Pasarla bien y llegar al orgasmo no es tan sencillo como la cultura de moda vocifera. Las corridas, el estrés, las exigencias estéticas y hasta los hábitos nos juegan en contra más de una vez. Aprendete algunas cosas que conviene evitar.
1) Chau corridas: no te saltees los juegos sexuales previos. Sin caer necesariamente en el sexo tántrico y las fórmulas que promueven demasiado fuego lento, un rato para empezar a conectarse con el cuerpo y la intimidad preparan mejor el terreno. Mimos, una peli, caricias y recuperar algunos recuerdos o temas que nos pongan de buen humor suelen dar excelentes resultados. Hay estudios que revelan que se necesitan veinte minutos de excitación para que el cuerpo femenino esté preparado para el orgasmo. Es entonces cuando el clítoris y otras partes del cuerpo están más sensibles a cualquier estímulo.
2) Creá un ambiente que te erotice: música, velas, comida rica, lencería, aromas, lo que sea. Vos sabés qué cosas te ponen cachonda. Armalo. Regalate ese escenario que te devuelve a la mujer que hay en vos.
3) No te adaptes: si hacés todo para él, te perderás. El amor y el sexo son –pueden ser—una acto de generosidad, pero también debe haber algo de sano egoísmo para que el encuentro sea todo lo bueno que debe ser. Si te ocupás de tu placer y él, del suyo, el beneficio será de ambos.
4) Pedile. No está mal plantear que te gusta o necesitás una determinada cosa. Puede incomodarlo al principio, pero animate a contarte qué cosas te hacen sentir bien o despiertan tus ganas de tener sexo.
5) No pienses en otra cosa: apagá la cabeza. Olvidate un rato de todo. Sabemos que no es fácil, pero vale la pena esforzarse en intentarlo. Un buen truco es conectarse con la respiración y con el cuerpo, con cada parte del cuerpo. Tomar noción de los ritmos, de los ruidos, de las tensiones de cada rincón y empezar a soltar. Eso ya nos pondrá en otra frecuencia, y de a poco llegará el silencio mental. Si te resulta mejor y te gusta la música, ponete la canción que mejor te lleve a otros mundos.
No te olvides que el cerebro ejerce un papel fundamental durante el sexo: registra sensaciones y libera sustancias químicas que provocan vibraciones por todo el cuerpo. Cualquier distracción altera el proceso de excitación, reduce los impulsos sexuales en el cerebro y desmorona la temperatura, apagando las ganas.
6) Hacé pis: es importante vaciar la vejiga para poder sentir más y mejor. Si tenés una necesidad básica pendiente en la cabeza, será difícil conectarte con la excitación y llegar al orgasmo. Además, hacer pis antes de la relación sexual disminuye el riesgo de contraer una infección de orina. Evitá los temas que terminan mal. Si estás programando una noche de intimidad, a la hora de la cena no hables de las cosas que en general terminan en una pelea. No es cierto que la mayoría de la gente se reconcilie con sexo: en general, una discusión termina con cada uno en un rincón diferente de la cama, y con el control remoto apurando el zapping.
7) Usá todos los recursos: si te falta lubricación, no duden en usar geles. Facilitan las cosas, evitan dolores y uno deja de estar pendiente de cuándo llega el momento justo. Si te divierten los chiches sexuales, animate. Hay de todo y si a tu pareja le viene bien, se puede probar.
8) Dejá de sentir que todo el mundo la pasa mejor que vos: en el sexo hay mucho mito y muchas mentiras. Las jornadas sexuales maratónicas dejalas para las películas. Si te parece que lo tuyo siempre es poco, estarás pendiente de una medida que sólo deteriora tu autoestima sexual. Tu manera de disfrutar el sexo es tuya y de tu pareja: no compres lo que te digan los demás. No hay "normalidad" que establezca parámetros.
9) Si tenés hijos y estás durmiendo y te desconcentrás temiendo que se despierten, cerrá la puerta con llave o apoyando una silla por unos minutos. Si necesitan algo golpearán y en segundos les abrís. Pero si estás con miedo no podrás conectarte con la escena sexual que estás intentando.
10) Confiá en vos y en él. Y disfrutá. El sexo es un derecho y no, una obligación. Hay mil maneras de estar cerca, y una pareja puede tener muchos pilares sobre los cuales sostenerse. No te exijas, pero no dejes que la pareja se enfríe.
Viernes, 13 de agosto de 2010