Dos empresarios y un publicista que habían desaparecido el jueves pasado en Capital Federal fueron encontrados ayer asesinados a balazos al costado de un camino del partido de General Rodríguez y la policía investiga si fue una venganza mafiosa vinculada a una supuesta red de venta ilegal de medicamentos.
Los cuerpos de los vendedores de medicamentos Sebastián Forza, de 34 años, y Damián Ferrón, de 37, y del publicista Leopoldo Bina, de 35, fueron hallados a la altura del kilómetro 11 de la ruta 6. Los cadáveres se encontraban maniatados, boca abajo y habían sido asesinados con varios disparos. Los forenses confirmaron que uno de los hombres presenta cuatro disparos en la espalda; otro tiene dos tiros en el pecho y uno en la frente; y el tercero tres balazos en distintas partes del cuerpo.
El superintendente de la policía bonaerense, Daniel Salcedo, aseguró que las víctimas habrían sido asesinadas hace "como mínimo 40 horas" y que en el lugar del crimen "se encontraron vainas de distintos calibres que hacen presumir la utilización de dos armas de fuego". Además, dijo que se está tratando de determinar si los hombres fueron ejecutados en el lugar donde se los halló o si fue en otro sitio y luego trasladados hasta allí.
Los móviles. Los voceros aseguraron que la principal hipótesis está orientada a una supuesta mafia ligada a la venta ilegal de medicamentos falsificados, aunque tampoco se descartó la de un ajuste de cuentas vinculado al narcotráfico, específicamente con la comercialización de precursores químicos para la elaboración de drogas.
Según los detectives, la clave estaría en que Forza —dueño de una droguería— había sido amenazado de muerte tiempo atrás y tendría una deuda de $ 8 millones por la cual estaba en convocatoria de acreedores.
Si bien también se investiga a las otras dos víctimas, las fuentes señalaron que habrían estado "en el lugar donde no tenían que estar", o sea que el objetivo central era Forza, pero los otros dos hombres habrían sido secuestrados y ejecutados para que no delataran el hecho.
Según voceros, una de las amenazas a Forza fue en febrero, cuando recibió un llamado a la casa que alquilaba en el country Pilar del Este, donde le dijeron que su vida corría peligro. En otra ocasión le dejaron una silla de ruedas frente a su comercio con un mensaje que indicaba "de ésta no te salvas".
Fuentes del caso precisaron además que Forza habría hecho una denuncia contra una supuesta organización de venta ilícita de remedios ante la Policía Federal, tras lo cual recibió las amenazas y se convirtió en "testigo protegido".
El hallazgo. Los cuerpos de los tres hombres fueron hallados a las 17 de ayer en un zanjón, luego de que se recibiera un llamado anónimo en la comisaría de General Rodríguez. Hasta allí fueron Salcedo y el jefe de Investigaciones de la policía provincial, Oscar Torreira, así como los fiscales de Luján Oscar Reggi y Leandro Marquieghi.
El primer dato de que los cuerpos serían de los buscados se obtuvo cuando la Policía Federal determinó que, según rastreo satelital, hubo un último llamado telefónico realizado desde General Rodríguez.
Las víctimas habían sido vistas por última vez el jueves 7 cuando Forza y Ferrón se habrían reunido en el bar Open de Pilar. Luego se encontraron con Bina en un punto desconocido y después se los tragó la tierra.
Los tres estaban casados y cada uno tenía un hijo (todos menores de 4 años). Sebastián vivía en Pilar y los otros en Capital Federal. Los dos que se dedicaban a los medicamentos eran de muy buena posición económica y uno era hijo de un directivo de laboratorios Abbot.
Si bien Sebastián y Damián eran dueños de farmacias y además repartían medicamentos, no eran farmacéuticos matriculados. Según fuentes de la investigación, "ambos habían denunciado a grupos que hacían negocios paralelos con los medicamentos, los racionalizaban y después los revendían".
Ese mismo jueves, a las 20, la camioneta Suzuki Vitara de Ferrón apareció incendiada en el barrio de Flores y tres horas después hallaron el Peugeot 206 de Forza en Constitución. Dentro del primero de los vehículos, la policía encontró un arma descargada perteneciente a Forza y los DNI de éste y de Ferrón.
Contradicciones. Diego Ferrón negó ayer que su hermano haya ido a Pilar a encontrarse con Forza y señaló que fue a Quilmes porque trabajaba como visitador para una droguería que distribuye medicamentos en "geriátricos y obras sociales". Además, dijo que su hermano conoció a las otras dos personas "hace un mes" y que "hablaba por teléfono con ellos por cuestiones comerciales".
Por su parte, José Luis Salerno, socio de Ferrón, aseguró que Forza "sólo era un proveedor que le vendía drogas oncológicas de una droguería". Y agregó: "Decían que eran amigos, pero hacía un mes y medio que se conocían".
Jueves, 14 de agosto de 2008