Por Gustavo Gamboa (Epoca)
A mediados de mayo, empresarios de UPM, la empresa finlandesa que adquirió las acciones de Botnia en Uruguay, llegarán a Corrientes para visitar los bosques implantados y evaluar la posibilidad cierta de instalar una pastera en la provincia.
El martes, el gobernador Ricardo Colombi reiteró lo que en incontables ocasiones adelantó: la Administración provincial tiene serias intenciones de que capitales forestales se instalen en Corrientes.
Este fue el deseo de Ricardo Colombi en su primera gestión al frente del Gobierno provincial. También fue uno de los pocos ítems en los que coincidió con Arturo Colombi. No es para menos: Corrientes es la provincia con la mayor superficie forestada en Argentina, con cantidad de biomasa disponible para ser utilizada en la industria pero que, sin embargo, debe vender a provincias vecinas su materia prima por las escasas empresas instaladas en nuestro suelo.
Según datos proporcionados por funcionarios del Ministerio de la Producción, en Corrientes sólo se industrializa un 35% de la madera producida, el resto se comercializa en rollizo sin incorporar valor agregado.
Corrientes tiene actualmente unas 420 mil hectáreas forestadas y produce entre 5 y 6 millones de metros cúbicos por año. Se estima que en la provincia sólo se industrializa entre 2 y 2,5 millones de metros cúbicos de la materia prima lograda.
El problema se da porque la falta de industrias repercute en la forestación. La madera está disponible y no se puede absorber todo en la provincia. Además, se prevé que para 2015 la producción anual será superior a los 13 millones de metros cúbico anuales, es decir, se duplicará la materia prima actual.
Las plantas de celulosa (o pasteras o mal llamada “papeleras”) utilizan la parte fina de la madera. Es decir, del tronco la parte aserrable es la central. Es como dibujar un cuadrado en un círculo. Las medialunas o “costaneras” son la parte de la materia prima que se destinan a estas industrias.
Para hacer una comparación con la carne, la madera gruesa es como el lomito y la parte fina, el puchero. Mientras la primera va a la industria del aserrado, la segunda tiene destino final la celulosa, tablero y energía.
Por otra parte, en todo manejo forestal, se deben realizar varios raleos. En el primero de ellos se desestima un 20% de los árboles implantados. Esta materia prima no puede ser utilizada en el aserrado. Además, es ideal para las plantas de celulosa. En Corrientes, los productores no saben qué hacer con esta madera.
“Hoy, los forestadores (de la zona del Noreste correntino, el principal sector forestal de la provincia) mal venden la madera obtenida en el primer raleo a las plantas de celulosa instaladas en Misiones. Si al productor le quedan dos pesos por tonelada, debe sentirse contento”, comentó Mercedes Omeñuka, gerente de la Asociación de Madereros y Afines (AMAC).
Pero la madera correntina del primer raleo no tiene destino único en las pasteras de Misiones. También se comercializa a las plantas de celulosa en Santa Fe y a las de tablero de Entre Ríos. Sin embargo, la colocación del producto es muy difícil por los altos valores del flete.
El martes, luego de que el Tribunal Internacional de La Haya confirmara que la planta de celulosa instalada en la ciudad uruguaya de Fray Bentos, frente a la local localidad entrerriana de Gualeguaychú, no contamina (o por lo menos, lo hace dentro de los valores permitidos), Ricardo Colombi “blanqueó” la visita de los funcionarios a esa pastera. Su ministro de la Producción, Jorge Vara, adelantó que en mayo recibirían a inversores interesados en instalar una fábrica de estas características en Corrientes.
Lo que nadie dijo es quiénes son los “inversores interesados”. Ayer, fuentes del Ministerio de la Producción confirmaron a “época” que quienes llegarán hasta Corrientes para ver “in situ” la forestación son los propios empresarios de UPM.
“Son como los ganaderos. Quieren ver primero la hacienda”, comentó la fuente del Ministerio de la Producción.
En la visita a Uruguay, a los empresarios se les comentó de las “bondades” de Corrientes: disponibilidad y calidad de las tierras (más de 3 millones de hectáreas aptas para forestar), plantaciones existentes (418 mil hectáreas de eucalipto y pino), excelentes condiciones climáticas (19º C y 22ºC de temperatura media anual y 1.100 mm. a 1.500 mm. de precipitación media anual), estratégica ubicación (en el corazón del MERCOSUR y en el centro de la región Mesopotámica Argentina, donde está concentrada el 80% de la masa forestada del país) y el incremento que tuvo el sector en los últimos años (en 1997 su aporte al Producto Bruto Geográfico provincial era de 1,7% y en 2007 ya alcanzó al 6,4%), además de la materia prima actualmente disponible.
La visita a Corrientes de los empresarios no sólo será para constatar todos estos datos sino para demostrar el interés cierto en avanzar con la instalación de una pastera en suelo provincial.
UPM
El 22 de octubre de 2009 se firmó el acuerdo (proceso de traspaso) con Botnia, por el cual la empresa finlandesa UPM se quedó con el 91% de la planta de celulosa en Fray Bentos y el 100% de Forestal Oriental, firma especializada en plantaciones de eucalipto que posee y administra unas 180.000 hectáreas de tierra de las que el 60% está dedicado al cultivo de plantaciones.
Con esta reestructuración, Botnia concentró su estrategia en sus operaciones en Finlandia y Rusia, mientras que UPM focalizó sus planes de negocios en Uruguay.
Según el acuerdo, el valor de la fábrica de celulosa de Fray Bentos y de Forestal Oriental asciende a US$2.400 millones.
La planta de Fray Bentos es la de mayor producción de UPM en el mundo, con más de un millón de toneladas de pulpa anuales, que abastece, por ejemplo, a la fábrica de papel que la empresa tiene instalada en China.
Según los directivos de la firma nórdica, la celulosa proveniente del eucalipto se utiliza fundamentalmente para papel de fotocopia y papel tissue y lo que se denomina papel gráfico que se utiliza mucho en China.
Jueves, 22 de abril de 2010