Por Gabriel Link
Constitución Provincial, art 232: “Los municipios pueden establecer organismos de control de la hacienda municipal, de carácter técnico, que cumplan en su accionar con los procedimientos generalmente aceptados por las entidades competentes. Si no lo hicieren, deben realizar un convenio con el Tribunal de Cuentas de la Provincia para el cumplimiento de dicha función. Deben publicarse por los medios masivos de difusión disponibles en la comunidad, los movimientos de fondos, imputaciones presupuestarias y demás datos económicos y financieros. La petición de información formulada por los vecinos en ningún caso puede serles negada”.
El 22 de diciembre de 2008, en sesión extraordinaria, el concejo deliberante votó una controvertida ordenanza para la creación de una Auditoría Externa, es decir, un organismo, extra municipal, para controlar los números del departamento ejecutivo. La A.E no fue más que una argucia pensada por el intendente para evitar que alguien que no goce de su confianza pueda intentar inmiscuirse en sus números. Esta argucia fue celebrada por los concejales, quienes, a partir de su creación se autoexcluyen de toda responsabilidad de control, hoy, los concejales consideran que la responsabilidad de controlar los números municipales ya no es suya.
Está claro que el intendente se preocupó por cumplimentar la primera parte del art. 232, la que lo exime de un control por parte del Tribunal de Cuentas, pero jamás cumplimentó la segunda parte, nunca se preocupó Vischi por publicar en medios masivos de la ciudad los movimientos de fondos, imputaciones presupuestarias y demás datos económicos y financieros. Es más, lejos de publicarlos ni siquiera los envía, en tiempo y forma, al concejo deliberante. Como digo siempre, nadie, en Paso de los Libres, conoce los números municipales.
Pero volvamos a la ordenanza, su texto dice que la auditoría contará con dos miembros, los cuales serán designados por el intendente, aunque luego estas designaciones deberán ser convalidadas por el concejo deliberante. De la primera terna surgió el primero de los nombres, el del Contador Luis Martinelli, rechazando el legislativo las designaciones de los Contadores José Moser y Graciela González (ésta como suplente). Cabe destacar que Gonzáles es esposa de Martinelli y que Vischi pretendía que se contratara a ambos para conformar una auditoría familiar.
Ante el rechazo de estos dos profesionales se esperaba que el intendente elevara una nueva lista para la designación del miembro faltante. Pero la segunda terna jamás fue enviada y por tanto la auditoría quedó incompleta, no obstante el intendente puso en funciones (de manera irregular) a Martinelli, ignorando el contenido de la norma que él mismo había diseñado.
Esta es la primera, y una de las más groseras, de las varias irregularidades que presenta la A.E.
Si bien la norma condicionaba -discriminatoriamente- a los postulantes, poniendo como condición excluyente la de poseer experiencia en cargos públicos, hay en Libres varios aspirantes que cumplimentaban los requisitos, sin embargo, al no haberse puesto de acuerdo el intendente con los concejales, en el segundo nombre la Auditoría quedó incompleta.
La idea original de Vischi era que a la auditoría la conformaran Luis Martinelli y el Contador José Moser, a quien le debía “favores” (de su gestión como concejal) que jamás pagó. Pero el nombre de “Pepe” se quedó atorado en la escalera del concejo, donde no dejó muchos amigos y donde se lo recuerda, más que por la presentación de proyectos brillantes, por haber tratado de “traidor” a su propio mentor político, Beto Hantouche, a quien en realidad él mismo había traicionado, jugando abiertamente con el oficialismo, en contra de los intereses de su partido.
Ante la falta de apoyo legislativo para el nombramiento de Moser, “Peteco”, que no confiaba en nadie más para la conformación de la A.E, decidió promulgar la ordenanza incompleta. Como es su costumbre hizo lo que le dio la gana, sin respetar las normas, y el concejo, como también es su costumbre, se lo permitió sin que se levantara una sola voz en contrario, ni propia, ni ajena.
El segundo punto controversial de la auditoría es la falta de respeto por las normas establecidas, Hacienda no cumple con los compromisos que le impone la Carta Orgánica Municipal y al auditor no muestra ni la menor preocupación al respecto, en lugar de sancionar o denunciar las demoras e irregularidades, se excusa, respondiendo ante los reclamos por la falta de informes que no tiene que cosa auditar. Es decir que, ya sea por su culpa o por culpa del secretario de Hacienda Martinelli no cumple con su trabajo, pero esto pareciera no molestarle ni impedirle, cada mes, pasar a retirar puntualmente su cheque.
Lo cierto es que desde entonces, Martinelli, cobra un sueldo por no hacer absolutamente nada, jamás presentó un informe de los varios requeridos por el concejo y, como era de esperarse de una auditoría creada por el intendente, conformada por una sola persona de su entera confianza para que controle sus cuentas, el organismo no es más ni menos que un “bluff legal”, que solo sirve para satisfacer las formas y para darles excusa a los concejales para no investigar, cada vez que un edil es consultado por una irregularidad evidente, reclamándosele que investigue, la respuesta invariable es: “Voy a esperar el informe del auditor”. A lo que seguirán los siguientes pasos:
a) El concejal redacta y presenta el pedido de informe.
b) El auditor responde que no tuvo tiempo para investigar o que no tiene “que” investigar.
c) Todo queda en el olvido.
Pasaron 14 meses desde el nombramiento de Martinelli, y no se conocen resultados de auditoría alguna y jamás llegó al Concejo Deliberante un informe del auditor, siendo que la ordenanza que crea el órgano, la 751/08, dice claramente en su art.12º, que es el que enumera las responsabilidades de la auditoría:
(…) h) “Elevar un informe parcial sobre la documentación contable confeccionada trimestralmente por el DEM.
i) Emitir informe de auditoría sobre el balance general anual correspondiente al ejercicio financiero municipal finalizado el 31 de diciembre de cada año, antes del 15 de abril del año siguiente
j) Emitir informes sobre auditorías realizadas a diferentes áreas de la estructura municipal, que tengan por finalidad medir la eficiencia en el uso de los recursos humanos y materiales para la gestión. (…)
Nada de esto se cumple, la pregunta que cabe hacerse es ¿Por qué se mantiene en funciones a una auditoría totalmente irregular que no cumple ni con los requisitos ni con las tareas asignadas?.
Pero más allá de las irregularidades de conformación y de funcionamiento, la auditoría, hoy, está invalidada por el calendario. Martinelli fue nombrado en mayo de 2008 por un periodo de un año, es decir, su contrato venció en mayo de 2009. El protocolo establecido en la ordenanza es el siguiente, dentro de los 90 días anteriores al vencimiento del contrato el DEM debería haber llamado nuevamente a concurso público de oposición de títulos y antecedentes para renovar los integrantes del organismo, Martinelli puede mantenerse indefinidamente en el cargo si las autoridades así lo deciden, pero tiene que repetirse el proceso de nombramiento y convalidación legislativa. Esto jamás sucedió y por lo tanto en mayo pasado el contrato del único integrante de la A.E. caducó sin que se cumplimentaran los pasos estipulados.
Tal vez lo más grave todavía no haya sido dicho, una alta fuente municipal reconoció que los sueldos del municipio se liquidan en el estudio de Martinelli, el trabajo lo llevaría a cabo su esposa, la Contadora González, quien factura al municipio por dicha tarea, con lo cual Martinelli, entre otras “responsabilidades”, tiene la de auditar el trabajo que se realiza en su propio estudio. ¿No es un primor?.
Como es de conocimiento público, en mayo este periodista descubrió la comisión de un presunto delito de malversación de fondos por parte del municipio, el desvío de los montos en cuestión se evidencia claramente y a simple vista en los balances de 2008 y 2009. Se trata de $ 120.000 que el municipio gestionó ante el gobierno nacional a nombre de Che Roga Í, y utilizó para la construcción del Hogar Divino Niño, y de una “inversión” de fondos propios de $ 345.000 que siguieron el mismo itinerario.
A pesar del tiempo transcurrido (el balance de 2008 fue aprobado hace un año), jamás apareció dictamen o cuestionamiento alguno por parte de la auditoría. Los reclamos por la “irregularidad” cometida en el balance de 2009 ya tienen un mes y medio sin respuesta, con lo que se puede inferir que el único punto de la ordenanza que cumplimenta Martinelli en los 14 meses que, de manera irregular, lleva al frente de la A. E. es el cobro de sus honorarios.
Viernes, 2 de julio de 2010