Una de las tantas diferencias entre la sexualidad de los hombres y la de las mujeres es que los hombres suelen disfrutar del sexo matinal —o “mañanero”—, mientras que las mujeres prefieren reservar la actividad sexual para la noche...


Posiblemente, esto tenga que ver con la tumescencia peneana nocturna (TPN), que hace que un hombre sin disfunciones eréctiles tenga entre tres y cinco erecciones durante el sueño. Desde luego, despertarse con una erección es una buena razón para iniciar una acción tempranera.


Desgraciadamente, y dado que las mujeres y los hombres funcionan distinto, ella podría no estar “en clima” o “de humor” al momento de abrir los ojos, aunque, si te aproximas en forma adecuada, muy rápido puede cambiar de opinión...


Prepárate la noche anterior

En vistas de evitar tener que salir de la cama por la mañana antes de iniciar tu rutina amatoria, sería conveniente que hagas algunos preparativos la noche anterior.

Procura dejar algunas pastillas de menta cerca de la cama de modo que puedas eliminar rápidamente tu aliento de dragón antes de que las cosas se pongan calientes.

Asimismo, asegúrate de ir al baño antes de irte a la cama, y así evitarás tener que levantarte a descargar ni bien te despiertas. Y, por último, no te olvides de tener un condón al alcance de la mano.


¡A las apuradas no!

Es importante levantarte lo suficientemente temprano como para poder tener algo de acción antes de que cualquiera de los dos tenga que salir corriendo al trabajo. Entonces, procura que tu alarma interior te otorgue el tiempo suficiente como para disfrutar de un momento de romance antes de comenzar en día.

Es mejor si te despiertas antes que ella y comienzas a ponerla en clima con tus movimientos suaves y sensuales.

Recuerda: puede que tú estés listo, pero a ella le llevará algo de tiempo calentar los motores, por lo que deberás tener en cuenta este período de “precalentamiento” a la hora de calcular cuánto tiempo necesitas para tener tu sexo mañanero.


Despiértala suavemente

Tómalo con calma. Es muy factible que tu mujer no quiera despertarse por un golpe en su cara. En cambio, comienza a tocarla suave y lentamente. Llénala de besos ligeros, recorriendo su cara y su cuerpo.

Deja que tus dedos jueguen con su cabello. Este abordaje sensual te asegurará que ella se despierte en un estado positivo, bien predispuesta, y así será mucho más posible que tengan una deliciosa sesión de sexo matinal.


Hazla sentir sexy

Puede que tu mujer no se sienta demasiado sexy ni bien se despierta, así que para ponerla en clima asegúrate de decirle cuán bonita es —incluso cuando au verdadero aspecto a esa hora no sea el mejor—.

Ignora su pelo revuelto, las marcas de la almohada en la cara, y su poco agradable aliento matutino, y dile cuánto la deseas.

Si tienes dificultades para mirarla de frente mientras le dices las cosas que quieres hacerle, prueba poniéndote en una posición en la que no la veas a la cara.

Hablarle al oído, sujetándola desde atrás, es siempre romántico y sensual —y al mismo tiempo evita los efectos perniciosos del mal aliento matinal—.


Comenzar el día con buen sexo

Tener un revolcón mañanero puede ser una forma excelente de comenzar el día. Las hormonas de la alegría invaden tu cuerpo y una sonrisa de oreja a oreja se adueña de tu cara, haciendo que sea mucho más sencillo encarar todo lo que el día te depare.

Como ocurre con todas las cosas, tener sexo todas las mañanas de tu vida puede convertirse en una rutina después de algún tiempo, especialmente si tu novia o esposa no tiene su pico sexual durante las horas matinales.

En consecuencia, no lo conviertas en un deber. Recuerda que puedes tener sexo en cualquier momento del día, en cualquier lugar de tu casa, y que el sexo matinal es siempre una buena opción para romper la monotonía.

Martes, 29 de diciembre de 2009