Confiar en tí misma, dejar de lado la vergüenza, romper la rutina y huir de las normas rígidas son algunas de las normas básicas para el goce y erotismo femeninos, que toda mujer debe conocer para alejar sus temores y vivir una sexualidad más plena y enriquecedora.
“Me preocupa resultarle atractiva o sensual a mi novio. Soy demasiado tímida para pedir lo que quiero en la cama. Siempre me pongo muy nerviosa y me inhibo. Me siento avergonzada por el tamaño o aspecto de algunas partes de mi cuerpo cuando estoy desnuda”.
Inquietudes como éstas que expresan en privado y con frecuencia muchas mujeres, revelan un problema de autoestima sexual que suele ensombrecer sus relaciones.
Según los expertos, la respuesta sexual femenina cambia constantemente a lo largo de la existencia, e incluso de una relación a otra, pero las mujeres que comprenden mejor las peculiaridades de su sexualidad y erotismo, disfrutan más de su cuerpo y llevan una vida amorosa plena y satisfactoria, independientemente de que tengan veinte, cincuenta u ochenta años de edad.
Al margen de la habilidad y experiencia que tenga tu compañero sexual como amante y de la capacidad de cada hombre para despertar el erotismo de ella, estimulando sus genitales, desarrollando unos acercamientos preliminares adecuados o aplicando las distintas técnicas para llevarla al orgasmo, la satisfacción femenina depende en buena medida de la propia mujer y requiere seguir algunas reglas básicas:
Deja de lado el mito de que a los hombres sólo les interesan las mujeres exuberantes, atractivas o estilo “top model” y que no se fijan en aquellas que no cumplen ciertos requisitos de belleza, como los famosos “90-60-90”.
Si eliminas los prejuicios de tí misma, y comienzas a quererte y gustarte, hará que su pareja y los demás la acepten y se sientan atraídos por ella, tal y como es.
Mejora tu imagen
El aspecto físico no es la única manera de atraer a un hombre, pero si haces algo por mejorarlo ¡tu lucecita interior tendrá más posibilidades de brillar!
Una buena salud, figura e imagen nunca están de más, y ayuda a mejorar la autoestima sexual. Sigue una dieta saludable, haz ejercicio físico, cómprate ropa y maquillaje adecuados, y aprende a ver las facetas positivas de tu anatomía en lugar de las menos agraciadas.
¡Temores, fuera!
Intenta que la comunicación con tu pareja se dé en un sentido amplio: que no se limite al terreno sexual sino que también se asiente en las palabras.
Expresa en cada momento lo que te apetezca hacer o que te hagan, y despreocúpate de que tu pareja te vea gorda o sin depilar. En la cama, nunca vivas tu sexualidad como una rareza, deja la vergüenza de lado y sé tú misma.
Busca la espontaneidad
Las normas rígidas y la repetición son enemigas del erotismo y la excitación. Tu sexualidad es muy amplia y personal, y la apagas si la confinas en una serie de recetas, normas o situaciones previsibles y repetidas.
En vez de caer en una excesiva rigidez de hábitos que te impidan disfrutar, procura improvisar situaciones que resulten excitantes para ambos, con una buena dosis de espontaneidad e imaginación. Hacer el amor en el sofá, la cocina o la ducha o nada más llegar a casa son algunas opciones, pero ¡hay muchas más!
Descubre lo que Te gusta y dilo
Aprende a conocer tus zonas erógenas y lo que te excita más. En materia de sexualidad no hay dos mujeres iguales: lo que para una es una fuente de placer, para otra puede ser una auténtica molestia.
Tómate el tiempo necesario para auto-explorar tu cuerpo, que es mucho más complejo que el del varón, y es un manantial de sensaciones insospechadas. Si sabes lo que te gusta y excita, podrás marcar la pauta y guiar a tu pareja en la cama. Si puedes ser más franca y abierta acerca de lo que deseas en la cama, te sentirás mucho más fuerte y segura.
Jueves, 29 de julio de 2010