Algunas mujeres no sienten orgasmos, pero se trata de casos aislados. La inmensa mayoría puede alcanzar el éxtasis sexual si encuentra el camino para llegar a él.
¿Es el orgasmo una obligación?
’Tengo 31 años y hasta hace tres meses no he tenido pareja estable. He mantenido otras relaciones, pero nunca conseguí llegar al orgasmo. Creía que era por falta de confianza o por no conocer mi cuerpo. También he intentado masturbarme, pero no obtengo ningún placer. En estos momentos me preocupa porque no tengo problemas o estrés y tampoco tabúes religiosos o sociales que me puedan afectar. Aunque mi novio intenta estimularme el clítoris y crear un ambiente relajado, no siento nada. ¿Cuál es mi problema? ’ V. L., San Sebastián
Para alcanzar el orgasmo, lo más básico es no esforzarse y no pensar en que es una meta que se debe conseguir. No hay que vivirlo como una obligación; deja que tu mente se concentre en las sensaciones de cada momento. Tampoco es dar por sentado que se padece anorgasmia sin haber acudido a la consulta de un médico. Ten en cuenta que, tanto a hombres como a mujeres, las preocupaciones nos alejan de la excitación y pueden llegar a bloquearnos.
Es cierto que algunas mujeres no sienten orgasmos porque su cerebro no registra ese tipo de sensaciones; pero debes tener en cuenta que se trata exclusivamente de casos aislados. A las consultas de los especialistas acuden pacientes que no han experimentado nunca un orgasmo. Las causas suelen ser una combinación de falta de información, prejuicios, falsas creencias y desconocimiento del propio cuerpo.
Un resorte clave del placer
También son muchas las mujeres que no saben si han llegado a experimentar alguna vez un orgasmo, pues no reconocen sus propias sensaciones. Es cierto que la vivencia del placer es individual y los caminos para llegar a él, también. Los orgasmos son diferentes según el estado de ánimo, la pareja, el grado de excitación o las posturas.
Los estudios científicos demuestran que:
-La respuesta sexual femenina es una combinación de sensaciones vaginales y clitorideas.
-Durante el acto sexual, el pene produce una presión rítmica sobre los labios, con lo que se estimula el clítoris a través de la tracción ejercida sobre el capuchón que lo recubre.
-Las mujeres sólo tienen un tipo de orgasmo.
Hay que aparcar las controversias de clítoris-vagina. Lo que varían son las formas de llegar a él: hay mujeres que sólo lo hacen a través de la excitación directa del clítoris; otras, con la penetración y la estimulación indirecta, o mediante la excitación de otras zonas del cuerpo.
Anatómicamente, el clítoris es como un botón, y está formado por un tejido muy sensible que entra en erección durante la estimulación. Rodeado de un repliegue de piel, su capuchón es similar al prepucio y se une a los labios menores.
Es importante
No tengas prisa por llegar a la meta. Haz la comparación con un viaje: no te pierdas los distintos parajes en espera de llegar al destino. Es conveniente aprender juntos y tratar de conocer el cuerpo del compañero. Enséñale a conocer el tuyo. El clítoris nos da placer. Trata de ver cómo funciona. Lee sobre tu fisiología sexual. Explícale a tu compañero cómo te gusta que te acaricie. No es un interruptor de la luz, ni un timbre y, a muchas mujeres, les molesta su estimulación directa.
Te puede ayudar
¿Qué actitud tienes hacia el sexo? ¿Te resulta incómodo autoexplorarte? ¿Conoces tus genitales? El orgasmo no es algo que funciona o no funciona. Muchas mujeres experimentan placer por primera vez en solitario. No esperes que sea otra persona la que despierte tus centros del placer. Tienes que conocerte y saber cómo funciona tu cuerpo.
Controla los pensamientos automáticos que nos llevan de un lado a otro y nos alejan de las sensaciones de cada momento. Por ejemplo, no pienses: ’Está esperando mi excitación y se va a quedar defraudado’. Relajarte te ayudará a recuperar tu capacidad de excitación. Si te pones rígida, no sentirás nada. Practica estos ejercicios de Kegel para aprender a entrenar los músculos vaginales: aprieta los músculos durante tres segundos y relájalos después. También resulta útil contraer y relajar los mismos músculos en secuencias. La ansiedad no es buena para el rendimiento sexual. Es bueno leer en nuestros cuerpos y expresar lo que nos gusta y lo que no.
Domingo, 9 de mayo de 2010