El ginko biloba, el ginseng, la yohimbina y la niacina, han sido utilizados para tratar la disfunción sexual femenine (DSF), ya que el clítoris tiene un sistema similar al del pene en términos de flujo de sangre y erección, lo cual es clave en estos órganos sexuales.
Además, la depresión está más extendida entre las mujeres que entre los hombres, y la yohimbina, el ginko y el ginseng, han demostrado ser eficaces para combatir la disfunción sexual inducida por los antidepresivos más usados actualmente, que actúan sobre la serotonina (IRSS).
Por su parte, afrodisíacos como la Damiana también parecerían ser útiles para tratar la DSF, ya que se cree que las cualidades de estos afrodisíacos pueden actuar en ambos sexos.
Incluso el Saw Palmetto se ha sugerido para combatir la DSF, ya que tiene propiedades estrogénicas y está ampliamente acreditado que aumenta la libido y agrandamiento de los senos en las mujeres.
La relajación que produce la L-arginine en los músculos lisos, también ha ayudado en la lucha contra la DSF, ya que la mayor producción de óxido nítrico (ON) puede ayudar a aumentar el flujo de sangre hacia el clítoris, la vagina, y los labios vaginales. Como resultado, varias cremas para la vagina y el clítoris han incorporado la arginina y otras substancias relacionadas.
Pero más allá del uso de recursos terapéuticos originalmente estudiados en las disfunciones sexuales masculinas, existen también hierbas indicadas específicamente para la disfunción sexual femenina.
Por ejemplo, el Agnus-castus (también llamado árbol casto o ajerobo) ayuda a regular los niveles de prolactina en las mujeres, aunque también se ha comprobado que puede disminuir la libido en las mujeres durante la edad fértil.
Las hormonas juegan un papel muy importante en la DSF, por lo que los suplementos naturales que aumentan los niveles de estrógeno se consideran muy beneficios para poder combatir las disfunciones.
El diosgenin esterol de los camotes silvestres, puede convertirse en progesterona y se considera un gran motivador para el deseo sexual en las mujeres.
Los fitoestrógenos de soja pueden ayudar también a combatir la sequedad vaginal, así como los fitoestrógenos del trébol rojo, que son considerados aptos para lograr efectos similares.
La testosterona, la principal hormona masculina, puede ayudar también a aumentar la libido en las mujeres, pero tiene algunos efectos secundarios, como por ejemplo el aumento del vello facial, por lo que esta opción podría llegar a ser demasiado arriesgada para combatir la DSF.
Claro que la disfunción sexual que sufren muchas mujeres pueden provenir también de factores psicológicos, lo cual hace que los remedios naturales para la depresión, la ansiedad y el estrés, sean también muy importantes para combatir la DSF.
También, en lo específico a mujeres, se sabe que las píldoras para el control de la natalidad afectan el equilibrio hormonal, y pueden por lo tanto ser la causa de una disminución en la libido.
Por cierto que las disfunciones sexuales femeninas no son nada nuevo en la historia de la humanidad, pero no menos real es que el estilo de vida moderno, con sus dietas alimenticias poco sanas, las situaciones de estrés, y demás efectos ambientales, sin duda le ha dado una gran mano a los problemas sexuales.
De la misma forma, el uso de productos naturales para mejorara las funciones sexuales tampoco es una práctica reciente, pero las últimas investigaciones sobre sus ingredientes y beneficios han aumentado considerablemente durante la década pasada.
Si bien es cierto que a todos les resulta importante el hecho de que los productos destinados a combatir las DSF cuenten con una investigación específica que los avale, no se debería dejar de tener presente que algunas hierbas y alimentos nutritivos, cuyas pruebas o evidencia son sólo anecdóticas, o bien son usados por tradición, también son muy atractivos para muchas mujeres.
Actualmente existe una amplia gama de productos naturales que se ofrecen como suplementos para mejorar la sexualidad, lo cual es una manera segura de capturar a consumidoras con varias clases de disfunciones sexuales, pero se debe estar muy atento acerca de las evidencias (o falta de las mismas) al respecto.
Fundamentalmente, se debería prestar mucha atención a aquellas fórmulas que contengan varios alimentos nutritivos e hierbas como las señaladas anteriormente, es decir que hayan sido probadas y aceptadas para ayudar a las mujeres con disfunción sexual.
Los productos que combinan vasodilatadores con otros ingredientes que pueden aumentar libido, el deseo, o las funciones de los órganos sexuales, tanto en hombres como en mujeres, son generalmente muy buenas opciones para las mujeres.
A medida que la ciencia descubra más detalles acerca de la biología del sexo humano, y las causas de la disfunción sexual masculina y femenina, seguramente los productos naturales continuarán definiendo cada vez más, por separado, su rol para mejorar el sexo de ambos géneros.
Pero por el momento, es muy necesario que los pacientes comprendan cabalmente sus problemas, para así poder optar por los fármacos que más útiles puedan ser para cada problema sexual particular.
Martes, 31 de agosto de 2010