Lo que se usa a la hora de ir a la cama habla mucho de uno. Hay personas que están convencidas que la forma en que uno se viste para irse a dormir, revela secretos ocultos con respecto a lo que se es por dentro. Y sin dudas algo de es completamente cierto. Dormir desnudos es una excelente forma de promover la sexualidad
Dormir con pijamas es lo más común, sin embargo muchas personas prefieren no usar absolutamente nada. Cuando las temperaturas son realmente bajas, la idea de dormir completamente desnudos no resulta demasiado atractiva.
Pero como los gustos individuales son los que mandan, hay veces en las que no importan los grados que marque el termómetro, lo que le gusta a la persona que nos acompaña, ni lo que socialmente esta aceptado. Es por esto que cada vez más personas eligen la desnudez como una condición sine qua non para irse a dormir cómodos.
Todo esto es muy lindo, pero ¿qué es dormir desnudos?. Muchos consideran como desnudez al hecho de irse a la cama sólo con ropa interior. Sin embargo, eso no es así, porque el concepto implica no usar absolutamente nada más que las sábanas o algún edredón para cubrirse durante la noche.
El dormir sin ropa proporciona una comodidad extrema para quienes no soporten estar vestidos durante el día. Sucede que cuando se llega al hogar después de un arduo día de trabajo, muchos sueñan con quitarse absolutamente todo y disfrutar de la comodidad sin ninguna prenda que tape sus partes.
Para cuando llega la noche y el horario del descanso, la premisa no cambia para nada e irse a dormir así implica una sensación de liberación y bienestar que se logra llevando ni la más mínima prenda. Es por eso, que hay quienes aseguran que una persona que prefiere ir a dormir en completa desnudez es alguien conforme con su propio cuerpo, dispuesto a enseñar sus formas y feliz por poder compartirlo con quien disponga acostarse allí.
Además, el contacto del cuerpo con las sábanas, también influye a la hora del sexo. Esa sensación de libertad promueve las ganas de tener relaciones y hace que por las mañanas uno despierte sintiéndose más sexy y provocativo.
Quienes se animen a probar esta nueva experiencia, seguramente se acostumbrarán rápido a las bellas sensaciones que se logran con la liberación a la hora de dormir. Sin dudas algo que todos deberán probar al menos una vez en la vida.
Martes, 10 de agosto de 2010