacerle saber que para “ser dueña de su salud” es imprescindible que conozca su propio cuerpo, cómo funciona, qué necesidades tiene y como –“su única, propia y verdadera posesión”- , se expresa en todo sentido.

Para revertir cuadros de disfunción sexual, es necesario aplicar terapias controladas que pueden incluir la prescripcion de productos naturales, seguros y sin complicaciones.

Como parte del plan también es necesario evadir el sedentarismo, realizar movimientos físicos, practicar yoga, meditación, relajación, osteopatía, masajes, etc.

La mujer debe exigir información acerca de la influencia de los diferentes medicamentos en su organismo de acuerdo a su edad-ciclo vital, métodos anticonceptivos, vida sexual, embarazo, lactancia, climaterio y menopausia.

Hoy ya existen tratamientos con sustancias naturales capaces de recuperar la plenitud sexual, a base de ginseng, polen y vitaminas.

Ginseng
En la Medicina Tradicional China, el ginseng es una de las hierbas medicinales más antiguas que se conocen, con una historia que data de más de 4.000 años.

Las sustancias como el ginseng, son consideradas “ying” o “yang” representando los opuestos que forman la unidad y el equilibrio, que así se encuentra en el Universo “yang” en acción, estimulando la energía del organismo, mientras el opuesto “ying”, sedante y relajante.

Los chinos nos han enseñado que la acción del ginseng mejora en la mujer su respuesta integral, aumenta su energía y controla los efectos del estrés como:
ansiedad, insomnio, tristeza, cansancio general.

El ginseng además posee propiedades demostradas en el aumento del deseo y del rendimiento sexual

Polen
Es un extracto natural rico en nutrientes absolutamente necesarios, como vitaminas, minerales y aminoácidos. El polen reduce las manifestaciones de nerviosismo y agotamiento, produciendo una marcada mejoría de la líbido.
Por este mecanismo se logra aumentar el estímulo sexual disminuido.

Vitaminas
Son elementos esenciales de las enzimas para el metabolismo, generando reacciones químicas imprescindibles. Previenen la oxidación celular por los radicales libres, siendo eliminadas fácilmente en orina cuando se incorporan en exceso. Las vitaminas previenen el envejecimiento celular, mejorando el rendimiento físico y la performance sexual.


Martes, 22 de diciembre de 2009

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