Que innovar en el sexo es necesario, todos lo sabemos. Pero a algunos no les basta con un simple cambio de postura sexual, necesitan darle una vuelta de tuerca más a la rutina. Y para ello se inventaron una infinidad de posturas sexuales, cada cual más arriesgada que la anterior. Sin ánimo de querer convertirte en el próximo contorsionista estrella del Circo del Sol, te proponemos una serie de posturas sexuales que se alejan bastante del cánon establecido y que te permitirán explorar nuevas fronteras sexuales al mismo tiempo que practicas estiramientos y gimnasia sexual. Esos sí, lo que en este artículo explicamos es solo apto para los más osados. No nos hacemos responsables de esguinces, caidas o contusiones.
- Postura de la carretilla: Seguro que de pequeño jugaste a hacer carreras con tus amigos en la posición de la carretilla. De adultos, este juego se practica en pareja y sin ropa. El hombre sujeta a la mujer por los muslos mientras ella se mantiene boca abajo con las manos o los brazos, dependiendo de la resistencia de cada una. En esta postura es el hombre quien dirige el ritmo, aunque la mujer es la que más y mejor trabaja su gimnástica corporal.
- Postura del trapecio: La mujer, siendo ya penetrada, se sienta encima del hombre y se va echando hacia atrás, lentamente, mientras el hombre la sujeta por las muñecas. Ambos se colocan en una postura de balanceo. Para que el trapecio funcione es necesario que la mujer se encuentre relajada y que el hombre sea capaz de mantener a su pareja por las muñecas sin que su excitación se vea resentida.
- Postura aspas de molino: La mujer se coloca tumbada y mirando boca arriba mientras que el hombre se echa boca abajo y en dirección contraria a su pareja. Así, y entrelazando las piernas, el hombre penetra a la mujer, cuyo clítoris rozará con las nalgas del hombre. Se trata de una postura muy ventajosa para ella, puesto que tiene total acceso a los genitales del hombre.
- Postura amazonas: aquí es el hombre el que se relaja y se tumba boca arriba, flexionando las piernas sobre su vientre y pecho, dejando que sea la mujer quien se siente encima de él y lo cabalgue. La penetración se hace de arriba a abajo y llega a ser muy excitante para el hombre, puesto que es su pareja la que lleva las riendas y el ritmo del coito. Algo totalmente diferente.
- Postura acrobática: Si tu capacidad de elasticidad no está muy desarrollada, te recomendamos que mejor no lo intentes. Él se recuesta, dejando el cuerpo relajado y manteniendo la erección. Ella se sienta encima de él produciéndose la penetración. Es entonces cuando la mujer, con las rodillas flexionadas, se va tumbando de espaldas encima de su compañero. De esta manera el hombre tiene acceso a los pechos y el clítoris de ella. La mujer, al contrario, debe relajarse para poder disfrutar.
Sábado, 14 de agosto de 2010