Es sabido que la mayoría de las mujeres tienen problemas para alcanzar el orgasmo. Sin embargo hay varios trucos que se pueden intentar para facilitar alcanzar el climax máximo.
Primero, una de las formas que casi te garantizan un orgasmo es levantar tu pelvis. Para eso podrías poner una almohada bajo tus caderas, en la parte baja de tu espalda, que te levante. Esto funciona porque el ángulo en el que el pene del hombre entra en la vagina es fundamental para la estimulación.
El clítoris de las mujeres es sólo la punta de un órgano interno que se extiende hacia adentro aproximadamente unas cinco pulgadas a lo largo de la pared de la vagina que pega con el ombligo y donde se ubica el punto G. Así, cuando el pene penetra en ángulo con la pelvis de ella levantada, lógicamente se estimula esta zona, e incluso es posible que se llegue a estimular el punto G, lo que detona inmediatamente el orgasmo.
Otra gran forma de provocar el orgasmo es con el movimiento de los músculos internos de la vagina que se ocupan para orinar. Esto funciona mejor si en el momento del orgasmo, te elevas un poquito como si te fueras a levantar.
Lo bueno de este consejito es que también funciona para él, pues la contracción aprieta el pene del hombre y lo hace sentir un placer indescriptible. Para identificar los músculos que hay que mover, simplemente trata de detener el fluido de tu orina la próxima vez y verás lo que se mueve. En adelante, mueve los músculos cuando sea mientras estás en una reunión, en una fila del banco, en el auto, en fin practícalo porque entre más entrenados los tengas más fácil se van a contraer y mayor será el orgasmo.
También se tiene la opción de poner presión en el vientre bajo, justo donde empieza el vello púbico, pues esta zona corresponde en el exterior al clítoris interno. Así, cuando hay presión el clítoris queda atrapado entre la pared del abdomen y el pene de tu compañero.
Eso sí, en este caso hay que asegurarse que la presión se haga una vez que el pene se encuentra dentro de la vagina, porque sino la penetración se dificultará. La presión la puede realizar la mujer con su propia mano, o el hombre con su mano o con su vientre.
Otra forma que se puede intentar es que una vez que se haya dado la penetración, la mujer cierre las piernas y las piernas de su compañero queden afuera y las presione más juntas. Esto posibilita una mayor fricción tanto interna como en el clítoris lo cual genera inmediatamente el orgasmo.
Por último, algo más simple y que probablemente toda mujer hace involuntariamente es apretar las nalgas fuertemente, esto ayuda porque aumenta el fluido sanguíneo en toda la zona pélvica, lo que provoca mayor lubricación vaginal y el crecimiento del clítoris, aumentando la oxigenación y permitiendo mayores contracciones.
En fin, estos son solo pequeñas sugerencias que puedes usar a la hora de la unión sexual para tener mayor satisfacción, pero siempre es más importante estar abierta a posibilidades nuevas, sin prejuicios y sin niveles de estrés que entorpezcan tu obtención del orgasmo.
Domingo, 21 de marzo de 2010