Su pareja y usted compenetran a las mil maravillas. Le hace tocar el cielo en las relaciones sexuales y él se queda extasiado con todas sus maniobras. Pero siempre queda un faltante pendiente... nunca han llegado al orgasmo juntos.
Su vida sexual es totalmente satisfactoria, pero siempre se ha preguntado qué se sentirá llegar al orgasmo al mismo tiempo que tu pareja. En realidad, muy pocas parejas consiguen llegar al clímax juntos. La razón: cada cuerpo responde a un tiempo diferente durante la relación.
Pero hay una serie de técnicas para lograr que este deseo se haga realidad. Entre ellas, la técnica de la alineación coital.
Qué es la TAC
La técnica de la alineación coital (TAC) fue desarrollada por el psicoterapeuta estadounidense Edward Eichel a principios de los años noventa. La finalidad: aumentar las posibilidades de la mujer de alcanzar el orgasmo durante el coito y conseguir lograr el orgasmo simultáneo.
Se parte de la base de que la mujer necesita la estimulación clitoriana para alcanzar el orgasmo. A través del bombeo habitual del pene dentro de la vagina es imposible conseguir dicha estimulación. Por eso desarrolló esta técnica, que partiendo de la postura básica del misionero, y con un movimiento especial que proporcionaba una presión rítmica y constante, conseguía estimular el punto G y el clítoris fácilmente.
El TAC fue probado por Eichel en 43 hombres y mujeres, con unos resultados muy buenos. Antes de la prueba, el 23% de las mujeres declaró que alcanzaba el orgasmo durante el coito; esta proporción se disparó hasta el 77% después. Además, ninguna mujer había tenido un orgasmo simultáneo con su pareja antes de la prueba; después de poner en práctica esta técnica más de una tercera parte empezó a tenerlos.
Lo malo es que se trata de una técnica difícil de dominar:
La Postura:Se parte de la posición del misionero (la mujer abajo y el hombre arriba). Él deberá sostener su cuerpo ligeramente sobre sus codos, pero dejándose caer hacia uno de tus costados, asegurándose de que las caderas de él queden ligeramente más arriba que las suyas, y con las rodillas flexionadas. Entonces debe comenzar suavemente la penetración.
Deberá envolver con sus piernas los muslos de su compañero, descansando los tobillos sobre sus pantorrillas, hasta que la penetración se complete. La base del pene debe quedar ajustada en el monte de Venus, es decir, el cuerpo fálico debe quedar fuera de la vagina de tal forma que se pueda producir la estimulación directa del clítoris.
El Movimiento:La clave del éxito de esta técnica consiste en que el hombre no realice el típico movimiento de bombeo del pene de afuera hacia adentro. Esta técnica se basa en la presión y la contrapresión.
Comienza usted (mujer) dirigiendo el movimiento ascendente: empuja hacia arriba y hacia delante para forzar el movimiento hacia atrás. El pene desaparece dentro de la vagina durante el movimiento ascendente. En el movimiento descendente es su compañero quien ha de empujar su pelvis hacia atrás y hacia abajo. Mientras lo hace, el pene se desliza hacia una posición más superficial dentro de la vagina, siendo el clítoris presionado por la base del pene.
Entonces el movimiento quedaría: Usted (mujer) hacia delante, él hacia atrás. Así siempre, de forma constante y rítmica, con desplazamientos sincronizados.
El Orgasmo:Cuando ambos esten cerca del orgasmo, no hay que acelerar el movimiento, como se suele hacer habitualmente. Hay que seguir manteniendo un ritmo regular y constante. Si hacen bien todos los pasos, el orgasmo llegará de forma natural y simultánea.
Aunque es un poco complicado, muchas de las parejas que han conseguido dominar esta técnica, se sienten compenetrados en la intimidad.
Jueves, 10 de junio de 2010