La sexualidad, como cualquier manifestación humana tiene varios niveles de expresión, en los cuales el vínculo existente entre la pareja es diferente.

Si tienes una pareja estable, el ideal es que experimenten en todos los niveles para que su relación sea completa y exista una verdadera compenetración.

El primer nivel es claro el más común y que casi no requiere de intención las primeras veces, pero cuando una pareja ya lleva tiempo, la rutina puede apoderarse de ella y esta forma de hacer el amor queda en el olvido.

Es conocido como el nivel de la sexualidad erótica y distingue a las relaciones sexuales que son muy apasionadas y candentes, donde la ropa es arrancada, los muebles estorban, y pareciera que el mundo estallará cuando sentimos el orgasmo.

Si esto ya no te pasa, es importante que trates de recuperarlo y si nunca pasó entonces trata de experimentarlo, pues evita que la monotonía le quite magia a tu perfecta relación. Para lograrlo, olvídate de tus inhibiciones y sé más atrevida, déjate guiar por tus instintos aunque parezcan demasiado, tu compañero estará fascinado por tu deseo de experimentación.

Si te parece difícil despertar tus deseos más feroces, prueba darte unas vacaciones sexuales de dos semanas, durante las cuales no habrá contacto físico, pero si deberán buscar insinuarse mutuamente para desencadenar la pasión: vean películas eróticas o porno si las disfrutan, díganse cosas sensuales, admírense en ropa interior, y hablen constantemente de ese momento en que dejarán que la pasión se desborde. Al cabo de dos semanas, la ansiedad será tal que cuando de hecho lleguen a la unión sexual, experimentarán uno de los momentos más tórridos de sus vidas.

El segundo nivel consiste en la sexualidad sensual, pues aunque suene extraño no siempre el contacto es sensual. Esto sólo ocurre cuando la relación sexual está focalizada en las sensaciones e incorpora la estimulación de los cinco sentidos para llegar a un placer sexual muy intenso.

Para alcanzar este nivel, debes conocer tu cuerpo íntimamente y luego dedicarte a conocer el de él, para así poder descubrir formas inimaginables para detonar su más ardiente pasión. Es interesante hacer notar que en este nivel parece evidente que las mujeres son más auditivas y los hombres más visuales, por lo que él se verá excitado si ve tu cuerpo desnudo, si tú te desvistes delante de él, si juegan a desvestirse poco a poco, en fin usa tu imaginación.

Una buena idea es que con un foco, tú ilumines partes de tu cuerpo y él se dedique a tocarlas o a besarlas... eso lo matará. Pero trata de que él te complazca y pídele que te hable, que te susurre mientras acaricia cada rinconcito de tu cuerpo.

El tercer nivel es el de la sexualidad íntima. Tú estarás pensando que cualquier relación sexual es íntima en tanto es privada y nos acarician en lugares íntimos. Eso es cierto, pero aquí nos referimos más bien al hecho de sentirte verdaderamente cómoda, y con toda la confianza del caso. Es además ese sexo que no es apresurado que es incluso tierno, y que cada beso, y cada movimiento es como compartir un gran secreto con tu compañero.

Aún cuando se puede decir que la pasión es mínima, aunque no parezca es importante alcanzar este nivel, pues evidencia un estado emocional de pareja donde existe una verdadera unión y el vínculo es más trascendental. Si bien se puede pensar que este sexo es aburrido, no tiene por qué serlo, y de hecho garantiza que tu relación sea duradera.

Este nivel requiere de señales privadas, de rituales de pareja, de miradas y caricias imperceptibles para cualquiera pero muy significativas para ustedes dos. Una sonrisa furtiva, un beso en el cuello, un secreto al oído, ese tipo de cosas crean el ambiente perfecto para que luego entre las sábanas exista confianza y seguridad, y puedan llegar a detener el curso natural del acto para besarse, abrazarse y decirse todo lo que se quieren. Inténtalo y verás como la experiencia será de una dulzura muy intensa.

El cuarto nivel de la sexualidad es aquel en el que se rompen los límites y se buscan nuevas experiencias. Es muy común que por ideas preconcebidas o prejuicios no nos atrevemos a realizar aquella fantasía sexual que repetidas veces nos hace hervir la sangre.

Para llegar a este nivel sólo requieres desinhibirte y proponerle a tu compañero cualquier cosa, nuevas posiciones como las del Kama Sutra, ojos vendados, disfraces, inventa formas de conquista y seducción, recrea escenas que lleven a la relación sexual, en fin el límite es tu propia imaginación, así que ve más allá e imprime tu vida sexual con aventuras.

El quinto nivel es el espiritual y probablemente te extrañe, en tanto nos han enseñado a pensar que el sexo es lo menos espiritual que existe, pero esto es sólo una idea tradicional que todavía nos marca y de la cual es necesario deshacernos para tener verdadera satisfacción en nuestra experiencia sexual.

El nivel espiritual se considera uno de los más trascendentales y se caracteriza por superar las fronteras físicas. Este sexo te transporta a otro mundo, y te funde con tu pareja. Claro que no todo el sexo es así, pero si lo que te une a tu compañero es un fuerte lazo de amor, la sexualidad se convierte en un medio para expresar todos esos sentimientos que te hacen estar enamorada.

Para alcanzar este nivel sólo necesitas además de amar profundamente a tu compañero, tener relaciones de cierta manera. Por ejemplo, hacer contacto visual con él mientras hacen el amor, o buscar posiciones en que sus cuerpos se toquen totalmente. Así, se hace posible que durante la unión se besen, se miren, se sonrían, se hablen e incluso en el momento máximo sientan que se vuelven uno solo en el fuego del climax.

Como ves, estos niveles de sexualidad pueden ser experimentados aisladamente o todos a la vez, según sea tu relación de pareja y dependiendo del nexo que tengas con tu compañero. Pero si ya tienes un vínculo estable con él es importante que busquen alcanzar todos los niveles poco a poco para que la relación llegue a nuevos horizontes, se consolide y se compenetre más, para que sea más duradera y el sentimiento más consistente. Inténtalo y verás que la ganancia será invaluable.

Martes, 30 de marzo de 2010