Miércoles, 27 de Noviembre de 2024
  
27/11/2024 23:32:37
Sexualidad
Conductas Sexuales Femeninas
Compartir en Facebook    Compartir este artículo en Twitter    Compartir este artículo en WhatsApp    Imprimir esta nota
Viernes, 2 de abril de 2010

Cada mujer actúa diferente, pues cada ser humano es diferente, pero no se puede negar que hay ciertos patrones que se siguen involuntariamente. Si después de leer esto, no encuentras tu conducta no te alarmes, pues esto se basa en la generalidad y no en los casos particulares.

Estas conductas que vamos a describir son -en muchos casos- estereotipos en los que muchas veces caemos sin saberlo, por lo que es importante identificarlo para poder modificarlo.

Una mujer que se siente bien si su compañero está bien, que entiende su sexualidad únicamente en función del placer de su pareja, resulta como una asistente. Esta clase de mujer no se expresa a sí misma en la sexualidad, ni asume su propia sexualidad sino que cree que la actividad sexual demuestra nada más que tan satisfecho está él con ella.

Una mujer así se caracteriza por ser insegura y dependiente, por funcionar únicamente como respuesta a las necesidades de su compañero, y se olvida de sus propias necesidades, por lo que se sentirá bastante insatisfecha aunque no es consciente de ello.

Otro clásico comportamiento femenino es aquel que describe una persona acosada. Esta mujer siente que cualquier acercamiento que tenga hacia su pareja la llevará a un encuentro sexual no necesariamente deseado.

Debido a esta especie de paranoia, ella cuidará mucho sus cariños hacia él y difícilmente será una mujer cariñosa, sino que más bien se esconderá en sus ocupaciones, en su estrés, en una conversación para evitar casi cualquier contacto ya que piensa que siempre la llevará a la unión sexual.

Otra conducta bastante común es aquella en la que la mujer se siente utilizada por su compañero. Ella cree (independientemente de que sea cierto o no) que su pareja sólo la ve como un objeto sexual.

Por lo general, estas mujeres son bellas y han sido aparentemente engañadas por hombres que sólo querían sexo, mientras ellas estaban armando toda una relación de pareja. Debido a esto, guardan un gran resentimiento hacia los hombres y se ven imposibilitadas para disfrutar del sexo.

Por otro lado, hay muchas mujeres que se han acostumbrado a fingir el orgasmo como si eso fuera lo único que cuenta en la relación. Ellas creen que lo más importante es que su hombre esté satisfecho y han privilegiado esto sobre su propia experiencia.

En este caso, la relación sexual nunca será satisfactoria para la mujer, pues es difícil que ella se ponga en contacto con sus propios deseos. Además, con la costumbre le resulta más seguro fingir el orgasmo que realmente disfrutar de la experiencia sexual.

La Diva -por su parte- es el tipo de mujer que se siente en un pedestal y que cree que cualquier expresión sexual carece de elegancia, por lo que ella juega el papel de la dama, y así pierde su identidad sexual, la cual difícilmente recuperará.

Esta mujer responde al estereotipo machista que dice que una mujer decente no se presta para ciertas actitudes, por lo que tarde o temprano su compañero buscará en otras mujeres ese erotismo que su esposa le niega. Ante esto, ella se sentirá mal, pero dirá que al fin al cabo las otras mujeres están para ser utilizadas y para darle placer a su compañero, mientras ella es la única mujer que él respeta.

De la misma forma, encontramos el tipo de mujer que ha renunciado a cualquier satisfacción sexual para cumplir con su papel de madre; papel que lleva a la cama y a su relación. Su compañero se convierte en un hijo más al que ella satisface en todo nivel para suplir la imposibilidad de suplirlo sexualmente.

También, se puede observar el tipo de mujer que es demasiado frágil para su pareja, él debe cuidarla y protegerla, y él sentirá que si es demasiado efusivo en la cama ella se quebrará. Esto ocurre porque la mujer se escuda en esta imagen de fragilidad para que su compañero nunca la abandone, ya que él difícilmente podría soportar el sentimiento de culpa.

Así, la mujer nunca será sincera en su comportamiento sexual por temor a no resultar tan frágil como su compañero cree que es, y entonces la deje. Al menos esa es la percepción de la mujer.

Ahora bien, ya sea que estas conductas se den tal y como las expusimos o mezcladas, muchas son provocadas por problemáticas emocionales de la misma mujer, pero en otras ocasiones, es el compañero el que las genera, debido a su educación sexual y debido a lo que espera de su compañera.

Muchas veces, la mujer se acostumbra a responder de cierta forma porque sabe que eso es lo que su pareja quiere de ella, o incluso porque se lo imponen, pero también puede ser por su propia educación.

En cualquiera que sea el caso, la mujer debe reflexionar y entender que tanto derecho tiene ella a la satisfacción sexual como su compañero, por lo que debe superar sus prejuicios, dialogar con su compañero, generar un ambiente de intimidad o incluso ir a terapia, para que así su conducta sea la más satisfactoria para ella y para él.


Viernes, 2 de abril de 2010

Copyright ©2008
Surcorrentino.com.ar
Todos los derechos reservados

DESARROLADO POR:
www.chamigonet.com.ar