El estado de deterioro en que está sumido el polideportivo del Barrio 508 viviendas causa vergüenza ajena. La administración comunal se apropió del predio y lo dejó abandonado.
Desolación, tristeza, impotencia, rabia, son algunas de las cosas que se sienten al ver un espacio que otrora fuera tan útil para la zona, hoy sumido en un infame abandono.
La usurpación a cargo del administrador comunal actual no hizo más que propiciar el deterioro total del poli; le abrió las puertas a los rateros para que se lleven todo lo que puedan, y a los vándalos para que rompan todo lo que encontraran a su paso.
En contrapartida, le cerró la puerta a los jóvenes que practicaban deportes, a las familias que lo utilizaban para recrearse, a la gente del barrio que lo ocupaba para realizar sus fiestas sociales sin tener que desembolsillar sumas altas para acceder a locales de fiesta.
Evidentemente el trabajo de comisiones barriales, el sacrificio de tanta gente que puso su granito de arena para que el poli se concrete poco le importa a una administración encabezada por una persona soberbia que con la fuerza del poder circunstancial que lo asiste, se quiere mostrar poderoso y realiza acciones que atentan en contra del bien común.
Las imágenes hablan por si solas.
Viernes, 1 de agosto de 2008