La célebre banda se despide con un concierto lleno de sorpresas donde Sting incluso llegó a afeitarse en directo.
La célebre banda británica The Police se despidió anoche de los escenarios con un multitudinario concierto en el Madison Square Garden de Nueva York, donde no faltaron las sorpresas en una noche en que Sting se llegó a afeitar en directo. Treinta años después de publicar su primer disco, Sting, Andy Summers y Stewart Copeland pusieron punto y final a una trayectoria llena de éxitos, ante unos 19.000 seguidores neoyorquinos que vivieron esa despedida entre el fervor y la nostalgia, pero en un ambiente festivo con el que comulgó la banda desde el principio del concierto.
"Ésta es una noche muy especial y quiero que sea muy loca. Pero, antes de empezar con las locuras, me gustaría decir que ha sido un enorme honor para mí volver a estar junto a dos buenos amigos", dijo Sting cuando el concierto, que cerró la gira de reunión que la banda empezó en 2007, ya llevaba cuatro canciones.
El cantante y bajista de la banda se refirió así a sus dos compañeros de aventura musical, a quienes agradeció su amistad y su comprensión, así como su "gran paciencia". "Después de 150 conciertos no sé cómo no nos hemos estrangulado; aunque eso no significa que no se me haya pasado por la cabeza", bromeó Sting, quien apareció con una camisa oscura sobre el escenario y lucía una barba canosa que acabó afeitándose ante sus seguidores.
Ésa fue quizás la gran sorpresa de la noche, que llegó mediado un concierto que la banda empezó con fuerza y en el que recorrieron unos grandes éxitos que el público mostró saberse de memoria, como "Walking on the moon", "Voices inside my head" o "Don t stand so close to me".
En el que parecía el primer descanso de la banda, la gran pantalla con que contaba el escenario mostró los camerinos en los que dos atractivas jóvenes empezaron a afeitar a Sting ante los aplausos y las risas del público neoyorquino, al que la banda ya se había metido en el bolsillo con la segunda canción de la noche.
Con los primeros acordes de la conocida "Message in a bottle", Sting y los suyos aparecieron en el escenario junto a "otra policía", la de Nueva York, ya que contaron con la presencia de la orquesta del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD), en un guiño que hizo las delicias de los asistentes. Sting no dudó en quedarse con una típica gorra de las que utilizan los policías de la Gran Manzana y acabar con ella una canción a la que siguieron temas como "Demolition man", "Driven to tears" y "Every little thing she does is magic", en la que Sting contó con la presencia de tres de sus hijas sobre el escenario.
Las jóvenes no pararon de bailar mientras duró el conocido tema e incluso tomaron fotografías del entregado público, que decidió quedarse en pie durante toda la actuación y a quien Sting siguió hablando durante la noche. "Hemos actuado ante 3,7 millones de personas. Esta noche sois 19.000 personas, pero pensad que representáis a toda esa gente, así que quiero ver vuestras manos", dijo el líder de la banda mientras alentaba al público a seguir con él el ritmo de unas canciones que estuvieron llenas de mensaje.
Tras el mítico tema "Roxanne", de 1978, The Police consiguió, con canciones como "Every breath you take" y "Can t stand losing you" ("No soporto perderte") que el público viviera los momentos más emotivos de la noche, gracias a líneas como "I guess this is our last goodbye" ("Imagino que éste es nuestro último adiós"). Para deleite de un público que dejó caer alguna lágrima a lo largo de la actuación, el cierre del histórico concierto corrió a cargo de "Next to you" ("Junto a ti"), tema tras el que los tres miembros de The Police se fundieron en un abrazo.
Lunes, 11 de agosto de 2008