Una nueva muestra de falta de capacidad ha mostrado la administración comunal en uno de sus últimos aciertos, el espectáculo Cassano-Piquín.
Totalmente fuera de discusión está el hecho de que se trate de un espectáculo de primer nivel; el interrogante que surge a partir de los precios de las entradas es si realmente se condicen con la función que debería desenvolver una dirección municipal de cultura, que debiera trabajar para toda la sociedad y no solamente para un sector.
La titular del área, inclusive, declaró que las entradas estarán a un precio accesible, otra cuestión que está reñida con la realidad. El comunicado indica Los tickets de ingreso -cuyos valores oscilan entre los 60 pesos y 100 pesos, según la ubicación- pueden ser adquiridos de 8 hs. a 13 hs. y de 17 hs. a 20 hs (…), entonces: ¿se trata realmente de una actividad alcanzable para cualquier libreño? o se trata de un precio, que después de tanta promoción del espectáculo, va a dejar a muchos “con las ganas”.
El ciudadano común debiera pensar que aporta sus impuestos, contribuye con el desarrollo de su pueblo, para que después la municipalidad patrocine un espectáculo para los que puedan pagar, cuando en realidad, debería garantizar la posibilidad de que todos los habitantes puedan tener acceso a los eventos de orden cultural que se realizan en la ciudad.
Jueves, 31 de julio de 2008