La Fundación Reserva del Iberá es una organización mercedeña, sin fines de lucro creada por técnicos y personas interesadas en la protección de patrimonios naturales como los Esteros del Iberá, el arroyo Ayuí y otros territorios de Corrientes en peligro. Horacio Cardozo, su coordinador, explica sus conocimientos técnicos y su postura. “El problema es la escala en la que está pensado este proyecto. Las 8000 hectáreas de lago que quieren crear represando el Ayuí, frente a las 5000 hectáreas que ocupa la emblemática laguna Iberá dan una perspectiva de la inmensidad que representa esta obra. Además realizarla significa apropiarse de un recurso público, pasando a formar parte de las empresas, es decir se privatiza” denuncia.
Sostiene que “hay alternativas de producción que podrían evitar semejante cambio en el medio ambiente, por ejemplo, que las empresas realicen represas más pequeñas. Pero no tienen la mínima voluntad de reformular el proyecto. Lo que pasa es que se trata de realizar la menor inversión y aprovechar la mayor renta posible”, argumenta.
“El daño no es sólo ambiental” aclara, “Es decir, toman agua de buena calidad y devuelven al arroyo agua cargada de agroquímicos… esa actitud es la que perjudicara a otros propietarios agropecuarios que también usan el arroyo para sus establecimientos que están en las riberas. Lo más grave es que, de aprobarse, estarán sentando un precedente negativo que puede dar pié a realizar otros proyectos de similares características en toda la región, incluso en el país.
Bandidos rurales
La situación para Fundación Iberá y para Horacio es alarmante, “De alguna manera esto es como Botnia” aseguran. “Aquí se le seduce a la gente diciéndoles que se le va a dar mano de obra y trabajo generalizado. A partir de ese discurso mucha gente en la zona está a favor por los intereses económicos que acarrea y la necesidad de los campesinos y de los trabajadores. Pero lo que no dicen es la mayor parte de la mano de obra se utilizará en la fase de construcción del dique, quedando solo después lo indispensable.
Caso aparte es la legislatura de Corrientes que terminó por aprobar el proyecto de reordenamiento territorial de la Ley de Bosques que mandara el Ejecutivo. Allí se marca como Zona Verde al Espinal (territorio en cuestión). Para ellos, legalmente no existe en la región ningún sector de bosque protegido. “Verde” habilita el desmonte. Esto implica aceptar la posibilidad cualquier actividad productiva sin tener en cuenta el riesgo ambiental como la erosión que sufrirán estos suelos quedando sin cobertura protectora, como dicen los expertos.
“El principal error fue haber planteado este debate con espíritu únicamente productivo” dice Horacio. “Esto pareció más bien, discutir sobre algo que molestaba. No estamos planteando nada fuera de lugar, zona de ribera es Rojo en todas partes. Lo dicen el INTA, el Instituto de Botánica de Corrientes, la UNNE, etcétera. Los bosques deberían ser parte de una política Estado, protegidos independientemente del los gobiernos de turno”, reclama con justa razón la Fundación.
Cardozo asegura que “de por sí solo el proyecto no podría concretarse porque infringe muchas leyes. Lo llamativo es como durante todos estos años, los gobiernos de turno colaboran para que salga. Pero justamente, lo que está protegiendo al Ayuí es la ilegalidad de esta obra. Actualmente es solo un proyecto, pero estamos preparados para presentarnos ante la justicia ni bien pongan una sola pala sobre el arroyo” sentencia. Mientras tanto, siguen realizando campañas de concientización. “Tenemos un blog que es www.ennombredelayui.blogspots.com con la campaña, SALVEMOS EL AYUÍ.
Pero las empresas pautan en muchos medios de comunicación y ayudan financieramente a algunas instituciones que confunden a la gente”, explica. “Cuesta también porque estamos protegiendo algo a futuro y en general estamos acostumbrados a “añorar lo perdido. Nos falta enamorarnos más de nuestro paisaje, sentirlo nuestro. Hay que dejar de ver al Ayuí como algo de todos pero a la vez, de nadie.De todas formas nuestras fuerzas están intactas. Lo seguiremos defendiendo. Usaremos nuestras leyes y haremos valer nuestros derechos” afirma.
Y finalmente, Horacio sentencia “exigimos modelos productivos menos agresivos con el medio ambiente es dar un mensaje de no todo es a cualquier precio, es mostrar al mundo que podemos producir de manera responsable con el medio ambiente, es una oportunidad de alguna manera, para mostrarnos al mundo como un país realmente serio”.
Todas las manos, todas
Vienen por lo más hermoso que nos queda: el agua, la tierra y los recursos naturales…Es necesario conservar el agua como patrimonio para la vida, no puede ser utilizada ni contaminada por la ambición sin límites de los mercaderes de la naturaleza, vemos con preocupación la necesidad de plantear esta problemática que nos duele por el avance sobre los Esteros del Iberá y sobre los Bosques Nativos” señala con fuerza el primer edicto de la Asamblea Ambiental Correntina.
Este nuevo órgano vio la luz a fines de abril de este año para contrarrestar este tipo de avasallamientos de parte de los empresarios y el gobierno sobre nuestros recursos naturales. Está integrado por referentes del arte y la cultura donde resaltan algunas figuras como Antonio Tarragó Ros, Julián Cini, Pocho Roch, Mario Bofil y un centenar de personas involucradas y comprometidas con la lucha.
Así también se pronunció la CTA Corrientes con su documento aprobado en el Congreso Provincial 2010, marcando “la defensa de la Madre Tierra, rechazando la construcción de las represas en la región y muy expresamente, la de Garabí…toda instalación de pasteras con su consecuente intencionalidad de ampliar la nefasta política del monocultivo forestal; y exigir el cumplimiento de la ley nacional de bosques respecto a definir en el Ayuí Zona Roja respetando sus bosques en galería”, lo que fue reivindicado en el Encuentro-Seminario de Comunidades Rurales del Norte Argentino, realizado en el Taraguí.
Y un coro de voces que no calla, grita hoy desde Corrientes, “siento al caminar, toda la piel de América en mi piel, y anda en mi sangre un río que libera en mi voz su caudal…”.
Domingo, 25 de julio de 2010