La presidente Cristina Kirchner, luego de firmar el desendeudamiento de la provincia de Corrientes, tuvo un párrafo aparte sobre el jefe de la bancada de diputados radicales, Oscar Aguad, al hacer referencia al emprestito de u$s 60 millones que tomó como interventor de la comuna capital, que se perdieron casi en su totalidad y que forman gran parte de la deuda de la capital correntina. cabe destacar que fue el propio Aguad, hoy devenido en impoluto rector de la ética en la cámara de diputados, quien fue el mentor político de Ricardo Colombi para su primer mandato como gobernador. Curiosamente a partir de ese momento la causa judicial sobre dicho desfalco quedó sumido casi en el olvido.

Después de firmar el convenio para el Desendeudamiento, Cristina Fernández de Kirchner se retiró de su despacho junto a Ricardo Colombi y sin salir de la Casa Rosada se dirigieron al Salón de las Mujeres Argentinas, donde la jefa de Estado anunció una inversión millonaria de dragado y balizamiento del río Paraná. El mandatario correntino integró la mesa de autoridades. En la primera fila, otro correntino: el intendente “Camau” Espínola, que seguía en Buenos Aires tras reunirse con el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández.

La oportunidad fue propicia para que desde el atril, la mandataria realizara un ejercicio de memoria tan furibundo, que llegó a la peor anécdota que quizá tenga para contar el radicalismo en Corrientes, como lo fue el paso de la Intervención Federal en el 2000 y la emisión de los bonos Cecacor. Cristina ancló en ese periodo y ensayó una crítica severa a la oposición, que lo tiene a uno de los ex interventores, Oscar Aguad, sentado en el Congreso como jefe de la bancada radical en Diputados.

“Estaba hoy mirando cuando firmábamos el convenio de Corrientes, por ejemplo. Por ahí lo veo también al intendente de Corrientes, al olímpico ‘Camau’ Espínola (...) y él recibió una municipalidad muy endeudada, el 15 por ciento de su coparticipación se le iba precisamente en este endeudamiento y esto también va a impactar positivamente”, comenzó diciendo la Presidenta.

Y arremetió: “El del Municipio de Corrientes es un caso que es bueno recordarlo, porque tuvo un endeudamiento que se hizo a partir de la intervención de un señor que es-tuvo en el año 2000, cuando se intervino también la provincia y el municipio. Ustedes tienen Carta Orgánica, ‘Camau’, y la Carta Orgánica impide que las intervenciones puedan contraer empréstitos o préstamos.

Sin embargo, quien era su interventor contrajo un préstamo de 60 millones de pesos; estamos hablando del año 2000, o sea, regía la convertibilidad, no era en dólares pero valían como dólares, porque uno podía ir a una casa de cambio y pedir 1 peso por 1 dólar y te lo daban y te lo llevabas, esto es parte del endeudamiento de la Argentina y este señor recibió por parte del Banco Nación Argentina los 60 millones, pero qué hizo: en lugar de ingresarlos a las arcas del Municipio, transfirió 22 millones de pesos en Cecacor, qué nombre, de ‘te seca’, que era el nombre del bono, que además valían el 50 por ciento de su valor y los transfirió al Instituto de Previsión Social de la Provincia. Ese señor es hoy el presidente de uno de los bloques más importantes que desde la Cámara de Diputados de la Nación nos dice cómo tenemos que gestionar y presentan los proyectos que presentan”.

“Cuando uno conoce estos antecedentes, entiende algunas cosas que se presentan para desfinanciar el Estado, para mal gestionar, para arruinar. Bueno, lo hemos visto también objetivamente en función de gobierno”, indicó, en alusión a Aguad, uno de los legisladores que apoya la salida por ley del 82 por ciento en las jubilaciones nacionales. Y además insistió en que “ese interventor es uno de los que hoy nos hacen así con el dedo (modo de negación) desde el Parlamento” y reclamó “responsabilidad”.

Miércoles, 1 de septiembre de 2010