La relación sexual con dolor constante desgraciadamente es más común de lo que se piensa y a veces no depende sólo de la lubricación o del compañero sexual.
Existe una afección denominada dispareunia y consiste precisamente en que hay mujeres que siempre tienen relaciones sexuales dolorosas. Sin embargo, no hay razón para entrar en pánico, ya que por lo general este problema tiene solución y hay un tratamiento según los síntomas que se presenten.
El dolor durante el sexo puede presentarse por diferentes causas, por lo que no siempre se considera un problema de salud. Perfectamente, puede deberse a que la mujer no se encuentre suficientemente excitada y su lubricación no sea suficiente, por lo que sólo se deba prolongar el período de juego o excitación para evitar el dolor.
Ahora bien, la lubricación puede no presentarse por razones particulares de la mujer en específico, y a veces no depende de su excitación. En esos casos, existen en el mercado lubricantes de todo tipo que pueden usarse para así evitar el dolor.
Por ejemplo, en las mujeres de edad madura, la ausencia de lubricación puede suceder como resultado de la vaginitis atrófica producto de los cambios hormonales durante la menopausia. Además, hay que tener en cuenta que con la edad los índices de los niveles de substancias lubricantes disminuyen.
De igual forma, la resequedad vaginal puede aparecer como efecto secundario de algunos medicamentos tales como anticancerígeno tamoxifeno, y también puede presentarse durante período de lactancia debido al cambio hormonal.
Otra razón por la que se presente el dolor durante el acto sexual, es que la zona vaginal esté irritada o inflamada por enfermedades de la piel, vestibulitis vulvar -que es la inflamación en la entrada de la vagina-, o alergias provocadas por la ropa interior, espermicidas, jabones, higiene no adecuada, entre otras.
Asimismo, cuando hay infecciones producidas por hongos, o infecciones en el tracto urinario, y las enfermedades de transmisión sexual (ETS) la dispareunia suele surgir, acompañada, por lo general, de sensación de ardor al orinar, descarga vaginal (flujo), etcétera.
Los abusos y traumas sexuales, aunque se hayan dado con mucha anterioridad, pueden causar la dispareunia, junto con espasmos fuertes durante la unión sexual que se denominan vaginitis.
Igualmente, los problemas de la piel como re sequedad, grietas, irritación, cicatrices, pueden también ser causa del dolor durante el coito.
Muchas veces, este dolor es constante y se vuelve tan intenso, que la mujer se resiste al contacto sexual por miedo y como forma de evitarlo. A veces, la enfermedad que se padece provoca el dolor y con el acto sexual se empeora, por lo que de nuevo se prefiere evitar la intimidad antes que sufrir con lo que se debería disfrutar.
Así las cosas, es fundamental que si sientes dolor mientras tienes relaciones sexuales, acudas con prontitud al ginecólogo para que te trate adecuadamente. La dispareunia se puede evitar, y no es razón para sentirse extraña o avergonzarse, pues le pasa a muchas mujeres. No tienes porque negarte al placer de disfrutar tu sexualidad, sólo busca ayuda y verás que lo más probable es que se solucione sin mayores complicaciones.
Jueves, 22 de abril de 2010