Por Carlos Pérego
La ilusión de los correntinos en un cambio propiciado por Ricardo Colombi se diluye a pasos agigantados, la improvisación y una evidente incapacidad para lidiar con los problemas que prometió solucionar están marcando a fuego el inicio de una gestión que no atina a comenzar, que no maneja a sus legisladores, que ahora amenaza con emitir bonos para pagar deudas y salarios, pero que está mas preocupada en buscar culpables para tapar la falta de políticas adecuadas que para encontrar soluciones para salir de la crisis.
La muletilla de la herencia recibida ya no tiene cabida en una sociedad habida de ver hechos concretos y que se haga justicia con los responsables del descalabro financiero al que aducen como el generador de los males actuales de la provincia. Hasta ahora amén de promesas y expresiones de deseos nada se ha hecho y el pato de la boda son los empleados provinciales que sufren persecuciones y despidos sin ton ni son, la educación, la salud y la seguridad se encuentran afectados sobremanera por los desatinados despidos. A modo de ejemplo en Paso de los Libres no funciona el Registro Civil ya que los responsables del mismo, una contadora y un abogado, fueron despedidos por supuesta inhabilidad para ejercer el cargo, algo rayano en la ridiculez más absoluta.
Desde el inicio mismo de la actual gestión se hizo hincapié en la necesidad del aceitar la relación Nación Provincia, pero la sorpresa mayor devino cuando los propios legisladores del ricardismo se encargaron de torpedear dicha relación embarcándose un una campaña feroz contra el gobierno nacional obedeciendo a intereses personales, es así que “Nito” Artaza se convirtió virtualmente en Senador por la Avenida Corrientes y no por la provincia de Corrientes, y Lucio Aspiazú pasó a defender a la corporación del campo correntino y no a la provincia donde se encuentras dichos campos.
Las quejas del gobierno por las dificultades para refinanciar la deuda y para la obtención de autorización para acceder a créditos para salir de la crisis, acusando a la oposición de obstruccionista, se enfrentan con la decisión de no mandar el presupuesto del presente año pretendiendo prorrogar el anterior que data del año 2008, a fin de disponer libremente de los excedentes que ingresen por sobre lo presupuestado, en una actitud que se contrapone con que hasta hace poco mas de 4 meses criticaba al anterior gobierno. Cabe recordar que fue el propio Ricardo Colombi quien junto a sus legisladores promovió la no aprobación del PAF.
La mejor manera para equilibrar los números de la provincia que encontró el gobierno fue efectuar despidos masivos en áreas tan sensibles como la salud y la educación y rever ascensos en la Policía, generando con ello mas incertidumbre y problemas en dichas dependencias oficiales, dado que el único parámetro que se usó para los mismo fue haber sido nombrado en la gestión anterior, sin tener en cuenta la necesidad y la profesionalidad de los ahora despedidos.
Corrientes se encuentra en un barco con el timón roto, tiene las herramientas para arreglarlo, pero el capitán, Ricardo Colombi, no atina a solicitarlas en una actitud temeraria e irresponsable, esperando que soplen buenos vientos, que seguramente no será el aire fresco de su gestión anterior.
Los correntinos estamos a la espera de soluciones no de ingenierías revanchistas ni de proyectos personalistas, llegaron para gobernar para un millón de correntinos y contrariamente a ello se pone a toda la sociedad en un estado de incertidumbre asombrosa, negándose caprichosamente a mandar el presupuesto a la legislatura como lo indica la Constitución, sumiendo en la angustia a los empleados provinciales bajo amenazas de despido o de cobrar en bonos y en lugar de buscar soluciones a los problemas de los cuales ha sido gran culpable el actual gobierno, ocupan su tiempo buscando responsables y chivos expiatorios.
“Porque Corrientes lo necesita, vuelve Ricardo” decía el spot de campaña ¿y?.
Miércoles, 10 de marzo de 2010