¿Sexo feliz? Sí, nos referimos a los buenos hábitos dentro de tu vida sexual, el sexo como disfrute, buen rollero y libre de presiones. ¡Descúbrelo!
Qué es el sexo feliz
¿Alguna vez has sentido que todo es maravilloso después de una relación sexual? ¿O te has pasado lo que quedaba del día con una enorme sonrisa en la cara sin saber muy bien por qué? Si es tu caso, seguramente has probado las delicias del sexo feliz.
¿Qué hace falta para conseguirlo? En realidad, nada excesivamente complicado: que tengas confianza con la persona con la que te acuestas, que seáis capaces de comunicaros sexualmente hablando -la intimidad y una buena predisposición son más que suficientes- y que los límites de la relación sexual vengan marcados por ti: qué te apetece hacer, qué no, en qué momento...
Cómo conseguir el sexo feliz
"Hay quien busca en la relación sexual una sensación de existencia y compañía, otros buscan afirmar su identidad sexual y, algunos, olvidar situaciones vitales adversas. Pero frente a eso está el sexo ligado al placer: la sexualidad humana es una función fisiológica, cognitiva, emocional y relacional adecuada, positiva y deseable", asegura Rosa Calvo, psicóloga clínica responsable de la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimenticia del Hospital Universitario Santa Cristina. O sea, que en contra de quienes creen que el sexo es "sólo" sexo, los especialistas aseguran que es mucho más que un simple acto copulatorio. En palabras de Francisco Ferré, jefe de servicio de Psiquiatría del Hospital Gregorio Marañón, "dos se hacen uno porque se quieren, y esa fusión no es simplemente una experiencia física sino algo más complejo que afecta a la vida psíquica".
Reconocerlo es mucho más difícil que en los casos donde no es sinónimo de placer, porque cada uno siente y experimenta el sexo feliz a su manera. Por eso valen un sinfín de descripciones: las famosas mariposas en el estómago, el buen humor prolongado, ver el mundo de color de rosa (o al menos, no tan negro), sentirte a gusto contiga misma... Todos ellos son los increíbles efectos de la pócima mágica del sexo feliz, que al fin y al cabo no es tan difícil de conseguir como piensas: eligiendo el momento, el lugar y la persona con la que quieres disfrutarlo, además de no olvidar que esto no es sólo cosa de uno. Pero sobre todo, partiendo de la base de que no hay obligaciones sexuales en la pareja: ¿que te apetece romper la rutina y llevar a cabo una fantasía sexual porque crees que disfrutarás muchísimo? ¡Adelante! ¿Que no ves ningún sentido a cambiar de aires y probar cosas nuevas? ¡Perfecto también! ¿Quién ha dicho que lo cotidiano y natural no sea tan excitante como una montaña rusa? Es lo bueno del sexo feliz: que la única receta es que estés cómoda, relajada y te sientas con la suficiente libertad como para elegir lo que te apetece hacer. Por lo demás, sólo tienes una obligación: ¡Disfrutar!
Sábado, 4 de septiembre de 2010