Todo lo que querías saber sobre la eyaculación femenina y no te animabas a preguntar.
Un misterio incluso mayor al orgasmo femenino es, sin dudas, la eyaculación femenina. Si bien son frecuentes las historias que escuchamos de amigas que pueden eyacular o amigos que han estado con mujeres que eyaculan, lo cierto es que la mayoría de nosotros nunca hemos experimentado dicha situación.
A la hora de describir la eyaculación femenina, las respuestas suelen ser bastante parecidas: “Es líquida, es clara, y sale a chorros”. Más allá de esto, los otros detalles siempre han sido poco precisos.
¿Qué es la eyaculación femenina?
Comencemos por comprender cómo está compuesta la eyaculación. Los principales cuatro ingredientes son: glucosa, fosfatasa ácida prostática (una enzima que es característica del componente prostático del semen), urea, y creatinina.
Los últimos dos ingredientes se encuentran comúnmente en la orina, pero en menores cantidades que en la orina. En consecuencia, podemos decir que hay algo de orina en la eyaculación.
Algunos estudios concluyen que la eyaculación de algunas mujeres se parece más a la orina, mientras que en otras tiene el aspecto del fluido prostático.
Hasta que se pueda responder esta pregunta con absoluta precisión, lo adecuado será decir que la eyaculación tiene un poco de las dos. En cuanto a la cantidad, ésta puede variar desde algunas gotas hasta una verdadera ducha.
¿De dónde viene la eyaculación femenina?
¿De dónde proviene la eyaculación? Existen varias teorías al respecto, pero la más consensuada dice que la eyaculación femenina es una consecuencia de la estimulación del punto G.
Cuando el punto G es estimulado por un período de tiempo, el tejido esponjoso que conforma esta área se llena de fluido.
Las mujeres que pueden eyacular, con frecuencia, intentan retenerse, pensando que se trata de orina. La fuente exacta de la eyaculación continúa siendo debatida por los investigadores, pero pareciera venir de la uretra (como la orina) y/o de las proximidades de las glándulas de Skene, aunque el debate promete continuar.
¿Todas pueden eyacular?
Podrías desear enseñar a tu pareja a eyacular, o podrías querer hacerlo tú misma. Como ocurre en toda exploración relacionada a la experiencia del sexo, deberías trabajar a dicho fin, pero no convertirlo en tu objetivo único, generando presiones innecesarias y decididamente negativas.
Asimismo, no se sabe a ciencia cierta si todas las mujeres son capaces de eyacular, de modo que si tu pareja no puede, lo mejor es no preocuparte —y continuar intentándolo de tanto en tanto—.
¿Cómo se siente?
Como hemos dicho antes, la eyaculación proviene de la uretra y/o de las glándulas de Skene, así que se siente algo muy parecido a la orina.
¿Dónde hacerlo?
Finalmente, recuerda que los mejores sitios para intentar una eyaculación son la ducha o la tina, en el agua o cerca de la misma, o sobre algunas sábanas antiguas o gastadas que no te importaría mojar.
Consejo final
Más allá de aquellos que aman la “lluvia dorada” (el fetiche de orinar a otras personas o ser orinados), son muchos los que no se sienten a gusto corriendo el riesgo de orinar a su pareja sexual o el escenario de la relación.
En este sentido, podría ser buena idea otorgarte u otorgar a tu pareja cierta privacidad para comprender esta función del cuerpo -cuando menos, permitirse experimentar y jugar con la posibilidad y no sentir aversión ante la misma-.
Viernes, 10 de septiembre de 2010