Empate político en Bolivia. Evo Morales podrá seguir en la presidencia pero también los principales gobernadores opositores del oriente del país –la llamada media luna- continuarán en sus cargos. El proyecto estatista e indigenista del Gobierno difícilmente podrá imponerse a las regiones que demandan autonomía y economía de mercado. El referéndum revocatorio tan sólo sirvió para aumentar los enfrentamientos y la incertidumbre.
Aunque Evo obtuvo más votos que en las presidenciales de 2005 (de 53"7 pasó a 60"12%), su victoria no es concluyente al haber sido ratificados los gobernadores de la media luna, sus verdaderos opositores. El país sigue igual de dividido y el equilibrio no ha sido alterado. Bolivia queda en una especie de statu quo que fortalecerá a los extremistas y radicalizará las posiciones. Si se confirma que Morales perdió en las regiones de Oriente, una parte importante del país podría desconocer la autoridad del presidente.
Las encuestas a boca de urna indican que el mandatario obtuvo el 60"12 por ciento de votos afirmativos en el referéndum revocatorio. Rubén Costa, principal rival de Morales, también podrá seguir al frente de la gobernación de Santa Cruz, con un porcentaje aún mayor: 69"46%. Según los sondeos, otros tres gobernadores opositores –Tarija, Beni y Pando- lograron mayoría absoluta: 57"83 % en Tarija, 67"72 % en Beni y 57"36 en Pando. Pierden sus cargos el gobernador de Cochabamba (quien de antemano no aceptó el referéndum, por considerarlo ilegal y anticonstitucional) y el gobernador de La Paz.
Los cuatro gobernadores del oriente, que llevan cinco días en huelga de hambre, han anunciado que este lunes entran en vigor los estatutos de autonomía que se aprobaron en los últimos meses. De hecho, la votación fue un plebiscito a favor de la autonomía.
"Estos resultados no son un empate catastrófico, sino una derrota catastrófica porque todos perdemos, el futuro político aún se complica más porque no se ve una salida viable en el enfrentamiento entre el presidente Morales y cinco regiones del país", declaró a "La Vanguardia" el diputado opositor Ernesto Justiniano.
El gobierno ha gastado mucho dinero y mucho esfuerzo en vano porque la votación no resuelve ningún problema. Evo Morales esperaba arrasar para imponer la Constitución estatista que aprobó en un cuartel al margen de la oposición, pero el rechazo en el oriente frenarán sus propósitos.
Los bolivianos acudieron a las urnas en medio de la incertidumbre por un futuro cargado de amenazas de radicalización. En un ambiente convulsionado por conflictos sociales, con denuncias de fraude, de ilegalidad e inconstitucionalidad, votaron para revocar o ratificar en sus cargos al presidente Morales y a ocho gobernadores. El desacuerdo era total entre el Gobierno y la Corte Central Electoral sobre el método que se aplicará para declarar a ganadores y perdedores.
Aunque la consulta fue presentada como referéndum revocatorio, en los hechos se trató de una consulta ratificatoria, ya que las preguntas estaban planteadas para que el elector respondiera si estaba de acuerdo con la gestión del presidente y de los gobernadores.
"Este lunes nos despertaremos con un presidente que obtuvo un apoyo del 60% pero no puede visitar más de la mitad del país", dijo el analista Jim Shultz.
El referéndum no alterará la difícil ecuación boliviana. Más bien, según señalan los analistas, el escenario más probable es de mayor enfrentamiento, que se acentuaría si el Gobierno trata de aplicar un modelo socializante que rechaza la parte más próspera de Bolivia. La colisión occidente-oriente va a seguir. Nadie puede prever qué ocurrirá mañana, sobre todo si el gobernador de Cochabamba, Manfred Reyes, contrario a Morales, se niega a dejar el cargo. El prefecto considera ilegítima la consulta (no está contemplada en la Constitución) y anticipó que no reconocerá los resultados.
El economista Carlos Toranzo, coordinador de la fundación Ebert en Bolivia, comenta que "el Gobierno no respeta la ley y nadie la quiere acatar. Todo eso implica que está en peligro la convivencia cotidiana. El Gobierno, con lenguaje de confrontación y con irrespeto a la ley, conduce a un desmoronamiento de la democracia; los ciudadanos debemos evitarlo".
Lunes, 11 de agosto de 2008