El gobernador de la Provincia Ricardo Colombi durante su discurso de inicio del periodo de sesiones ordinarias de la Legislatura Provincial, expuso su perspectiva respecto de la celebración del Bicentenario del nacimiento de la Patria, destacando la influencia y el impulso que le han dado los hijos de esta tierra a este proceso.
El discurso del Gobernador:
Discurso del Sr. Gobernador en la Asamblea Legislativa
El gobernador de la Provincia Ricardo Colombi durante su discurso de inicio del periodo de sesiones ordinarias de la Legislatura Provincial, expuso su perspectiva respecto de la celebración del Bicentenario del nacimiento de la Patria, destacando la influencia y el impulso que le han dado los hijos de esta tierra a este proceso. El mandatario no solo dejó expuesto su pensamiento respecto del pasado, sino que además entiende que este acontecimiento único que les toca vivir como gobernante constituye una oportunidad para convocar a los correntinos a trabajar por una nueva Corrientes y una nueva Nación, bajo los parámetros del esfuerzo, la solidaridad y la institucionalidad, y sin exclusiones, es decir convocando a acompañarlo en este su nuevo periodo de gobierno a todos los correntinos.
“En este año 2010, conmemoramos el Bicentenario de nuestra Revolución de Mayo. En dos meses, la Argentina cumplirá doscientos años como pueblo independiente. Celebramos hoy los primeros grandes eventos de una gesta originaria y patriótica. Este es el año en el que la Nación entera mirará hacia su interior histórico, hará un escrutinio de los caminos que ha seguido; se propondrá un necesario balance.
Adherimos a esta conmemoración desde esta, nuestra Corrientes, una de las catorce provincias que co-fundaron la Nación. Somos conscientes todos del aporte significativo que hizo y seguirá haciendo nuestra provincia a la Nación.
La sangre y el vigor de San Martín, Berón de Astrada, Marcos Azcona, los “Cazadores Correntinos”, nuestros Héroes de Malvinas, es una clara muestra de pertenencia nacional.
La provincia ha dado también hijos ilustres en todas las ramas de la cultura, en todas las variedades de las destrezas físicas; en todas las fronteras de la intelectualidad y del pensamiento.
Y por último, pero no por ello menor, Corrientes le ha dado al País el esclarecimiento y devoción de sus conciudadanos para con la cosa pública, el intenso arte de la política y el gobierno.
Los correntinos sabemos que participamos de una gran tradición. Al linaje independientista, se le une en Corrientes la más acendrada estirpe republicana. Nunca debemos olvidar este rasgo tan distintivo de nuestra provincia, tan sobresaliente. Corrientes prohijó tempranamente el constitucionalismo republicano. Bueno es recordarlo y repetirlo: Corrientes es madre de institucionalidad para este país.
Porque, en un temprano 1821, vino a dictar y sostener su primera constitución; constitución que aseguraba armonía política y progreso económico, cuando todavía gran parte del país desvivía en sangrientas luchas intestinas.
La inspiración patria, republicana y federal, la llevaron, más tarde, a desafiar al poder central mientras reafirmaba, al mismo tiempo, su más alta vocación de argentinidad. Todos sabemos que este compromiso con la autonomía de las regiones y provincias, y la necesaria armonía con el poder nacional nos ha marcado a fuego a lo largo de estos doscientos años.
Desde entonces muchas han sido las iniciativas políticas y esfuerzos institucionales que jalonaron nuestra historia. Muchos han sido los aciertos y los actos de entrega. Muchos también han sido los errores y vacilaciones. También para nosotros, los correntinos, es tiempo de balance.
Nos lega esta historia un sabio repositorio de lecciones a seguir. Porque, desde el análisis de aciertos y errores, podemos decir que la nuestra ha sido una lección de aprendizaje.
Es este aprendizaje de Doscientos Años que enseña sobre la necesidad de una convivencia civilizada; de un marco de gobernabilidad a la que estamos convocados todos: Pueblo de Corrientes, dirigencia social, política, productores, empresarios, trabajadores; en fin, la sociedad en su conjunto para dar una mirada al reservorio, al capital institucional que constituye nuestra cultura cívica y política.
Demos esa mirada. ¿Qué aprendimos en estos años?
Aprendimos que la felicidad perdurable de un pueblo no se logra sino mediante el trabajo tesonero.
Aprendimos que el futuro en común, al que debemos aspirar, depende de los fundamentales valores de la solidaridad y la capacidad de compartir.
Finalmente, aprendimos que la solidaridad y la felicidad no se obtienen a menos que se pongan en práctica normas e instituciones que promuevan los derechos de la ciudadanía, el desarrollo productivo y la responsabilidad de quienes ejercen la política y el gobierno.
Estos tres ejes nos movilizan hoy, como lo han hecho siempre: el trabajo tesonero, la solidaridad y la responsabilidad en el ejercicio del gobierno.
A estos tres ejes los invito hoy, cuando tenemos enfrente la urgente tarea de reconducir esta provincia por el sendero de la mejor práctica republicana, democrática y participativa.
El esfuerzo de aprender de nuestra historia lejana y reciente nos permite dar con la imagen de la Corrientes moderna y desarrollada que buscamos. No la imagen que atrapa a una persona, sea esta un gobernador o un funcionario, ni siquiera la que esbozaría el amplio arco político que nos acompañó cuando las elecciones pasadas. Es mucho más que eso; es la imagen que nuestra gente, mujeres y hombres correntinos, nos han susurrado, sugerido; y que finalmente nos han impuesto con la siempre cortés amabilidad que distingue a nuestros comprovincianos. Queremos compartir esta imagen con Ustedes.
Ella dice: Queremos para Corrientes una cultura del esfuerzo, queremos una práctica cotidiana de la solidaridad, y queremos calidad institucional. Queremos para todos los correntinos los frutos de una sociedad moderna, social y regionalmente integrada; políticamente armónica.
Este gobierno trabaja sin cesar para ello. Y es bueno que todos lo sepan. Hoy reiniciamos esta tarea una vez más. Estamos seguros que será emprendida una y otra vez, todas las veces que sea necesario. Porque entendemos que la primera responsabilidad de un gobierno es hacer las cosas bien; y también entendemos que la primera responsabilidad de los dirigentes es garantizar que el gobierno haga las cosas bien.
Hemos estado ya en el gobierno y también en el lugar del control, de la oposición. Siempre, en todo caso, no hemos tenido más que un norte; un sólo objetivo: que los asuntos públicos se traten bien.
Esa fue la vocación que una amplia mayoría de los ciudadanos valoró para concedernos esta nueva oportunidad.
Entonces, venimos hoy a retomar el camino. El pueblo correntino ha sido claro en su mensaje al elegirnos nuevamente. Debemos prestarle toda la atención posible. Los Ciudadanos han insistido en la irrevocable decisión de obligar a sus representantes a hacer las cosas bien”.
Martes, 2 de marzo de 2010