Es común que una pareja relativamente establecida, olvide los arrebatos del inicio y decida explorar su sexualidad con calma y tranquilidad. Si bien el sexo pausado puede provocar verdaderas satisfacciones, y como señalan los expertos, se genera así un mayor vínculo emocional, a veces la premura del principio es recomendada para no caer en la rutina y en la monotonía.
El sexo llega a convertirse con el tiempo en el mejor de los casos en un ritual ceremonioso y complejo y en el peor en una repetición mecánica de un acto que no necesariamente es el mejor o el que se disfrute más. Regresar a la espontaneidad de los primeros encuentros no solo puede ser emocionante, sino que en muchos casos, es saludable y revitalizador de la relación.
No hay razón para pensar que el sexo rápido es sólo para quienes no buscan más que deshagar sus instintos, aunque esto también es sano y necesario. La tradición nos habla dela sexualidad pausada en la que tenga todo el tiempo del mundo, para disfrutar de cada centímetro de piel y cada segundo de besos, pero un impulso sorpresivo y de repente puede ser tan satisfactorio como el encuentro planeado o incluso lo es más.
Los placeres rápidos pueden ser retomados por la pareja que ya ha disfrutado lo suficiente del sexo relajado, de compenetración y de horas de contacto íntimo, esto porque mediante la inmediatez puede recuperarse o avivarse ese deseo sexual incontenible que urgía y que provocaba uniones alocadas, sin lugar "apropiado" y tiempo "adecuado".
El sexo rápido tiene la ventaja de hacer que nos sintamos gustadas y deseadas; así tanto él como nosotras volveremos a asumirnos como seres sexuados, capaces de despertar la pasión y los instintos en lo otros.
El deseo puede verse inhibido por la parafernalia de los preparativos sexuales. Los ritos, las posturas y demás adornos pueden ser ideales, si se
requiere aumentar el vínculo, la intimidad y si se pasa por una etapa de conocimiento mutuo, donde ambos quieran saber más del otro y de sí mismos. Sin embargo, puede ser contraprudecente, si la relación ha perdurado o incluso si la persona no está lista para ese nivel de intimidad. Por ello, se recomienda ser lo suficientemente libre como para que la espontaneidad y los encuentros súbitos y efímeros sean parte de la pareja, sin importar cuánto lleven de estar juntos.
De hecho, es posible que el sexo rápido colabore con la sensación del orgasmo, pues evita que se sienta culpabilidad o miedos comunes en el desarrollo de una relación sexual, como el avergonzarse por complejos físicos, pues no da tiempo.
Por oto lado, el placer improvisto no sólo sorprende sino que como sucede de pronto y donde menos se lo haya pensado, le otorga al encuentro cierto carácter de riesgo, que para muchas personas es el ingrediente justo y necesario para crear una pasión candente y un verdadero sentimiento excitante.
Hay muchos lugares donde el sexo repentino puede suceder, entre los que podemos mencionar la mesa, el baño (no necesariamente el de tu casa), durante un paseo, en una silla, en la playa (ojalá de noche), en el auto, en un tren o en la escalera, tú elige lo que más te provoque.
Las posturas en el sexo apresurado también cambian, pues no se puede hacer con la misma calma que se hace siempre ni se puede repetir lo mismo, por eso es que esta posibilidad rompe definitiva y absolutamente con la rutina y es más espontáneo.
Otra de las causas por las que este tipo de contacto puede ser tan emocionante es que no hay tiempo de desvestirse del todo, y esto resulta más que incitador para mucha gente, pues el tacto adquiere un mayor carácter erótico y sensual, ya que se deja bastante a la imaginación. Además, es probale que a algunos les recuerde las ocasiones en que hacían el amor a escondidas, en la casa de los padres, y eso le agrega entusiasmo y ansiedad.
De igual forma, el placer acelerado se asocia con muchas fantasías. por ejemplo, remite a tener relaciones en el mar, en un lugar público, en un baño o en un ascensor, todos lugares que envuelven al acto en un aire de misterio o de extremo que sin duda aviva ls instintos más ocultos.
Eso sí, si lo que buscas esta clase de encuentros, es recomendable que lleves ropa ligera, fácil de quitar como falda o vestidos que se abrochan por delante en el caso de nosotras y en el caso de ellos pantalones holgados, y si eres más atrevida y decides no llevar ropa interior te aseguramos que él estará más que complacido.
En fin, atrévete a este juego, que el sexo no siempre debe ser igual. Huye ed la monotonía y de la rutina, enemigos del placery de la verdadera satisfacción sexual.
Sábado, 13 de marzo de 2010